domingo, 12 de octubre de 2008

Back to Basics, Essentials and Elementals

BACK TO BASICS, ESSENTIALS AND ELEMENTALS. O CÓMO HABRÁ QUE IRSE PREPARANDO PARA UN NUEVO ORDEN ECONÓMICO, SOCIAL, POLÍTICO, TÉCNICO Y ESPIRITUAL (NO DICTAMINADO POR LOS BANCOS CENTRALES, EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL O GOBIERNO Y DICTADOR ALGUNO). Y PORQUÉ NO HAY QUE PERDER LA CABEZA Y SALIR CORRIENDO EN DESESPERACIÓN POR CREER QUE LLEGÓ EL FIN DEL MUNDO Y EL SÁLVESE QUIEN PUEDA.

Este es otro artículo más con pensamientos, ideas y estrategias que vengo planteando de un tiempo para acá originados por la actual crisis financiera planetaria que, como ya dije, no me ha agarrado por sorpresa pues la había prefigurado, previsto y esperado un tiempo atrás en vista de cruciales acontecimientos en pleno desarrollo y tras verificar cuán cerca estamos del importante y fáustico año 2012-2013 que cosmólogos, geólogos, geofísicos, astrónomos, astrólogos, futurólogos, matemáticos, arqueólogos, antropólogos, brujos, médiums, escritores y clarividentes han estudiado, el cual torcerá aún más la dirección que va a tomar nuestra amada Tierra y todos los seres vivientes que en ella moran. Lo que está sucediendo en todas las Bolsas y Mercados de Bienes y Valores en el planeta es una consecuencia de fuertes influjos circulando por la Tierra y el sistema solar pero, por su peso astronómico, especialmente por la Vía Láctea y el Supercúmulo de Virgo-Coma Berenices, porque en el cosmos todo es interdependiente y está graduado y regulado y más cuando ya estamos levitando hacia nuevos parajes de civilización, cultura, geofísica y astrofísica. Morfológicamente hablando, nuestro ADN y ARN Colectivos están siendo alterados de un modo brusco y vertiginoso. Estamos siendo metamorfoseados por Fuerzas y Poderes sobrehumanos, potentísimos, avanzados, determinados y dinámicos. ¡Nos han puesto a bailar al son de un inaudito tam-tam para que nos volvamos águilas fulgentes y serpientes emplumadas con el objetivo de que trascendamos nuestra mortalidad y humanas imperfecciones! Como lo oyen. ¡Se los dice Dekanawidah y Hiawatha! No es como lo pintan los caras pálidas políticos y economistas que vemos por la televisión y leemos por la prensa. Ellos no entienden ni pizca la verdad de lo que está sucediendo, sólo ven a muy corta distancia. ¡Lo que está en juego es el futuro de la Humanidad, su misión como especie! Y nuestra Venezuela no escapa. A ella también le va a tocar muy pronto sentir el terremoto que la redimirá.

Debemos saber que el origen de los cambios que están afectando y seguirán afectando las economías de todos los países se debe a que el planeta se está preparando para abordar un nuevo ciclo cultural y que los cambios son globales precisamente porque los inventos y hallazgos que grandes mentes y almas han estado haciendo en todos los campos del conocimiento humano desde mediados del Siglo XIX han sido mayúsculos y asombrosos y no podían pasar desapercibidos por aquello que denominamos «energía del papel moneda» o «energía metálica de la materia dinero». Lo que está ocurriendo es una consecuencia del afán y deseo de incontables hombres y mujeres por hallar nuevas formas de asar y romper barreras y paradigmas materiales, energéticos, físicos, biológicos y químicos, amén de teológicos y teúrgicos. Siendo muy sensibles a lo que mentes y corazones producen el egregor humano, incluso en su aspecto más elemental, básico, urgente, primitivo y mecánico (como comer, beber, tener un techo, asearse, vestirse y gozar de buena salud), era inevitable que tarde o temprano el termómetro y el barómetro de la sociedad, tan dependientes del papel moneda, la tierra, los metales, los víveres, los comercios y las comunicaciones debían sacudirse y sentirse presionados, y que en un momento dado el sector hogar y el sector placer y concupiscencia entraran en crisis, se estremecieran y explotaran como de hecho está sucediendo en todo el orbe. Como dije, era inevitable, como también era inevitable que la actual crisis comenzara por EEUU pues esta nación es todavía el eje central de toda la economía y la vida espiritual, cultural, política, tecnológica, militar y comercial del mundo (la alteración del eje norteamericano en el plano humano y social es la prefiguración de la alteración del eje planetario que le seguirá en un futuro no lejano, el cual hará que en cuestión de días la primavera sea otoño y el verano, invierno, y el mundo, desde nuestra perspectiva, pareciera ir al revés y las agujas del reloj vayan en sentido contrario).

