domingo, 15 de febrero de 2009

Petición y Voto en unión con la Alta Jerarquía Intergaláctica

Nadie nace por casualidad en un lugar, un país, una región, un planeta o un sistema solar. La vida sigue la Ley de Phi. La sinuosa, cíclica, Voluntad Divina, basada en el Amor Celeste, es una expresión de la Sabiduría Cósmica, que debe respetarse y quererse mucho. Eso es lo inteligente.

La búsqueda de la Palabra o Sílaba Sagradas, llámese OM, AUM, IAOUE, SHALOM, PAX, SHANTI, etc, etc, debiera ser el objetivo de Venezuela y de todos los países del globo terráqueo. Sólo uniéndonos en conciencia e inteligencia, acción-reacción, causa-efecto, con amor puro, fe y construcción pura y elevada para todo el mundo podremos a nivel local y planetario atenuar los desórdenes, accidentes, calamidades y horrores de toda índole en el plano natural como en el social. Si el colectivo de la raza humana en la Tierra no pone de su parte será muy difícil salir de los desvaríos que se puedan presentar en nuestra evolución como especie a corto y mediano plazos.

Hay que entender bien que los efectos letales y perniciosos de las emisiones de los gases de efecto invernadero, en especial los de dióxido y monóxido de carbono, tetraetilo de plomo, azufre, metano, óxidos de nitrógeno, clorofluorocarbonos, ozono, por mencionar sólo algunos, generados especialmente por el humano y por su desequilibrado desarrollo industrial, comercial y económico, no sólo se producen y actúan en el campo circundante y a nivel concreto y material, sino que estos mismos gases que están sobrecalentando y fermentando la atmósfera terrestre y nuestro ecosistema biosférico también los producen las malas ideas, los malos pensamientos, sentimientos, emociones y acciones personales negativos, destructivos, rapaces, iracundos y egoístas. La Tierra se está envenando por nuestra falta de amor, equilibrio y armonía, por nuestra carencia de valores y principios nobles, porque nuestros líderes y gobernantes son unos inconscientes y no dan la talla a la hora de la verdad. Cada pensamiento y acción mala desastabiliza la corteza terrestre y desencadena un nuevo terremoto, un nuevo maremoto, un nuevo huracán, un nuevo ciclón y tornado, una nueva guerra, un nuevo rearme estúpido y agresivo, una nueva violencia conyugal y familiar, una nueva agresión del vudú más mortal a nivel institucional y personal, una nueva tiranía y dictadura, una mayor delincuencia, más miseria, más ignorancia, más oscurantismo, más inestabilidad económica, financiera, bursátil y telúrica. Los humanos en la Tierra deben crecer espiritual y mentalmente y unirse mucho más si no quieren perder su planeta y dejar de ser parte del nuevo ciclo de luz que le espera a la Tierra. Hablo en serio. Los que no se sumen a la corriente reencarnarán en mundos y condiciones nada bonitas ni agradables. Está por cerrarse de un momento a otro un macrociclo de muchas Edades.

Es irreversible. Viene un Nuevo Mundo aunque hoy miles de millones de almas no lo vean con su razón porque la luz cósmica no los ha tocado y sacudido hasta las entrañas, no lo razonen, aprecien, analicen y conversen unos con otros, pues la falta de comunicación a un buen nivel separa y desbarata corazones y eso es lo que está sucediendo a pasos agigantados a escala mundial. ¡Vean las noticias! ¡Cuidado, el hombre y la mujer pueden acumular individual y colectivamente caudales inestimables de energía buena o mala! ¡Pueden sembrar, elaborar, industrializar y repartir nuevos cultivos, nuevas semillas, hierbas, pastos, tubérculos, granos y frijoles que los estaminicen (de stamina) como nunca, si sólo se dieran cuenta del tesoro que es vuestro planeta y vuestro país de Venezuela! ¡Hay que estar alerta, señores y señoras! ¡Manos a la obra! ¡Demos el ejemplo a los animales, las plantas, las rocas y los demás integrantes de nuestro pequeño pero hermoso y útil universo telúrico y celeste! ¡Cada partícula del Kosmos es dependiente de todas las otras! ¡Que una aureola iridiscente rodee a Venezuela! Amén. Que así sea.

Nuestro primos orangutanes oliendo flores juntos. Autoría fotográfica desconocida aunque muy oportuna, tierna y ejemplar. ¡Buen ejemplo para los humanos!

Caracas, 15 de febrero del 2009, cuando votaré con Lindi-Lindi por el NO a la Reelección Indefinida y por el SÍ a la Vida Cósmica y una Patria Mejor en todos los sentidos de la palabra.