domingo, 7 de diciembre de 2008

33. El Hombre y la Mujer Solares: Mitos e Historias a la vez con Cerebros Unidos

Mândala de los indios piel roja de Norteamérica. Versión inspirada del Autor. Caracas. 2002.

Ni tanto ni tan poco. Es bueno el cilantro pero no tanto. Dichos populares.

El tema solar ingente a los seres prototípicos y logosóficos, axiales y preponderantes, que han tenido que ser importantes y mesiánicos en su mundo cultural y dejaron huellas profundas en la Historia es complejo, complicado, engalletado y confuso, y no es para menos. Es cierto cómo cada vez más saltan a la vista, gracias a la globalización y la rapidez de los medios de comunicación que nos permiten saber en un triz lo que han pensado y piensan otros y otras, los asombrosos parecidos y las similitudes entre Quetzalcóatl, Bochica, Hércules, Horus, Attis, Bacchus-Dionisos, Mitra y Jesucristo (y muchos otros seres solares divinizados anteriores a todos éstos que nombré). La profunda influencia que ejerció el Antiguo Egipto sobre el cristianismo y la gnosis no se debe descartarse e ignorarse. Es obvia, excepto para los fanáticos y los ignorantes. Pero tampoco no es menos cierto que Jesús existió primero en carne y hueso y luego en astral y dejó su marca aunque su existencia se prestó paulatinamente para la mitología propia del cristianismo y del planeta todo adonde llegó el hombre europeo blanco y conquistador en su afán de dominarlo todo a sangre y fuego (como también han hecho todas las razas y todas las etnias).

Ocurre que las vidas del Héroe y la Heroína Solares -al servicio del Sol- se adapta a ciertos patrones universales y la concordancia, conjunción, semejanza, interpenetración y sincronía es propia también de los héroes y las divinidades solares. En la vida de los grandes hombre, así como en la vida de las grandes mujeres, está escrito por el mismísimo Dios de los Universos Diseminados e Interconectados a lo largo y ancho del Kosmos que sus existencias adopten una marca, un estilo y un canon sagrado y que éstos se ciñan obligatoriamente -como obligatorias son las órbitas planetarias y estelares- a ciertos lineamientos que ni ellos podrán controlar después que nazcan aunque se empeñen con toda su voluntad de hierro en doblegar las ciclópeas voluntades cósmicas. Si deben encarnar, nacerán de acuerdo a un ritual cíclico, una regla o norma astronómica y astrológica sobrehumanas. Si deben crecer, crecerán sobre la base de un plan calendárico, celestial. Si deben amar, triunfar, fracasar, apurar y esperar, etc, tendrán que seguir una pauta particular y especial, un precepto, un manual santo e inmemorial que quizás entiendan y aksepten del todo de buenas a primeras o quizás les toque por motivos cósmicos también rebelarse ante ellos y mostrarse inconformes con sus estatutos draconianos y exigentes. Pero tarde o temprano vendrá el momento cuando sus carnes se espiritualicen y entiendan que todo tiene su luz, verdad, razón de ser, y sabrán que ellos y ellas no vinieron al mundo para que éste se ciña y amolde a sus propósitos telúricos, sino todo lo contrario, para que cual abejitas y hormiguitas cumplan una misión de vida cósmica de profundo sacrificio y dedicado servicio al Gran Designio del Gran Espíritu que es Gitchi Manitou. Y aunque se destaquen también será natural y hasta necesario y fundamental que se agiganten y desproporcionen sus hechos, proezas, pruebas y derrotas, y se les compare con otros Hombres y Mujeres Solares anteriores y distantes o se les eleve y distinga como estrellas, lunas, constelaciones y nebulosas, e incluya en el rostrum de semidioses y semidiosas y hasta de la mismísima Divinidad, y se les conceda el sublime título de Hijos o Hijas de Dios, cuando, en verdad, no existe nadie que no lo sea o llegue a serlo en condiciones especiales o extraordinarias.

