viernes, 10 de julio de 2009

100. AAHZF. La Sorprendente y Asombrosa Alta Frecuencia Zen: ¿pueden crearse seres vivos con frecuencias inverosímiles?

AAHZF. La Sorprendente y Asombrosa Alta Frecuencia Zen: ¿pueden crearse seres vivos con frecuencias inverosímiles? ¿por qué deben crearse pronto seres fantásticos y armónicos que repueblen la Tierra? Primera Parte.

1-6-1963. El ser auroral tendrá brazos de 100 kms. de largo, manos de 50 kms. y dedos de 25 kms. Las piernas olímpicas podrán cruzar sin ninguna dificultad los continentes y los océanos. El torso leonino, los genitales neptunianos y la cabeza muy, ¡pero muy grande! Y un faro rosado en el centro de la frente. ¡Es el cíclope del siglo XXII! Yo no creo que tendrá que ir de un lado para otro. ¡Estará en todas partes al mismo tiempo! ¡Será omnipresente y magnífico como Dios!


El Orgasmo de Dios
, 2nda. Edición, página 349. Colección Siete Rayos. Fuentes/Pomaire. Caracas. 1992.



Mapa de púlsares observados con el Telecopio Espacial Fermi de Rayos Gamma. Ilustración y colaboración de NASA, DOE, Fermi LAT.

Explicación de la imagen en inglés: “Born in supernovae, pulsars are spinning neutron stars, collapsed stellar cores left from the death explosions of massive stars. Traditionally identified and studied by observing their regular radio pulsations, two dozen pulsars have now been detected at extreme gamma-ray energies by the Fermi Gamma-ray Space Telescope. The detections include 16 pulsars identified by their pulsed gamma-ray emission alone. This gamma-ray all-sky map, aligned with the plane of our Milky Way Galaxy, shows the pulsar positions, with the 16 new Fermi pulsars circled in yellow (8 previously known radio pulsars are in magenta). Bizarre stellar corpses, the Vela, Crab, and Geminga pulsars on the right are the brightest ones in the gamma-ray sky. Pulsars Taz, Eel, and Rabbit are named for the nebulae they are now known to power. The Gamma Cygni and CTA 1 pulsars at the left also reside within expanding supernova remnants of the same name.”
Fuente: http://antwrp.gsfc.nasa.gov/apod/astropix.html


