viernes, 8 de mayo de 2009

El Ouroboros. Un ideograma. Fin Plutoniano de Tiempos Cercanos y Lejanos

Ouroboros 2. Se completa el Nodo Lunar del Ouroboros o Uróboros. Finaliza un Gran Cículo de vida cósmica. Comparar este diagrama con cualquiera de los círculos en el pasto. Versión del Autor. Caracas. 2002.

Agrogramas, circulos en el pasto, crop circles. Gran Bretaña. Algunos de los vistos desde la década de los '60 mayormente en Europa aunque observados en casi todas partes del mundo. Los agrogramas fueron avistados también en siglos anteriores pero jamás con la frecuencia de hoy
día.





























Hace años, cuando me puse a estudiar los próximos cambios apocalípticos, pensé qué coño le pasará a las cartas astrales y a las efemérides cuando sucedan las inversiones o reversiones polares, axiales, geomagnéticas, geográficas, geofísicas, astrales, cosmobiológicas. Si la observación geocéntrica o celeste desde la Tierra varía es lógico que varíen las declinaciones, las longitudes y latitudes siderales, la ascensión recta, el paralaje; y si la inclinación del eje de la Tierra varía y una nueva Estrella Polar reemplaza a la actual quedarían afectadas nuestras relaciones cosmodéticas y geodéticas. Habría, como lo anunció San Juan de Patmos, una nueva Tierra, un nuevo Cielo. Nuestros horóscopos cambiarían obligatoriamente. Los tránsitos, las líneas y relaciones astrocartográficas, las revoluciones lunares, anlunares, solares, etc, tendrían que reformularse y reinterpretarse. Si los cambios previstos o esperados sucedieran en toda su extensión o incluso parcialmente la Astrología, la Astronomía, la Magia y la Adivinación serían modificadas por las mutaciones vibratorias cocinándose y eso precisamente es lo que parece que los notables criptogramas, agrogramas, círculos en el pasto o crop circles, observados más que nada en el Primer Mundo, algunos de los cuales muestro en esta entrada, que por lo menos a mí me dejan estupefacto por su belleza, precisión, versatilidad, excelencia artística, geométrica, filosófica e ideográfica, nos están señalando y sugiriendo: ¡ojo, alerta, viene un cambio del carajo! ¡Despierten! ¡Ajústense! No veo cómo podríamos hablar con propiedad de fines y comienzos de eras astrológicas futuras sin saber antes adónde nos llevarán los cambios precesionales. Eso me ha vuelto muy prudente. Sólo sé esto por ahora: Urano ya entró en Acuario, Neptuno apenas entró y aún falta que Plutón haga lo suyo hacia 2039-2040. Es demasiado tarde para frenar el indómito alazán o pura sangre que corre a toda velocidad hacia su destino a la vista. Cuando cruce la meta los cambios serán mayúsculos, dramáticos y más radicales todavía.

El trabajo de ingeniería solar y crística no está en manos de los terrícolas. Su conocimiento y grado de sapiencia es poca, rudimentaria, insuficiente para controlar y dirigir las direcciones y los intríngulis de la mecánica ondulatoria y cuántica, amén de la interdimensional, imprescindibles para conocer cuánto será el grado de cambio al que debe estar sujeto el planeta Tierra y el resto del sistema solar. Las grandes mentes cósmicas harán el trabajo real, minucioso, paciente, detallista, puntual, con la mayor precisión, exactitud y amplitud de espíritu. Se trata nada menos que de la existencia y futura evolución de miles de millones de almas actualmente encarnadas y por encarnar en pocos años en la Tierra. Si nuestro planeta deja de ser un sitio bastante infernal, como ha sido durante demasiados millones de años, imagínense entonces la calidad de la vibración y la sutileza de la frecuencia de sintonía y acoplamiento que será necesario aplicar para que la transición a la Quinta Dimensión tenga éxito para miles de millones de almas, buenas o malas, adelantadas o atrasadas, iluminadas o tenebrosas, según su kharma y su dharma. En conclusión, habrá que estar muy alerta, con los sentidos lijados, confiar en los Altos Khorios y Guías Intergalácticos, cambiar rutinas y hábitos, ser flexibles, trabajar en equipo por el bien del prójimo y la Naturaleza, sin perder de vista el objetivo maestro: perfeccionarnos más y más amando a Dios siempre. Los ideogramas y agrogramas están a la vista. ¡San Juan el Evangelista los hubiera tomado muy en cuenta en su Apocalipsis! OM.

Caracas, viernes, 8 de mayo del 2009