Entonces que quede muy claro lo siguiente: la Humanidad no inventa nada que no esté ya escrito de alguna manera en las hojas en blanco o a color en el Cielo. En otras palabras, el mito es una consecuencia, no la causa, que se debió al hecho extraordinario, inaudito e insólito protagonizado por el héroe o la heroína solar que viene con una misión de vida desde que nace, seguramente con un cerebro muy unido y sincrético, un cuerpo calloso bastante lubricado que permitió que los dos hemisferios cerebrales trabajaran en equipo, coordinada y combinadamente. Un flujo neural libre en el cuerpo calloso libre de «tropiezos» y «galletas de tráfico» hizo que en ocasiones estos Hombres y Mujeres Lunisolares o Solilunares fueran ambidextros o artistas y científicos y diplomáticos, osados, arrojados y temerarios a la vez. Los genios rompen viejas reglas y establecen unas nuevas en cuestión de horas, es decir, inventan en el acto. Eso lo he notado una y otra vez en los talleres mecánicos. Cuando algo no sirve el mecánico se las ingenia para que un problema se solucione o al menos surja una alternativa viable que sirva de reacomodo y reemplazo. Igual pasa con el ingeniero, el arquitecto, el artista, el médico terapeuta o el científico que sabe que la Naturaleza se amolda, se pliega, se flexibiliza, se dobla, como la rama de un árbol, si las condiciones ambientales y de las cosas lo permiten, si la inteligencia humana se interna y contacta la inteligencia de la materia y la energía que la arropa que en suma equivale a trabajar en equipo con la conciencia o el espíritu de las cosas materiales e inmateriales a la vez o por turno. Por eso, las grandes lumbreras espirituales no hacen más que trabajar con el ser o espíritu de los objetos, nada inanimados por cierto, y de un modo mágico encuentran la solución, la llave de luz. Ellos mueven, movilizan energías. Cargan su mercurio a todas partes pues son agentes de vanguardia y no pueden quedarse quietos. ¡Son electrodinámicos, los nervios del mundo! ¿Acaso lo notan las gentes? No creo. Será después.

Así que todo es cuerpo, poro y válvula, todos son fluidos, campos electromagnéticos y energías que oscilan, se buscan, se juntan o separan, se compenetran y pasan de un lado a otro del taller de trabajo, donde operamos y existimos, las materias nos asisten, sea cual sea la profesión o grado que tengamos. Todo obedece a un calendario, un horario, un océano de vibraciones conexas, un equilibrio inducido, un momentum, una composición musical, un más y un menos. Un Orden. El arte consiste en darse cuenta y trabajar con las energías. Y sigo pensando igual que hace siglos: todas las personas debieran hacer una pasantía en un taller mecánico, tener una manualidad, realizar un trabajo izquierdo a la par que un trabajo derecho. En especial los aspirantes a las ciencias políticas, gerenciales, administrativas, legislativas, judiciales, filosóficas, profesorales, etc. Nadie debiera tener grandes responsabilidades sin pasar por una escuela, por la práctica empírica, al pie de un Maestro o una Maestra que nos instruya y cultive, nos enseñe el valor de nuestras manos, nuestros pies, nuestros sentidos y nuestras percepciones, para que cuando crezcamos o maduremos nos iniciemos y seamos útiles a la sociedad. Es fundamental.

