viernes, 10 de agosto de 2012

17 toros de lidia resurrectos y gloriosos como estrellas luminosas


Taurus, el Titán de las cosmogonías. Obra del Autor. Caracas. 2005/2012.

Todo es acción y reacción, vaivén, ola, movimiento.
Y por eso nada está perdido ineludiblemente. Ten fe
que la Divinidad no está exenta de piedad y dulzura.
Sincérate, arrepiéntete, ora y encomiéndate al Cielo.
Tu misión de vida no tiene paralelo ni fronteras. Sin duda alguna, tu vida está en manos del Firmamento.
Te escogieron para vencer la Muerte. ¡Sé la Aurora!

En el Origen, cuando la Creación flotaba en la espesa negrura, se nebulizaba, medio blanqueaba y relucía, se retorcía y pensaba, esbozó, trazó, ensambló y concretó milimétricamente de mil y una maneras fantásticas e insólitas ilimitados signos, para que los conceptos, las formas, las figuras y los diversos niveles de existencia surgieran del inaudito y omniabarcante Germen inicial. Todo era una sola idea, una sola masa, un solo pálpito, una sola electricidad, un solo magneto, una sola expresión infinita, multidimensional, vívida, estimulante, fértil. No habían diferencias. Lo que se definió fue una eyección coronal del sol central del Corazón del Creador Supremo según Su voluntad y Su deseo bueno y santo de verdad. No habían divergencias ni contradicciones ni vacilaciones. Había una sola meta y una sola acción llameante, multiplicada hasta el infinito, bañada en luz, resplandor, gloria. Y la Creación se movió de un todo, se transportó y regó y produjo una miríada de sones, imágenes, aromas, resultados, beneficios y maravillas, que aún perduran y son magníficas, productivas, positivas y reales. Todo esto no tomó más de un espectacular segundo. El mundo de la Creación no se fatiga jamás y puede seguir produciendo y provocando ejemplos y modelos de existencia infinitamente variados y originales, supremamente geniales y bien instruidos. Esto en lo que atañe al mundo de la Creación y sus conjunciones, donde la alegría y la fecundidad reinan a sus anchas y nada puede matar su espíritu, limitarlo, cercenarlo, ocultarlo, pues es pura luz filtrada, emisión, orgasmo, vida. ÉL ES. Este es el mundo de Tauro, el de las entrañas del Cielo y de todas las religiones, doctrinas, creencias y sabidurías que buscan la Perfección. En este caso su punto de partida recae en el Amor o Eros de Tauro. Su esencia prevalecerá siempre. Nada puede sustituirla o desaparecerla. Participa de la misma sustancia que rige y administra los Universos y cuanto vive en su seno. Pero hasta que los seres humanos no entiendan y veneren este estado de cosas no entenderán nada, no conocerán nada, no podrán participar noble, digna y útilmente, no sabrán su lugar en el cosmos. ¡Qué horror! ¡Qué desgracia! Por ello todos los procesos calendáricos, sacromágicos, religiosos, naturales desde tiempos inmemoriales comienzan en Tauro pues allí se halla, en esencia, la Súper Partícula de la Creación, la Letra de la Divinidad, el Eco Primordial, aquello que da espíritu, inteligencia, alma, corazón, cuerpo y éter a cuanto emana del Ser Supremo y vive en cada una de las especies y objetos que abundan en los distintos planos y espirales. Quiera la Vida abrirle los ojos aquí en la Tierra a todas las personas y volverlas de veras hermanos y hermanas de corazón so pena de perder el paraíso y otra oportunidad de despertar, crecer, ser dichosas y ascender. Amén. Hari Om Tat Sat. Pax.
De Tauro a Aries. La ruta del Sol, los planetas y los signos. Obra del Autor. Caracas. 2011-2012.