Creo que será inevitable que lleguen a la Tierra seres del espacio exterior y, se produzcan, por otro lado, en la Tierra, de un modo u otro, sea por inseminación artificial, copulación genital y sexual, o copulación telepática y teledirigida, a corta y a larga distancia, bebés humanos con frecuencias fantásticas, inverosímiles, maravillosas, porque para ser totalmente sincero, franco y honesto, no veo cómo podremos tener una Nueva Era, una Era de Luz y Renacimiento, una Era Ateniana o Super Ateniense, en el sentido más elevado, libre, avanzado y periclesiano del término "democracia". Estas ideas han estado rondando en mi cabeza desde que era muy joven y vi por medio de la intuición lo que se iba a presentar en el futuro. Bueno, ya estamos casi allí. La distancia entre lo que veía a mi alrededor y lo que presentía sería la nueva Humanidad era enorme, prácticamente fantasmal y fantasmagórica, abismal e inverosímil en dos palabras. Y a medida que fui creciendo me di cada vez más cuenta de la separación entre la realidad y la utopía. ¿Cómo crear seres que fueran puros, buenos, valiosos, probos y valientes, inmunes a la degradación, la corrupción, la oxidación y la animalización? No podían ser nazis ni fascistas, tampoco androides o robots, debían tener las peculiaridades de una buena reserva y mezcla de genes pero sin las taras, los handicaps, los microbios y los virus y la depreciación hereditaria atávica o ancestral, causada por milenios y milenios de guerras, peleas, conflictos, rivalidades, enfermedades, y una larga retahila de impurezas y bajas pasiones que rayan en la demencia y la idiotez. ¿Era posible que se concibieran seres humanos buenmozos, atléticos, fuertes, caritativos, inteligentes y sensibles, libres de porquerías, aberraciones, desviaciones, perversiones, atrocidades, cables partidos, de mala calidad, cambiados y confundidos? Mientras, crecía, vivía, sobrevivía y escribía, o pintaba mis pensamientos, reflexiones e ideas, seguía dándole vueltas a la cabeza, buscando porqué los terrícolas eran tan impuros, traicioneros, coléricos, violentos, rencorosos y contradictorios, porqué eran incapaces de vivir en paz y a gusto unos con otros, sintiendo placer y concupiscencia en la venganza, la codicia, la avaricia, la profanación sexual y religiosa, la procreación y la violación, porqué preferían matar, dañar, robar, saquear y ultrajar que tener bellos jardines, buenas bibliotecas, salas de conciertos, buenas escuelas, hermosos spas, respirar aire sano o disfrutar de las infinitas creaciones de Dios en compañía de las plantas, los animales y los metales. Y he llegado a la conclusión que esperar que haya una rectificación, regeneración o ruptura con un pasado archimilenario o más bien archimillonario es imposible. Tarea perdida. Los seres humanos de acá no tienen remedio. No quieren cambiar, sólo unos pocos se han tomado la molestia de alterar no solamente sus hábitos, costumbres y situaciones, sino que han hecho esfuerzos sobrehumanos para enseñarle y darle a sus contemporáneos y descendientes nuevas y buenas formas de vida. Muchos, o casi todos, han terminado crucificados, ahorcados, estrangulados, envenenados, empalados, cañoneados, flechados, degollados, torturados, asados, baleados, decapitados, enloquecidos y matados a quemarropa o en cámaras de gas y chimeneas. La lista es larguísima y da pena ajena ver y palpar cuánto fracaso, cuánta derrota, cuánta falta de felicidad, fé y respaldo, cuán ruin ha sido la Humanidad salvo contadas excepciones consigo misma. He llegado a pensar que la mayoría de las personas son sadomasoquistas y por eso se niegan a tener buenos y juiciosos gobernantes, líderes y representantes. Prefiere a los torturadores y a los déspotas, a quienes los hacen infelices y disminuyen. Increíble pero cierto y tan difícil de entender. Y hoy, a cambio, ¿hay cambio, existe de veras una luz brillante, auroral, fulgurante y formidable, o son más bien ídolos de barro que la sociedad adora y se desvive por ellos una y otra vez hasta dejarlos vacíos? Seguimos igual que antes y que anteayer y, si ya a los 19 años me quejaba, hoy con más razón que nunca pego el grito al cielo. Es muy triste y desolador presenciar que buena parte de la Humanidad, rica o pobre, blanca o negra, del Norte como del Sur, está tan desorientada y confundida, tan desunida e impotente, que no se da cuenta de los peligros que la rodean y acechan o de los pasos que debe dar para saltar la talanquera moral, ética, económica, social y cultural y dejar atrás lo que la acogota, atosiga, desmembra, empobrece, somete, esteriliza y desanima. ¿Podrá la Humanidad saltar y pasar por encima del charco, la cloaca, el abismo, el pantano, la arena movediza? Casi imposible, diré yo. Habrá que poner mucho de lado, deshacerse de cosas inútiles y peligrosas, hacer de tripas corazón, autosuperarse y autoreciclarse, requeteesforzarse, hacer posible lo que parece imposible, hacer magia. Me temo que serán pocos y pocas las cabezas, los corazones y las almas que no se dejarán turbar y perturbar, distraer y desmejorar, arrinconar y adormecer más todavía, que no se dejarán violar y culear por la abominable puta de Satanás, y permanecerán intactos, incólumes, puros, íntegros. ¿Cuántos caballeros quedarán, cuántas heroínas subsistirán, cuántos monstruos venceremos, cuántos horizontes amanecerán?

Ante tal panorama no queda sino una alternativa pues el planeta todavía debe seguir girando muchos miles de años más alrededor del Sol, la extinción del Sol no tendrá lugar ni a corto o mediano plazo, y nuestro sistema solar, obedeciendo órdenes venidas de esferas superiores, mucho más civilizadas, y ordenadas, está entrando a una fase nueva, más elevadar y refinada. La Tierra no puede ni va a quedar fuera de esta etapa astrofísica y cosmológica muy progresista que la va a tocar directamente por cuanto una de las razones para la evolución en marcha es recoger la mayor cantidad de “ovejas negras” regadas por el espacio sideral y el planeta Tierra, llamado Saras, que significa dolor, es precisamente una de estas ovejas descarriadas que deberán retornar al convoy del Buen Pastor (Arcturus). Entonces, ¿qué hacer, terrícolas? ¿Tendrán que venir nuevos mutantes, nuevos especímenes, nuevas inteligencias, más amplias, libres, tolerantes, pacíficas y creativas que las vuestras, nuevas almas deslastradas del casi insondable pozo séptico que os ha precedido, con sopotocientos millones de cadáveres ensangrentados a cuestas caídos a causa de vuestras horrendas, terroríficas e irracionales guerras de religión y de ideologías fanáticas que parecían no acabar nunca y sólo lograban producir dolor, angustia, ansiedad y sufrimiento, cada vez más desconcierto, pesimismo, destrucción, furia, círculos viciosos y crisis sin soluciones? ¿Será pues posible que surja –pronto- una nueva Humanidad que pueda desvincularse de su horroroso y bestial fardo, bulto y kharma, sea capaz de comenzar de nuevo y levantarse de las cenizas, entender lo nuevo que viene en el plano global y cósmico? ¿Será capaz de rehacer, resolver, transmutar, sublimar, transformar la mierda en miel, la pornografía en erotismo divino, la maldad en bien, la rabia en dulzura, la estulticia en sabiduría, la mentira y el deshonor en honor y autenticidad, la fealdad en beldad? Estas son algunas de las preguntas y algunas de las respuestas que se nos vienen a la mente.

