miércoles, 23 de noviembre de 2016

¡Seguimos pensando y defendiendo ideas extremistas y excesos de todo tipo!


El pesadísimo bulto del decrépito Saturno en mi horóscopo natal me hizo ver que el extremista de Plutón o Hades también puede tumbar y hasta llevar a la postración y la muerte en casos extremos y por lo tanto el agravado de Saturno es menos malo que el excesivo de Plutón. He aquí unos pensamientos que le suministré a una interlocutora en mi blog que sirven para poner en claro lo que pienso acerca del exceso (por ejemplo, un exceso de alimentos provoca obesidad, como señala el diccionario multilingüe que Apple, a la que le he sido muy fiel, me colocó de gratis en mi ordenador MacBook Pro 17”, que ya no se fabrica más, lo cual considero un error):

1. Demasiado calor te derrite, tuesta el cerebro y pone tonta o tonto.
2. Demasiado frío te paraliza, congela el cerebro y pone lívida o lívido, si no mata.
3. Demasiada derecha o extrema derecha te fanatiza, demasiada izquierda o extrema izquierda te fanatiza.
4. Demasiado alto no puedes ver hormigas y microbios, demasiado pequeño no puedes recoger mangos de un árbol.
5. Demasiado brava no ríes, demasiado serio no ríes.
6. Demasiado criticona no tienes sentido de humor, demasiada callada no hablas y expresas.
7. Demasiado vino te emborrachas, demasiado abstemio no disfrutas ni juegas.
8. Demasiado, ¡qué vaina, me pierdo del sol que está en el centro del sistema solar, me da calor y vida, amén de luz!
9. Demasiado es tan excesivo y extremista que no veo los detalles y no me puedo equivocar o arrepentir porque creo que siempre tengo la razón, siempre soy arrogante, no puedo remendar mis excesos y me creo infalible.
10. Hablo demasiado y no dejo hablar a los demás, hablo demasiado poco y parezco mudo y los demás me comen con sus palabras.
11. Demasiado es demasiado y por lo tanto quiero seguir en el ruedo y salir cuando me da la gana. Soy flexible.
12. Me contradigo porque sé que cada palabra, cada pensamiento, tiene su doble y por lo tanto a veces erro y pido disculpas porque me pasé de largo o de ancho y debería más bien buscar el centro que me conduce a tu corazón y al centro de tu inteligencia. Porque si me voy por las ramas no llego al tronco o a las raíces. Guindo y me caigo. ¡Paf!
13. ¡Mira que hasta Donald Trump se ha echado para atrás, qué bueno! ¡Imagina si Hitler y Stalin no se hubieran excedido en sus diatribas, delirios y absurdas ideas! ¡Insanos y peligrosos idiotas en esencia!
14. ¡Piénsalo, no es descabellado tratar de que nuestro coche no se estrelle porque nos excedimos en la velocidad! ¡Llegaremos a la playa y la montaña que disfrutaremos!

No hard feelings. Cool, woman! No crazy limits!

Así que, como he dicho en repetidas ocasiones, mi vía es la vía del medio, del centro, del núcleo, pues si voy a extremos me desequilibro, pierdo la perspectiva, el zoom, el horizonte, mi centro de gravedad, no distingo sino unas pocas luces enfrente y alrededor, me vuelvo avaro, codicioso, desdoro, miope, excesivamente subjetivo, o megalómano, tirano, obcecado, misántropo y misógino, por creer que lo que está frente a mis narices es lo único que hay, lo que veo chiquito es gigante o es gigantesca la letra minúscula, etc. ¡Quiero comandar mi nave y no zozobrar como un pendejo o iluso que por perder la cabeza se jodió y se fue a pique!  

Caracas, 23 de noviembre de 2016