No me gustan las corridas de toros. Nunca me gustaron. Tampoco los toros coleados. Ni las peleas de gallos y perros. Nada que los humanos hayan creado y confabulado para divertirse a expensas del sufrimiento de los animales y de otros seres humanos como cuando castigaban a los esclavos y los degollaban en sus circos romanos del cipote. ¡Esta barbarie apesta! No me gusta el entretenimiento y derrame de sangre absurdo, la fiereza, crueldad y sadomasoquismo de los que asisten a la “feria”. Pero reconozco que es un rito religioso antiquísimo y tiene sus connotaciones sacromágicas, ancestrales, míticas, que no se pueden quitar de la mente así no más y de un modo liviano y prurito aunque el tema fundamental esté tan tergiversado, profanado, maldito, y se haya vuelto demencial y peligroso para la supervivencia de la raza humana. Sin embargo, a pesar de todo el esfuerzo hecho por algunos artistas españoles, entre ellos Pablo Picasso, sigue siendo una ceremonia sanguinaria que debiera desaparecer a toda velocidad y sea uno de esos rituales negativos que no debieran suceder más en la Nueva Era a la que vamos a entrar pronto para que no sigamos manchándonos las manos de sangre, tripas, pelos, cicatrices y muertes demoledoras y sin sentido. Enamorarse tanto de la Muerte, como hacen los toreros o matadores y quienes crían toros de lidia es sencillamente una infamia, una aberración, un caso más de locura, insensatez, trastorno y criminalidad. ¡A los animales hay que respetarlos y entenderlos porque ellos están en nuestra cadena alimenticia, genética, genealógica, atávica, astral, vital, et cétera, y así como el mundo vegetal y el mundo mineral son parte de nuestro ser el mundo animal es un eslabón de nuestro animus y nuestra anima! ¡Hay que saber y aceptar que al inicio de todos los inicios todos los mundos eran uno solo! Es la Gran Obra en acción perpetua y debe venerarse, sino es un pecado.

Por otra parte, como he venido explicando y representando gráficamente todo estos años, creo a pie juntillas en la Sucesión o Secuencia de Fibonacci que se encuentra reflejada en incontables maneras en la Madre Naturaleza y que las escuelas iniciáticas decidieron emular geométrica y arquitectónicamente. Y aquí es donde la serie Phi entra a relucir pues en nuestro sistema solar hay 12 planetas y un solo sol visible (aunque hayan en verdad 13 constelaciones zodiacales, contanto a Ofiuco, y otro sol invisible o negro). Pero en el gran reacomodo planetario que vendrá próximamente la cuenta debería llegar a 14 constelaciones zodiacales pues se verá que Serpens está atada a Ophiuchus vel Serpentarius y el otro sol de nuestro sistema helíaco tenderá a desplazarse fuera del Sistema y desaparecer de nuestro incierto esquema gravitacional). ¿Pero qué tiene que ver todo esto con Taurus? Pues nada menos que el primer dígito (que se repite singularmente dos veces), el 1, lo simboliza Taurus y la letra griega Tau, nuestra osiríaca letra latina “T”. Esto no es por azar o casualidad. Cuando los antiguos astrónomos y astrólogos llamaban a la potente estrella rojo anaranjada Aldebarán, o Alpha Tauri, del árabe al-dabarān, la “Maestra de la Tableta” (una antigua iPad), era por razones profundas y eruditas. Ellos sabían, porque esos eran los conocimientos y las instrucciones que habían recibido de los Muy Amados Superiores Estelares, que el nutriente espacial especial residía en esta constelación y su compañera polar, Antares, en las antípodas, en la constelación de Escorpio. Si el Ojo de Tauro lo rellena Aldebarán, y este es el ojo clarividente que portaba también Isis-Hathor sobre la cabeza cual tótem simbólico, el bolígrafo, la plumafuente y el tintero con tinta celestial son las puntiagudas proyecciones de Antares en la mitad de la constelación del Águila y la Serpiente, conocida también como del Alacrán. Así que Tauro, además de liderizar el circuito zodiacal, encarna el no. 1 de la Sucesión de Fibonacci. Y esto no es poca cosa por cuanto ha sido y será siempre una élite espiritual que direccionará los asuntos arriba como abajo.

Phi mayúscula de Tauro hecha a la medida.
Obra del Autor. Caracas. 2005.