Hasta los dementes e idiotas pueden dejar de serlo. Sufrirían mucho menos, si pudieran reequilibrarse, reformularse, rebobinarse, reacondicionarse, reajustar sus sistemas disfuncionales. Creo que los Maestros Volta, Lavoisier, Faraday, Maxwell, Hertz, Westinghouse, Edison, Tesla, Ford, y todos los inventores e ingenieros que pusieron su genio y alma en pro del progreso nunca serán suficientemente honrados y reconocidos. La ingeniería, la medicina, la filosofía, la mística religiosa y paranormal, la arquitectura, la física y la geometría sagrada tienen muchísimo en común, muchísimo más de lo que Ud. se imagina. Son disciplinas hermanas que deben interrelacionarse cada vez más porque no veo diferencia alguna entre un motor eléctrico, híbrido o espacial, y el cuerpo humano a cualquier nivel, sobre todo al mental superior o al etéreo y multidimensional. Leonardo da Vinci lo demostró. También Julio Verne. Tenemos que ir hacia el Ser del Renacimiento Sin Límites cuando todas las ideas y materias del saber se hermanarán y aceptarán por igual pues todas se retroalimentan de un mismo suelo, tronco y copa. ¡Si hacemos esto, el progreso terrícola dará un brinco que se perderá de vista! ¡El oro espiritual más el oro material serán miliunochescos! ¡Será la Parusía! ¡Navidad sobre la Tierra, como quería A. Rimbaud!

Aunque suene fantástico, inverosímil, increíble, y una persona haga cosas que otros no se atreverían a hacer, el sólo hecho que lo haga bastará para que la imaginación escolástica, erudita y esotérica o popular se encienda y exceda, y salga de repente un cuento, una novela, un poema sinfónico, una saga, una ópera wagneriana que posiblemente tendrá mucho, poco o casi nada que ver con la realidad que lo generó y originó in illo tempore. Pero algo o mucho habrá de cierto eventualmente y eso bastará para que no se deba repudiar la historia, quizás banal, que sirvió de base con tierra negra y lombrices adjuntas. La poesía, el drama, la pintura y la música son el ejemplo más claro a lo que me estoy refiriendo, especialmente cuando se trata de transmitir un conocimiento importante. La imaginación –eso de soñar, dejarse llevar y ver en imágenes fractales y superpuestas la Realidad sin Límites o Súper Realidad- es también parte de nuestra idiosincracia y psiquismo y por eso, valga la redundancia, el arte libera para que la imaginación lleve a cabalidad las ideas y los sentimientos y emociones más fuertes, deslumbrantes y descollantes. No nos encasillemos y tapemos, no nos desprendamos del resto del Kosmos (más increíble y sorprendente de lo que suponemos). No pensemos que Apolo, Osiris, Isis, Horus y Set nunca vivieron en la Tierra y que dioses y diosas venidos de Canis Major, Lyra, Cygnus, Ursa Major y las Pléyades no estuvieron acá tras desembarcar de sus naves nodrizas y platillos volantes. Que Jesús y Apolonio de Tíana no eran originales y no hicieron milagros. Ellos vinieron y actuaron en la medida de sus posibilidades, pero los demás, quienes componemos la sala del espectáculo, cumplimos decorando sus hechos, proezas y dichos embelleciéndolos hasta el cielo. Como decía Séneca, «nada de lo humano me resulta extraño». A fin de cuentas, tanto actores y actrices como el público en general juegan roles fundamentales y ninguno puede vivir sin el otro, ambos son necesarios. En el reino de Dios todo es importante, todo vale, y hasta los demonios son necesarios para que los ángeles puedan realizar sus trucos y milagros y hacer reir a los niños y a las niñas con sus morisquetas y bufonadas, prodigios y hasta locuras de vez en cuando. OM-AUM. Amén y Âtén.

A lo largo de los siglos las mândalas -o círculos de poder y gracia estética y religiosa- fueron creadas para que las gentes supieran las maravillas que tienen por dentro. Pero por falta de educación estas bellezas no nos enseñaron a quererlas y apreciarlas. Es hora de que recapacitemos y nos empatemos en una de mucho arte y cultura para que las mândalas nos ilustren y abran el camino. Eso pienso yo.

33 Brillo Cervical
dedicado al pulir la entrada a mi nieto Rafael Andrés De Los Ríos Boulton

La Aguja Magnética de los Cielos

Galaxia espiral Remolino. Constelación de Canes Venatici. Foto NASA.