También era lógico que el desorden, o más bien, el tumor maligno surgiera en EEUU, porque es allá donde todavía se vive mejor, donde la riqueza, la abundancia y el confort llegan a sus niveles más altos y sea obligatorio que todas las naciones del orbe quieran copiarla y seguirla aunque no siempre se haya admitido esto abierta, sincera y honestamente. Ninguna nación es tan poderosa e influyente como la nación estadounidense. Para bien o para mal, ella ha sido el motor y la antorcha de la civilización hace ya muchas décadas. Por eso, la crisis de los Estados Unidos de Norteamérica llegará a todas partes y quien no lo comprenda, acepte y vea, es un zoquete, un iluso o un fanático sectario que no sabe dónde está parado. Esto va a significar que, si la economía yankee sufre una conmoción, el resto del mundo va a pasar por un impensable eclipse solar y lunar hasta que la oscuridad se pueda conjurar, surja un nuevo cimiento, una nueva dirección, y es seguro que esto acontecerá aunque ahora no se vislumbre todavía qué exactamente sustituirá al gigante imperial de los EEUU (como vaticinaron los indios hopi y zuñi). Pero seguro que lo que lo sustituirá será de corte global, único y futurista, porque la Humanidad ya ha comenzado a vivir planetariamente aunque de un modo chucuto, primitivo, dudoso y errático, porque hemos dejado de lado los valores morales, éticos y estéticos, que son fundamentales, y no se pueden reemplazar por un mundo relativo, mortal, efímero y decrépito de deseos, ansias y caprichos sin fin.

Tendremos que regresar a lo básico, esencial y elemental, en todos los sentidos y en todos los términos, si no sólo queremos sobrevivir, sino seguir evolucionando y enriqueciéndonos en todos los ámbitos, completa e integralmente, porque además eso es lo que quiso señalar la crisis inmobiliaria que comenzó a producirse a partir del segundo semestre del 2008 en los EEUU cuando se puso sobre el tapete que el problema tenía que ver con casas, hogares y tierras, que en un futuro a corto plazo significarán también alimento, sustento, producción, conservación, supervivencia y resurrección. De eso estoy seguro y más cuando a la crisis inmobiliaria le ha seguido un alza meteórica en los precios de los combustibles y de la producción del oro negro. Como ha sido siempre, los sitios, las regiones y los estados que producen alimentos, víveres y comida, o sea, energía, son poderosos per se y son los que ultimadamente influyen en los demás, en los más pobres, infortunados, necesitados o indigentes, en aquellos que no pueden o simplemente no saben cómo proveerse suficientemente de lo estricto necesario y fundamental. Esa gran y admirable potencialidad por producir granos, cereales, hortalizas, lácteos, carne y enlatados es lo que ha hecho poderosos y notables a los EEUU, Argentina, Suiza, Canadá, Francia, Italia, Holanda. En constraste, Venezuela es un país muy pobre porque ni el oro, ni el diamante, ni el hierro, ni el uranio se mastican y hemos adolecido de gobiernos eficaces, previsivos y limpios de corrupción. Si la actual crisis mundial financiera comenzó por la crisis inmobiliaria y le siguió la crisis energética es porque para los terrícolas los problemas de la tierra, la casa, el campo o la finca son básicos, esenciales y elementales, algo nada nuevo desde las lejanas Protohistoria y Prehistoria, y aunque vayamos camino de las estrellas comer, producir nutrientes y abrigarnos será necesario por muchísimo tiempo más.