Para comenzar, el toro que se sacrifica cruel y salvajemente, representa ante más que nada a la constelación de Tauro y sus soles, como son Aldebarán, las Híades y las Pléyades, las Cabrillas Natatorias o Siete Hermanas, entre otras apelaciones. El torero, engalanado de luces, no es otro que Orión. Los caballos y sus jinetes armados de picas, los espectadores y los que ayudan a la matanza sistemática y ritualística, como los empresarios sanguinarios, simbolizan al Can Mayor que sigue  y obedece fielmente a Orión y teme su belicosidad. Ergo, es un drama, una tragedia heroica y hasta sobrenatural, de corte cósmico, que llegó a la Tierra y a ciertos de sus habitantes los ensimismó, enajenó y desfiguró tanto a nivel espiritual y material que todavía ignoran que en el Cielo se quiso representar una escena simbólica de combate intersideral a fondo, sin tregua, colmado de sacrificio, dolor, pena y gloria, que por no comprenderse su esencia debe ser olvidado de una vez por todas porque al profanarse no tiene ninguna utilidad, no alivia nada, no quita ni remite nada, no salva ni restaura ningún pecado, no describe la pasión de un gran Avatâra. Al contrario, por haberse profanado el acto eucarístico el sacramento de sol y sombra sigue anclándonos en el pasado, nos hace celebrar una pasión ridícula y absurda, una lucha a muerte sin resurrección, donde el Héroe Solar, engalanado de ropas vistosas que confunden, termina matando con la espada a un animal bravío, hermoso, orgulloso y temible, tipo Minotauro, que sólo por ser salvaje y fuerte no necesariamente merece ser martirizado y al final descuartizado y darle un placer y un gusto de borrachos y borrachas a una arena circular atiborrada de seres despiadados y fúricos que no entienden nada de religión y misas blancas de honor y respeto. Por eso, por más que sea un rito antiguo y de lejana procedencia que ha sido puteado, creo que las corridas de toros debieran eliminarse de una vez por todas de todas partes aunque a los españoles, latinoamericanos y descendientes de atlantes, que siguen atados a sus tradiciones sanguinarias y sanguinolentas, sigan conmemorándolas y se hayan olvidado del pobre diablo de Osiris que fue cosido a la piel de un toro y luego regenerado por la hechicería de su esposa Isis y clarividente hermana Neftis. Es hora que la especie terrícola se recupere, se reencuentre, le dé la mano cortés y respetuosa a sus hermanos los bovinos y bóvidos, le dé las gracias a las vacas y a los becerros que tanto les dan a diario pues hasta comen pasto y lo revigorizan periódicamente asentando y removiendo la tierra y la capa vegetal. La leche (con sus derivados) es lo más preciado y alimenticio, amén de los cereales, las leguminosas, las hortalizas, las frutas, las raíces, las resinas y las hierbas medicinales que tienen los terrícolas; y de paso puede decirse que en esa leche cremosa y tan nutritiva nadan los habitantes de las Pléyades, ese paralelo sistema celeste que tan cerca y vigilante ha estado de la Tierra durante millones de años. En consecuencia, por algo será que la vaca es bos primigenius taurus, un ser de cuatro patas del cual salimos todos y todas en algún momento de la Creación cuando no eramos más que un enjambre proteico, celular y molecular en vías de luz y de desarrollo múltiple, sorprendente y milagroso. Porque hay algo que quizás a muchos se les escapa y a mí me llamó la atención cuando era muy joven mientras me iniciaba en el mundo de la Astrología. Tiene que ver con el signo o ideoglifo de Taurus, que parece copiar, vincular y relacionar la fisiología cornuda del sistema de reproducción y sexual de la mujer con la apariencia frontal del bovino y el bóvido. El gráfico que sigue es bastante llamativo. Pareciera que los iniciados e iniciadas en la Antigüedad tenían mucha más información  de lo que suponemos. Otra prueba más de que fue en Tauro donde se inició el Germen inicial (y en Orión donde se pensó, elaboró, programó y orquestró el plan de este Grano Divino). Es la información que tengo registrada entre mis sienes y no copié de ningún texto contemporáneo. La información la tenemos Arriba. Por la mitología de Tauro se sabe que la muerte se supera o trasciende reciclando y mutando células, neuronas, psiones, energías, reemplazando switches.  