¿Será posible crear seres fantásticos y buenos como los que salen en los cuentos de hadas, fábulas, leyendas, mitos, epopeyas y sagas? ¿Como en las comiquitas románticas de acción, aventura, heroísmo e idealismo que leíamos cuando eramos chicos y chicas haciéndonos soñar y soñar y seguir creyendo en valores y virtudes que los adultos y las adultas lanzan en el pipote de basura? ¿Habrán suficientes padres y madres dispuestos a traer al mundo formidables seres angelicales, dioses y diosas o entonces semidivinidades, infables maestros y maestras atemporales, jefes portentosos, inventores y artistas o bien empresarios creadores y originales que quieran y puedan reemplazar lo infernal por lo celestial, lo mediocre por lo distinguido y prístino? Si los hay, me anoto, y correré a ayudarlos y ayudarlas, porque la salvación del planeta Tierra yace en estos buenos samaritanos y dulcineas dispuestas. Pero, si el planeta no está en capacidad de producir una nueva generación de humanos y humanas o simplemente no le interesa o no entiende porqué hay que hacerlo a toda costa, entonces no se quejen más adelante, apriétense los pantalones y echen a correr a toda mecha cuando la ola esté por aplastarlos y el mundo se les venga encima porque el Juicio Final ya está tocando nuestras puertas y Anubis llega de sopetón. Lo que viene no es precisamente una conga o una rumba flamenca. Si viene la Destrucción y el Exterminio será porque los mismos hombres y las mismas mujeres de ayer y de hoy lo desearon por re o por fa, lo pidieron y para colmo se hicieron los locos. Y entonces se sabrá que el rescate y el socorro deberá venir de Arriba, habrá que aceptar nuevas reglas y disposiciones, nuevos arreglos y remedios en todos los niveles que obligatoriamente hará que la nueva Tierra termine abruptamente un largo ciclo, una prueba de fuego evolutiva que no quiso acometer y probar, con hombres y mujeres de otras longitudes y latitudes astrales y espaciales que la ocuparán, protegerán, cuidarán y amarán con creces. Eso ha pasado y puede volver a suceder. ¿Cuántos recuerdan que Adán y Eva fueron expulsados de sus cuerpos celestes originales y transferidos a la Tierra muchos eones atrás? El Paraíso estaba fuera.


Montaña rusa en Luna Park, Melbourne.
Foto Stevage. 2007. Fuente:
http://en.wikipedia.org/wiki/File: Luna_Park_Melbourne_scenic_railway.jpg


Sólo el Amor o el Genio Universal puede salvar al planeta, hoy enfermo y necesitado, en terapia urgente, para una cura integral. Pienso que, a pesar de tantos desafueros, desagravios, exageraciones, improperios e insultos, traiciones, vilezas y humillaciones, abusos y excesos, vulgaridades y groserías, hipocresías y falsedades, desencantos y desmoralizaciones, irrespetos e insultos, egoísmos y crueldades, y cúmulos de malísimos ejemplos y errores garrafales en la conducción de nuestras vidas en privado y en común, numerosos niños y niñas índigo, diamante, cristal, coral y moldavita están llegando al jardín infantil y al recreo del planeta en son de paz, lumbre, alivio, fortaleza, diversión, ricura y progreso. ¡Nos vienen a alertar y preparar! Todavía hay esperanza, no todo está perdido, hay Tierra para largo, podemos meter en un convoy de cohetes gigantes a todos los energúmenos, frenéticos, destemplados y rabiosos en dirección a un planeta de un sistema solar más primitivo, etc, etc. Pero, que quede claro lo siguiente: ya la carrera se largó, estamos pedaleando a toda máquina en plena etapa contrarreloj y es preciso actuar bien, pronto, en equipo, con sagacidad y aplomo, sino es posible que perdamos la carrera y nos desbaratemos al caer y rodar por la carretera. ¡Qué tragedia sería! ¡Que Âtén nos anime, ilumine y guíe, durante todo el trayecto que le queda a esta montaña rusa que debemos controlar! ¡Nos resta saber cómo sortear imaginativamente los malos momentos, con altura, serenidad, firmeza, sin crispaciones, infartos, alucinaciones, sin perder los estribos y vomitar ni gemir y llorar desconsoladamente! ¡No nos dejemos vencer y siquitrillar! ¡Fuerza, adelante! ¡Debemos actuar, madurar, enseriarnos y esclarecernos unos a otros!

¡Que la Luz Amada os envuelva! Paz Adonai. Om-Shalom.

Caracas, 9-10 de julio del 2009