El Signo de la Oca ha sido fundamental para que nuestra civilización perdure y avance. Nuestros hermanos los patos, gansos, ánsares y cisnes han sido y son algunos de nuestros soñados guías y protectores. ¡Honor a ellos y a Pyotr Ilyich Tchaikovsky!

Sigue un extracto de: Los Antiquísimos Orígenes de la Astrología (1994). De la obra: Los Fuegos Santos de la Revolución (1975-2002).

La Aguja Magnética de los Cielos. La Aurora Polar Universal. Los todopoderosos y omniscientes KHORIOS y sus iónicas y fecundas proyecciones: sus hijos e hijas, los maravillosos LOGOS CRUZADOS.


¿Qué fue lo que le revelaron estos seres cósmicos a los aborígenes prehistóricos que por fin habían logrado pararse y caminar más o menos derecho? Ellos afirmaron que los terrícolas habían sido macrocreados de acuerdo a un plan perfecto concebido por altos seres divinos, los inmortales Khorios, un Directorio de Grandes Maestros & Grandes Maestras de Luz Universal. Los Khorios poseían una altísima inteligencia y una elevación moral superior y habitaban en las entrañas del incandescente Universo Iod-Psi-Tau, conocido también como La Aguja Magnética de los Cielos o La Aurora Polar Universal, una vasta zona de gas y espuma lechosa, apetitosa, bella, hiperdinámica y pujante, termonuclear, pródiga, exhuberante, de una abundancia incomparable, titilante, hipersensible, radioscópica, provista al máximo de aminoácidos esenciales, iones, enzimas y átomos para la producción y mejora de la cualidad de la vida como hidrógeno, helio, carbono, nitrógeno, oxígeno, neón, además de titanio, uranio, kriptón, metano, fósforo, azufre, argón, radón, radio, cobre, actinio, amoníaco, cloruro de sodio, potasio, hierro, galio, galbano, cloro, yodo, cromo, selenio, magnesio, cinc, et cétera, ad infinitum.

Los seres cósmicos les dijeron que La Aguja Magnética de los Cielos está ubicada entre el Sol de Ras Alhague, en la constelación de Ofiuco o Serpentario (símbolo de Dominio, Alkimia, Magia, Sanación), el Sol de Altair, en la constelación del Águila (símbolo de Visión Ulterior, Objetividad, Superación, Dominio), el Sol de Deneb, en la constelación del Cisne (símbolo de Realeza, Nobleza, Elevación, Misticismo), el Sol de Vega, en la constelación de la Lira (símbolo de Matrix o Generación, Corriente Vital, Alma, Corazón), y el Sol de Ras Algethi + los Soles de Omicron, Nu y Xi Herculis, las estrellas que marcan el aura y la punta de la flecha, la mano y el buen pulso de la constelación de Hércules (símbolo de Cerebro, Poderío, Iniciación, Triunfo). Les manifestaron que algún día, cuando los humanos terrestres comiesen setas y hongos gigantes brotando de obeliskos de granito que atravesaran el cielo, todos estos Soles y sus acompañantes se comunicarían instantáneamente, en línea directa, con el Sol de nuestro sistema solar, por medio de cuerdas de arpa, violín, viola, mandolina, guitarra, sitar, sarod, bandola y laúd, excitadas por medio de cornetas, trompetas de pistón, trompas y trombones de varas y pistones, clarines, bugles, obóes, cuernos, pitos, flautas, ocarinas y clarinetes, a través del Sol Neutral de Regulus, en la constelación del León, que, gracias a Dios, no ha sido destronado y se halla felizmente sentado sobre su trono de oro, ¡precisamente a 0º de la Eclíptica! Por otra parte, añadieron que el azulado Sol de Regulus servía de vaso comunicante con el blanco Sol de Sirius, en la constelación del Can Mayor, con el ancla del Sol de Canopus, en la constelación de la Nave Argos, y con las hierogámicas Pléyades, en la constelación del gran Toro Blanco de Apis, donde reina el hierofántico y anaranjado Sol de Aldebarán, cuya irradiación ellos respetan en alto grado. ¡Olé!