Ayuda mucho tener a Tauro tan prominente y fuertemente. Y por eso tomo este tema muy a pecho. Es con inmensa gratitud, respeto, veneración y admiración que compuse este trabajo sobre el toro negro que veía a cada momento cuando iba a España y cruzaba sus hermosos y conmovedores paisajes que tanto me acompañaron en varias encarnaciones y que gracias a mi mamá visité de nuevo. Esos toros de Osborne son inolvidables y cada vez que los veía desde el carro me ponían cientos y miles de años atrás en circunstancias surrealistas. Igual pasó cuando me ponía a ver los libros, las comiquitas, las películas y los paisajes de los Estados Unidos de Norteamérica donde el bisonte o búfalo americano pastaba, corría, bufaba, era una de las comidas principlaes de los pieles rojas que sólo lo cazaban para comer, vestirse, aprender de él a nivel religioso, etc. Yo nací y crecí en ese mundo de antaño y no lo olvido, está en mi corazón. Por eso no puedo aceptar que se quiera mutilar ferozmente a una criatura animal tan hermosa como destacada que además es nuestra hermana de sangre, aire, tierra, costilla y alma. No es posible. Además la bella Venus nace de la espuma en Tauro, en Libra, y eso es mucho más importante y crucial que matarlo sin piedad y tan injusta, cruel y desequilibradamente. Al menos Teseo se enfrentó de frente al poderoso y temible Minotauro. Por lo tanto, son muchas las razones que me empujan a observar que si no hacemos las paces con Tauro no vamos a poder alcanzar la Fuente Divina porque es aquí, en el mundo supersensible del Toro, en su esperma, su mar vaginal y nutritivo, donde reside el tesoro más encantado que no es otro que la Vida misma. Y, si hacemos esto, pasaremos de la sacralización del sacrificio sangriento y sanguinario a la magnificencia de la vida y del amor porque no puede haber nada que sustituya a Venus, a Dionisos, que tienen sus domicilios aquí, y a Selene, que se exalta en Tauro por razones geocósmicas, cosmobiológicas, vibratorias, arcaicas. Nada. Es más, cuando sabemos, porque los astrólogos y los cosmósofos nos lo indican, que la Luna o Kingu, en sumerio, se exalta en Taurus es debido a que la conexión y comunicación astral, cosmológica y platinada, fluye a través de la constelación del Toro. Esto no es poca cosa ya que los más antiguos calendarios, zodíacos y anales siempre arrancaban con las estrellas de la constelación del Toro y el sistema paralelo de las Pléyades, que lo determinaban y exponían abiertamente. Como se sabe esta zona de los cielos está muy vinculada a nuestro desigual sistema solar y al Universo Local desde épocas protohistóricas. Lo que he analizado acá se comprenderá mejor más adelante cuando las doctrinas de vida y no tanto de muerte rijan las existencias de millones de personas y la visión del cielo nos sonría de nuevo como debe ser.

Ahora me referiré a los colores. Cuando estaba trabajando entre 1976-1979, en New Delhi, en mi libro, New Heavens for a Free World, y llegué al tema de los colores adjudicados a cada una de las 12 constelaciones zodiacales tradicionales, cuando le tocó el turno a Tauro no dudé ni un instante. De inmediato pensé que el color o más bien la gama de colores que le pega a Tauro es el irisado o iridiscente. Ninguna otra constelación reune los 7 colores del arcoiris o se identifica con el arco de la diosa Iris que por supuesto tiene su sitial de honor en esta constelación tan amante de la vida, el coito, el amor, el ADNmt y la Naturaleza. Eso no es cualquier cosa y significa que esta es una constelación sin par, el puente de luz titilante que liga al Zodíaco con la Vía Láctea, a través de las 28 mansiones lunares, sieous chinos o nakshatras hindúes, el Arcoris que une astralmente a la Tierra con el mundo sublunar, lunar y solar, el orden galáctico y el Centro de la Galaxia, entre varias cosas divinas. Si todo esto se sabe, entiende, asimila perfectamente bien, se respeta, y Tauro, junto con las constelaciones que le son vecinas, representa un colosal foco de luz entonces cómo es posible que hayan espectáculos tan degradantes, intolerantes y destructores como las corridas de toros de lidia? ¿Cómo se puede atacar y martirizar tan absurda y ferozmente a un animal espectacular, criarlo y robustecerlo con el solo fin de perpetrar un crimen tan estúpido como irracional como el de matarlo rodeado de seres humanos que gritan, pitan, toman vino y se enloquecen cuando el torero lo vuelve medio loco y turulato hasta que al fin, tras herirlo tanto, lo atraviesa con su espada y luego hecho cadáver le cortan las orejas, el rabo o la pata y lo arrastran por la arena? ¡Da idea de que los terrícolas siguen siendo tan primitivos como en las Edades de Piedra, Bronce y Hierro, y en consecuencia no pueden salir de la 3D y vivir de un modo civilizado! Estos espectáculos son simplemente recreaciones públicas de misas negras o paleras que fieles invertidos practican en secreto con el objetivo de producir embrutecimiento e idiotez general.

