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Así como antes, cuando viene un mundo nuevo y otro agoniza, estará Orión, el del garrote de luz y el escudo parabólico, en medio de la Bóveda Celeste, presto a acabar con lo vil y como Ipuwer, el sabio nilótico, decidido a advertir a los hombres y a las mujeres de buena voluntad a aportar su granito de arena para que de las aguas elementales surja un géyser nuevo, nazca un nuevo pesebre, un nuevo ciclo de vida, un nuevo género humano, y la Luz del Arcoiris penetre más hondo en las entrañas de la Tierra de donde hemos emergido buenos y malos, santos y pecadores, ilustres y peorros, elevados y abismados, y salgamos purificados y renovados. Viene un Sexto Sol-Ahau de Oro para que la Humanidad pueda seguir evolucionando y Dios sea más asequible a la mayor cantidad posible de mentes y corazones aquí y en los alrededores, en esta dimensión como en las otras. AUM.
Caracas, 25 de abril del 2009