También les dijeron que para consumir una Macrocreación tras otra, una macrofertilidad incesante, elaborada desde su Râkinaum, en ARA, a través de MEGAIONES de ÂKS y SUPERÂKSORES, es decir, de radioactivas macroideas, pensamientos, signos, ondas, sonidos, colores, aromas, letras, hologramas, los Khorios se sumerjían gozoza y voluntariamente en Nirvikalpasamâdhi, o "Sublime Estado del Gran Vacío", y luego en Mahâsamâdhi, o "Sublime Estado del Gran Todo", tras lo cual salían transformados y transmutados íntegramente, convertidos en Colosales Ojos Abiertos, con Brazos Extendidos y Manos Abiertas, cual Abejas Lúcidas, armados de absoluta serenidad, profunda sabiduría, tremendo poderío, infinita armonía e inefable alegría, listos y requetelistos para completar, si fuere necesario y a la vez, sopotocientas y portentosas Macrocreaciones. Dijeron que los Mâha Arhats eran su octava mayor y vivían en la esfera de Coma Berenices.

Les contaron que lo del Jardín del Edén y otros Paraísos Perdidos y lo de la Edad de Oro son Memorias-K del Inconsciente Colectivo, adherido a las capas recónditas de nuestra herencia genética a raíz del predeterminado y fantástico plan de nuestros Macrocreadores originales. Nuestra Creación había sido un experimento meticuloso llevado a cabo por geniales obstetras y físicos intergalácticos que siguieron específicas frecuencias, escalas, series y combinaciones, basadas en el Número 429.981.696, el Código IAOUE y el Radio. De acuerdo a la Astrología, nuestros Macrocreadores estarían representados por el científico de Saturno, El Alquimista, que se encuentra exaltado a 21º de Libra, y por la artista de Venus, La Ginecóloga, que tiene su domicilio en Libra. ¡Mientras que nosotros somos sus bebés de probeta fabricados en los tubos de ensayo de las estrellas por variados seres estelares fecundos y generosos! Los Maestros y las Maestras Extraterrestres de Luz Universal nos crearon para que las Leyes eternas y divinas fuesen reconocidas, aprendidas, aplicadas y admiradas aquí sobre la Tierra. Nuestros semen y óvulos fértiles llegaron del espacio con todos los aminoácidos esenciales para fabricar vida y esta vida, en principio, vino de Pavo-Lyra-Ursa Major-Coma-Orión-Argo Navis-Canis Major-Leo-Draco en súper naves amarillas, envasada en tubos de ensayo y congelada en neveras verdes, por cuanto nuestros aborígenes prehistóricos no poseían la más mínima idea o ciencia de cómo reproducirse a nivel superior y, por otra parte, no sabían de dónde salían sus huesos, huellas y auras. Esto llegaron a entenderlo por medio del arte rupestre. El hecho de visualizar y poder representar animales, paisajes, humanos (y no-humanos), les facilitó el integrarse al cosmos.