Por último, además de Osiris y de los faraones y las faraonas, cuyos tronos siempre tenían al mítico y físico toro acompañándolos y brindándoles seguridad, fuerza, poder, autoridad y apoyo, son muchas las divinidades de otras religiones y creencias que tienen a los bovinos y bóvidos al lado de ellos y ellas y figurando de un modo prominente en sus teogonías, teologías, rituales, agronomías y riquezas de varias índoles. No olvidemos cuanto Indra, Shivá, Pārvatī, Hathor, Lao Tzu, respetaban a los bovinos y bóvidos y las tradiciones zen budistas de China y Japón donde aparece el cuadro de “La Domesticación de la Vaca” que narra cómo se progresa hasta alcanzar la Iluminación. Ya me referí a la importancia del bisonte en las tradiciones de los indios norteamericanos y cómo se entroncó su mito con el del buey de la Natividad del Cristo que trajeron los cristianos cuando invadieron Norteamérica. Desde que los humanos comenzaron a volverse más sedentarios el ganado bovino cobró gran importancia. Es difícil decir dónde surgió por primera vez el bisonte albino, el buey, el toro, la vaca, el búfalo, el bisonte americano o europeo, el yak, etc. Lo cierto es que estos animales son parte de nuestro inconsciente colectivo y se introdujeron en nuestras creencias y saberes de muchas maneras. Yo pienso que fueron nuestros guías extraterrestres quienes nos trajeron su simiente millones de años antes de que Tiâmat, la Tierra original, se partiera en pedazos. El Eterno Femenino ha debido jugar un rol clave en todo esto y tanto la carne como la leche, la mantequilla o manteca, el queso, la nata, el yogur, fueron depositados en el planeta para que no pasáramos hambre y sed y nos vistiéramos en caso de necesidad. Por otro lado, estos animales tan benéficos han hecho de sus excrementos, pezuñas y cachos fuentes de gran utilidad en muchos campos. La vaca es un ser sagrado en la India. Ellos lo saben desde antes del Último Diluvio Universal alrededor de 12.000 años atrás y por supuesto estoy moderándolo mucho. Si no fuera porque la leche es blanca, como blanca es la leche materna que nos regaló nuestra madre, o el semen, es posible que no se le diera tanta importancia porque nada sucede por casualidad. Como es arriba es abajo. Estos son los 7 toros de lidia, uno por semana, 28 al mes, 365 al año ahora, que arrancan a partir de 00º00’00”de Taurus, del seno de la Unidad Primordial y la Unión Primigenia (ver ilustración) que esbocé mientras vivía en India y trabajaba para el futuro de la Humanidad. Si no hubiera habido un Germen Inicial Triple AAA, potente, sano, de buena crianza, los Gemelos Idénticos, Mellizos o Morochos no se hubieran podido tratar, casar y reproducir. Universalmente hablando, todo tiene su lógica o ilógica, su razón de ser, su principio generador.
Signo o ideoglifo para Transplutón o Baco, corregente junto con Venus de Tauro. De la obra,
Transpluto or Should we call him Bacchus. The Ruler of Taurus? por John Robert Hawkins.

A continuación, entresacaré varios párrafos (págs. 60-64) de Magdalene’s Lost Legacy –Symbolic Numbers and the Sacred Union in Christianity, publicado en 2003 por Bear & Company, una división de Inner Traditions International, un libro interesantísimo de la brillante erudita, escritora y teóloga norteamericana, Margaret Starbird, que compré en Burbank, California, el 6 de abril 2005, cuando ya el buen Papa Juan Pablo II había agonizado, los cuales resultan muy apropiados y no están fuera de contexto.