Pienso que la gran mayoría y eventualmente toda la Humanidad deberá cambiar y a la vez mejorar su alimentación. Por razones económicas, ecológicas y científicas se verá obligada a dejar de consumir carnes (rojas como blancas) y volverse paulatinamente más y más vegetariana, vegana, macrobiótica o naturista, crudívora, frutívora, ovo-láctea y frugívora, para que apoyada en un régimen nutricional más energizado, integral y puro sepa aprovechar también los nutrientes pránicos, etéreos y cósmicos que sólo yoguis y anacoretas conocen al dedillo con ajillo. Los germinados, los brotes y cuantas hortalizas, carbohidratos, tubérculos, frutas, especias o condimentos se puedan cultivar fácil, seguro, orgánica y/o hidropónicamente (como en barbacoas, materos y terrazas), en recintos pequeños y controlados, con poca agua, fertilizantes, herbicidas y fungicidas orgánicos y biodegradables, van a tener un gran auge en los próximos tiempos. Lo que surta efecto rápidamente y sea bueno, gustoso y nutritivo, pueda guardarse, conservarse, refrigerarse y almacenarse por mucho tiempo sin que se eche a perder y degrade, los bacilos búlgaros y derivados de la soya, la fruta y los frutos secos, como jaleas, gelatinas y mieles, altos en glucosa y fructosa, todo aquello que no exija complicados y complejos procesos de elaboración, preservación, inmunidad y deshidratación paliarán el hambre que vendrá y que sin avisar tocará hogares y centros asistenciales. Habrá que buscar esencias, resinas y extractos, semillas, algas, pétalos, plantas, yerbas, raíces, hongos y matas que nos suministren sus propiedades medicinales y terapéuticas, incluso insectos, como abejas, zancudos, bachacos y arañas, que nos fortifiquen mental, corporal y sexualmente, porque en tiempos de crisis abundan las pestes, los virus, los microbios y las debilidades mentales, y van a escasean muchas de las drogas y medicinas que hoy fabrican y distribuyen los laboratorios farmacéuticos. Aunque haya que ceñirse el cinturón y desarticular las cadenas de comida rápida y embasurada será por nuestro bien. Este gigantesco reacomodo en materia de salud e higiene servirá para que adoptemos nuevas alternativas de salud, cambiemos nuestras costumbres y métodos anquilosados, tengamos nuevas prioridades, nuevas metas y nuevos y mejores utensilios de trabajo creador, comunitario, eficaz y artístico. Lo pequeño, compacto, regenerado, ingenioso e inventivo va a primar. Algo parecido dijo Simón Rodríguez: «sino inventamos, erramos». . Esta máxima será una de las que llevará a que las mejores y más instruidas porciones de nosotros y nosotras decidan retornar a lo básico, esencial y elemental, para sobrevivir y superar con creces los embates de la Naturaleza que gradualmente o súbitamente crearán fisuras, fracturas, choques, maremotos y terremotos en el aparato productivo, energético y sociopolítico de nuestro orbe en transición hacia un Amanecer Áureo.