Además les contaron que nuestro caso no era el único. Que todas las galaxias, nebulosas, soles, planetas, habían sido planificadas y creadas hasta en los más mínimos detalles por las Inteligencias Cósmicas de los Khorios, para que entendiéramos cómo funcionaba el vasto Organigrama. Por ejemplo, sin la Creación del Zodíaco (el nuestro es sólo uno entre muchos y no es tampoco el más avanzado) estaríamos perdidos en el cielo, ya que nuestro Zodíaco es el Cordón Umbilical de Kar.Ëi, que nos une a nuestros Creadores y al resto del Universo. El vasto y complejo Organigrama Celeste no fue hecho al azar, sin magia, sin ton ni son, a los carajazos, aunque sí a toda máquina. Las colosales fuerzas cósmicas responsables de la Generación recaen en los sonidos, los colores, los aromas, los sabores y las sensaciones que se metamorfosearon voluntariamente en claves mágicas compuestas por movimientos y estímulos astrales, nerviosos, electromagnéticos, por ideas y pensamientos, que luego se fueron transmutando y adornando con dígitos, trazos, dibujos, consonantes sonoras o mudas, vocales con acentos o sin acentos, artículos, adjetivos, adverbios, verbos regulares, verbos irregulares, y, sobretodo, con palabras y actos vivos. Descubrir el velo que ocultaba el Lenguaje, que velaba el Verbo, que ignoraba el abráxiko Artículo, que interfería con la inspiración, la comunicación, la telepatía y la telekinesis, fue lo que finalmente activó y encendió la chispa eléktrika mental, alterando y revolucionando el proceso espiritual, generador y cósmico, porque sacó de la pasividad la Esencia Original. Así fue cómo se originó el concepto de DIOS, y luego Su rol. Y DIOS son los Dioses y las Diosas, o las Altas Potencias de la Gran Logia Intergaláktika que vela por todas Sus creaciones siendo la nuestra tan sólo una más de ellas.

En fin, así que gracias a los seres cósmicos nuestros lejanos antepasados fueron gradualmente mejorando. A través de una cuidadosa, minuciosa, aguda, paciente y persistente observación de la Naturaleza y sus fenómenos, llevada a cabo por los más venerables y perspicaces videntes-brujos-astrónomos, la primera humanidad entendió que no bastaba amar y adorar a la Naturaleza y sus fenómenos. Que también tenía que producir un sistema religioso-filosófico coherente, una organización socio-económica dinámica y justa, y unos medios de comunicación eficaces. Entender y aplicar las enseñanzas de los seres cósmicos tomó mucho tiempo. Hubo que mejorar la raza más de una vez, seleccionar, descartar y depurar, refinar las costumbres y los hábitats. Hubo que crear nuevos horizontes y cielos, para que al final pudieran coexistir más o menos armónicamente, sin demasiados roces, varias colonias de extraterrestres y comunidades terrestres, ya que había de todo, desde extraterrestres avanzados y espirituales como malucos y draculescos. Esto duró bastante "tiempo" hasta que se suscitaron violentos choques y la mayoría de los colonos extraterrestres se largaron quedando aquí unos cuantos que siguieron ayudando a evolucionar a los terrestres. La finalidad era producir un vaso comunicante, una raza intermedia inteligente. Esto se produjo más y más. Así fue cómo el trabajo sideral original no se perdió pues se creó y juntó el eslabón perdido del Cuaternario (13 Ahau--9 Muluc), una raza de criaturas homínidas más formales, sabias y perfectas que las anteriores, que podía concentrarse, centrarse, disciplinarse, memorizar, recapacitar, recrear, soñar en metáforas y alegorías, y era capaz de erguirse perpendicularmente; una raza multicolor y polifacética de híbridos, medio muñecos, medio lamelibranquios, patones y patulecos, y en algunos casos buenotes, gigantes y fornidos, como fueron los Masma del Antiguo Perú, cuyo recinto formidable de Marcahuasi, al norte de Lima, el investigador peruano Daniel Ruzo dejó constancia.

La nueva filosofía cósmica.