“As dangerous as the threat of conflagration inherent in the rampant male principle 666 is the unharnassed power of the feminine principle, the 1080. In its extreme it becomes the raging floodwaters of the irrational, anarchy, madness, a murky swamp, or a bottomless pit. Balance, thus lost or destroyed, needs to be reestablished according to the archetypal model for wholeness. The Star of David mandala –the sacred marriage of the 666 and the 1080- must be made conscious -taught, honored, and cherished- and allowed to illuminate us. Only in balance are the principles safe and life enhancing. When one is ascendant and the other neglected, as has happened globally over a period of several millennia, the entire society becomes warped and distorted. The sinister shadow of the repressed and neglected feminine –Eros denied!- now rears her ugly head in the dissociated, violent, and rebellious behavior of undisciplined youth, criminals, and terrorists. Scorned as bride and partner and denied a position of honor, she becomes a hideous Medusa lashing out to cause destruction to the fundamental institutions on which the human family relies: government, church, school, and family –civilization itself. This assessment of the fundamental crack in Western civilization appears to be simplistic, but we are dealing with the scorning of a powerful archetype –the bride- which has enormous consequences for a planet whose nations perennially honor male preferences and pursue policies oriented toward the exercise of power.

“Violent aberrant behavior is often manifested by persons who suffered deprivation and abuse during childhood –a condition currently prevalent in the global family. Where is the tender concern of a nurturing mother for her offspring? In worshiping a god of power and might whose will is interpreted by a patriarchal hierarchy of powerful prelates, we are creating the very wasteland we fear, for according to esoteric wisdom, ‘as above, so below’. What we worship, we become. We are creating the wasteland for which clear-cut forests, scarred mountainsides, dying species, and melting icecaps are but tragic examples. The abused children, the exploited laborers, the maimed veterans –and the planet herself- cry aloud for reprieve! Our civilization is reaping a bitter harvest of the bride denied. When the patriarchs of early Christianity supplanted the model of sacred marriage that was at the heart of the infant Church and denied Mary Magdalene as the consort of their sacrificed bridegroom/king, they could not have foreseen the tragic consequences of the broken mandala…

“In the esoteric Hebrew tradition the Holy of Holies was understood to be the marriage chamber where the union of Yahweh with his counterpart, the Shekhinah, was consummated. With the destruction of the Temple of Jerusalem, so goes the Jewish myth, the covenant relationship of Yahweh and the Shekhinah was disrupted. Yahweh returned to the heavens to reign alone, while his bride was forced to roam the earth in exile, like the community of Israel in Diaspora. The remnant of Israel, the devastated community, is depicted as the desolate widow Jerusalem in the Jewish apocalyptic books of Lamentations and Baruch, where the dark ‘Widow of Zion’ is abandoned and distraught… The Shekhinah, the immanence or ‘feminine’ aspect of God, rests in the people of the community, and so shares the fate of Israel, the ‘daughter of Zion’ represented by the dark bride, now widowed, abandoned, and reviled.”

Sin embargo, como se lo he venido repitiendo a mis hermanos masones desde el año 2000, ya no hay más “hijos de la Viuda”. Ésta se reintegró con su amado esposo y dejó de ser viuda. ¿Cuándo lo entenderán? ¿No se dan cuenta que Horus está vivo, corriendo, haciendo cosas? Bueno, no queda mucho que añadir al texto precitado. El juicio de Margaret Starbird es claro como el agua y penetrante como el plomo… ¿Dónde está la vaca lechera? ¿Hasta cuándo picarán en pedazos a las terneras para convertirlas en tenderloin steaks? Un documental horroroso de 1966, en México DF, sobre los mataderos, terminó de inducirme a volverme naturista y vegetariano. ¿Dónde está el toro negro viril y magnífico? ¿El buey tan trabajador? ¡Ejemplos de la creatividad y el esplendor divinos! ¿Por qué el mitraísmo, en Roma, y el cristianismo, en el mundo entero, no lograron comprender el rito ancestral?

Siguen algunas representaciones hechas a lo largo de los años en Caracas, París y México DF. Mi estilo pictórico, realizado a mano, es ingenuo, infantil, primario, a lo japonés, uránico y simbólico. Ahora casi toda mi producción artística es hecha en la computadora, un canal de expresión extraordinario que remedia mis fallas por falta de escuela y pedagogía elementales. Lo prolífico manda.

El Toro Negro de Osborne y las Pléyades. Versión de la publicidad de la marca del brandy de Jerez Veterano del Grupo Osborne. Símbolo de la cultura española. Sobre el lomo coloqué el famoso disco celeste de Nebra, en Alemania. Se cree data de la Edad de Bronce (1600 a.C.). Obra del Autor. Caracas. 2012.