Aunque parezca mentira llegará el momento que las Naciones Unidas decidan tener un gobierno mundial (supervisado por la Gran Hermandad Blanca Intergaláctica) para poder hacerle frente a las crisis que se desbordarán y hará necesario que las naciones entiendan que para combatir el asalto, saqueo, robo, pillaje, exterminio y criminalidad en general se vuelva perentorio crear un sistema de seguridad efectivo y eficiente, tanto más sutil como severo y exigente. Es imposible no pensar en ciertas películas de terror, suspenso y ciencia ficción que ya abordaron el doloroso tema del desastre apocalíptico. Algunas de estas películas ciertamente infunden horror y angustia pero lo que llama la atención es que casi nunca plantean realísticamente lo siguiente: a menos que los seres humanos sean ayudados y rescatados por extraterrestres no se va a poder contener el creciente aumento de destrucción que asolará al planeta cuando el hielo de los casquetes polares se derrita, los polos magnéticos cambien de posición, el eje de la Tierra se desplace y los continentes se vean envueltos en una oscuridad que podrá durar varias semanas y sean abandonadas las ciudades porque no habrá agua potable y el aire, el cielo, serán irrespirables y grises por los vapores y gases tóxicos emitidos desde la superficie terrestre por derrames de petróleo en ríos y mares. No es posible ni saludable describir en detalle lo que posiblemente sucederá de no manejarse mucho mejor los cambios que ya están en camino como, por ejemplo, los efectos desestabilizadores producto del calentamiento global, el cambio climático, así como el clima de turbulencia magnética y tempestad eléctrica de nuestras economías, gobiernos, religiones, tecnologías, ciencias y artes, inoperantes por el caos. ¿Cómo hacer entonces para que el clorofílico, fosforescente, fluorescente, transformador y crístico Efecto Verdegay (la octava superior del Efecto Mariposa o Delta-Psi-Omega) cure nuestras dolencias y enfermedades, nos incline hacia nuevos rumbos, nos abra los corazones, ilumine nuestras mentes, reponga y fortifique nuestros cuerpos cada vez más desnutridos o fofos, obesos, cansados y debilitados por tanta comida chatarra y la atroz mezcla de lluvia ácida, azufre, plomo, gas metano y fluorocabonos que inhalamos a diario? ¿Podremos abrazar el Nuevo Mundo de Luz que se avecina, cuando muchos están perdiendo la fe y la certeza en sus instituciones? ¿Podrán salvarnos nuestros demagogos, tiranos y dictadores? Imposible. A éstos no les interesa sino vivir bien y mandar a otros a expensas de los demás. Miren a la pobre Haití: vuelta asco y miseria por la magia negra y sus déspotas autócratas y opresores. Nuestro planeta está obligado a cambiar, si quiere prosperar, progresar y encajar en un Organismo de Naciones Galácticas Amadas y Confederadas –Dios y Federación. Estamos siendo muy presionados para ello por una colosal acción fractal en espiral –como la de Ekman- que hace que desde el Centro de la Galaxia se envíen impulsos extragalácticos y nos veamos forzados a girar y transportar nuestras energías y materias de una cierta manera programada y regularizada como por un Efecto Coriolis de una envergadura y alcance sumamente difícil de imaginar y poner en un lenguaje coherente y verosímil en un escrito como este. Sólo pueden darse algunos atisbos y señales reales de que la crisis financiera es tan sólo un hito más, un peldaño más, una rueda o tuerca más de un pequeño pero importante engranaje de relojería que forma parte de una enorme, esplendente y preciosa esférica mecánica celeste en marcha a trillones de nanosegundos de décimas de segundo, si de algo sirve dar una referencia aproximada e incomprensible en la 3D.

Habrá que regresar a la tierra, no hay otro camino. Este retorno traerá paz, sosiego, alegría, fiesta. También mansedumbre, fidelidad, obediencia y respeto. Habrá que dejar nuestras ciudades y capitales, cada vez más sucias, feas, inhumanas, deprimentes, pornográficas, atestadas de automóviles, camiones, autobuses y gentes aceleradas, impertinentes, intolerantes, hirsutas, groseras, histéricas, neuróticas, paranoicas, insolventes, ingobernables, locas, violentas y criminales, e irnos al campo, hasta las granjas comunitarias, místicas, socialistas, nada totalitarias y policíacas sino más bien pitagóricas, platónicas y ecuménicas, hasta la aldea global construida como antaño, con ladrillos, gemas, cemento, cal, madera, piedra y adornos de aire futurista y cristalino, como quieren todos los grandes arquitectos y paisajistas que no desean perder su valioso nexo con lo natural, pletórico, bucólico y muy vasto del cosmos. Habrá que ir más lentamente, sin tanto apuro y stress, aprendiendo a ver y auscultar como un shoshone, cherokee, comanche, sioux o tuscarora, como hubiera querido el Barón Humboldt, sabiendo que si nos desconectamos de lo prístino, puro, virginal, y colmado de linduras y frescuras, nos jodemos y jamás atravesaremos el Rubicón. Por ahora, es lo que me viene a la mente. Repito: la Vía no está cerrada de un todo, pueda que hayan árboles caídos y rocas que remover. Si actuamos con inteligencia, creatividad, sabiduría, disciplina, tesón, metodología, amor y pulso, podremos llegar allá donde hayan riachuelos, ositos, venados y turpiales. ¡Llegar es clave! ¡Avanti! ¡Adelante! All the way home!

Caracas, 12 de octubre del 2008, Día de la Raza Acanelada de las Américas y de las Gracias a Colón