Emblema del Reino de Bhután. Un lugar extraordinario en la cordillera del Himalaya que espero visitar un día con Lindi-Lindi. Druk Yul, el Reino del Dragón del Trueno, ha estado en mi mente desde que lo descubrí en París, entre 1963-1965. Ahora mi interés en ir allá se ha redoblado cuando leo sobre su inspirado Gross National Happiness Program of Well-being (GNH). En español, Programa de Felicidad Interna Bruta (FIB) o Programa Nacional de Felicidad General, como prefiero llamarlo, un plan gubernamental espiritual y socioeconómico a la vez, basado en la onda budista del Vajrayana (fomentado e introducido en Bhután por Guru Rinpoché en el Siglo XVII A.D.)) que se parece a lo que vengo proponiendo hace ya una pila de años (sin eco acá en donde vivo) y el cual ha llamado mucho la atención en vista de la crisis financiera mundial que pica y se extiende. Algún día este indicador de armonía espritual-material será copiado me imagino. Hay una página en la Red que explica el pionerísimo invento bhutano: http://es.wikipedia.org/wiki/Felicidad_Interna_Bruta

La nueva filosofía que el conocimiento cada vez más profundo de la Naturaleza les deparó a los aborígenes prehistóricos fue que NO había absolutamente nada en el mundo que había sido creado en vano, o que estaba de más, que cada cosa cumplía con una función específica que coadyuvaba a mantener en armonía los diferentes reinos de la Naturaleza y que una de las misiones de los humanos consistía en velar, proteger, conservar y vitalizar el mantenimiento del ecosistema planetario y de sus alrededores. Aunque nuestro sol era importante, puesto que es la fuente de vida, calor y luz, eran los soles más distantes, que solamente pueden ser vistos y absorbidos de noche, además de los planetas, sus lunas, y nuestra propia luna, que se convirtieron en los principales focos de atención ya que sus luminiscencias no los cegaba. Su día astronómico empezaba al culminar el atardecer, a partir del ocaso, ya que a partir de ese instante ellos podían observar sus formas y radiaciones y registrar sus posiciones por medio de la piedra, el cuero, la madera, la arcilla, el mosaico, el papel, el metal, et cétera. De ese modo, se relacionaron con una imagen perceptible del firmamento, de la cual se sentían hijos y herederos.

Para los Antiguos, la luz del día era igual a Mâyâ: una ilusión, un espejismo, un mundo de sombras luminosas. Veneraban a la luna cuando se llenaba. Cuando ésta aparecía en el horizonte oriental, al final de la tarde, ellos consideraban que había llegado el lapso de tiempo más embrujador, mágico, potente y emotivo del mes. Lo festejaban usualmente alrededor de obeliskos, menhires o crómlechs, por ser éstos signos de fertilidad espacial, o frente a pirámides escalonadas o pirámides cónicas, por ser éstas escaleras al Cielo, ejecutando rituales sagrados muchos de ellos provenientes de la noche de los Tiempos, con cantos, danzas y acrobacias, con instrumentos musicales que simulaban los ruidos de la Naturaleza, repitiendo al unísono vocales, palabras, frases y sonidos, empleando ciertos gestos preestablecidos y orquestados, así como correlaciones coreográficas de específicos símbolos y figuras geométricas, como el dodecagrama, el eneagrama, el hexagrama, el pentagrama, el cuadrado, el rombo, el triángulo equilátero o isósceles, la cruz, la rueda; incluyendo la utilización de pasteles y brebajes compuestos de hongos, setas, pétalos de flores, tubérculos, hierbas, raíces, resinas, frutas, aceites, gemas pulverizadas, extractos aromáticos de flores, maderas, huevos y médulas; y añadiéndole a este "pasapalo" religioso variados oráculos, interpretaciones de sueños, conjuros y hechizos, conjuntos de bufones, actores, malabaristas, gimnastas y juglares, que creaba una especie circo sagrado, una teofanía o misa purpúrea, como la que llevaron los ibéricos y fenicios a América, gracias al sincretismo de Ix, el Gran Iniciado oriental que se acordó de su orígen sidéreo y su conexión con Ik-Kur, el majestuoso Titán, Gran Khan o Hun.ab.ku de una de las Estrellas Polares -las Magiares-, en este caso, de Ursa Major.