jueves, 17 de octubre de 2013

Las alternativas que se le presentan a un filósofo y místico frente al descontrol actual de los EE.UU.

el duende se las trae de nuevo y no es fácil integrarlo sin que cometa diabluras o travesuras
Una cesación de pagos derrumbaría los mercados bursátiles, elevaría las tasas de interés, reduciría el ritmo de expansión de las empresas y su capacidad o disposición para contratar, lo que degeneraría en una baja del consumo, que es el motor de la economía estadounidense.

"Cierre del gobierno y la deuda llevan a EE.UU. a una tormenta perfecta", Carlos Chirinos, BBC Mundo-Noticias, Jueves, 3 de octubre de 2013

No obstante, la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, hizo un llamado para que se reduzca la incertidumbre en torno a cómo ese país maneja sus finanzas.

Después de varias semanas de arduas discusiones, políticos en EE.UU. acordaron poner fin al cierre parcial del gobierno y elevar el techo de la deuda, el límite sobre cuánto puede tomar prestado el gobierno, determinado por el Congreso... Pero el acuerdo es temporal y vence en los primeros meses del año próximo: la ley, firmada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, extiende el límite de endeudamiento federal hasta el 7 de febrero y los fondos para el funcionamiento del gobierno hasta el 15 de enero.

"FMI pide que se reduzca la incertidumbre en el manejo de las finanzas de EE.UU." BBC Mundo-Noticias, Jueves, 17 de octubre de 2013.

Vivimos en un mundo muy interesante y sorprendente pero lleno de complicaciones y desafíos como no los habíamos visto en milenios, al menos desde la última Gran Catástrofe Mundial, que terminó hundiendo a la Atlántida, la sacó violentamente del Océano Atlántico y la trasladó a la Antártida, liberó a grandes porciones de la Tierra de icebergs y montañas de hielo y cambió de lugar los polos geomagnéticos y geográficos desestabilizando a África, América del Sur y del Norte y a Asia. Todo esto comenzó a suceder 14.000 años atrás, alrededor de 2.000 años antes de que la gran isla de la Atlántida desapareciera en medio de un gran caos y solamente unos cuantos privilegiados e privilegiadas huyeran hacia la peníncula de Yucatán, Iberia, Francia y tierras vecinas y la actual Marruecos, quedando libres de las aguas los picos y valles más elevados de las Canarias, Açores, Madeira, Bermuda y Bahamas, por nombrar unos pocos lugares. Pero lo demás, donde vivieron millones de almas, desapareció tragado por las aguas, el azufre de la lava de los volcanes y los sismos marinos y telúricos. Esto puede pasar de nuevo debido a nuestras locuras.


Un filósofo y místico o espiritualista que sabe que lo importante es salvar su alma y entrar en contacto lo más posible con la Divinidad, aunque la gran mayoría de la gente considere estos dos puntos como algo incomprensible, inalcanzable, imposible de practicar y lograr, le interese más que nada poder comer y beber tres veces al día, hacer sus necesidades, tener un techo encima, poderse vestir y divertirse lo más posible, tampoco se puede cruzar de brazos y manos y quedarse impertérrito ante las tragedias que intuye y vislumbra en la actualidad. Sobre todo si es astrólogo y tiene el sexto sentido de la intuición y la clarividencia parcialmente desarrollado. Como Dios no es simplemente una entelequia, un concepto abstracto, una noción interna, sino también la salvaguarda y la estabilidad de nuestro planeta, el estado de nuestra economía y finanzas, la cultura y la seguridad, la armonía y la paz política y social, el avance tecnológico y la infraestructura geofísica en general de todos los elementos que componen nuestro atacado orbe terráqueo, se sobreentiende que para un filósofo y místico el bienestar social y el bien común pasan ineludiblemento por ser herramientas de primera necesidad que se deben tomar muy en serio para resolver eficazmente el intrincado problema humano, redireccionarlo y liberarlo de un posible caos. Quien toca lo humano toca lo divino, ambos se interrelacionan, son dos caras de una misma moneda, un mismo negocio para la vida.


Entonces no entiendo cómo es posible que los EE.UU. se hayan endeudado tanto (son aproximadamente 17 trillones y pico de dólares el techo de la deuda pública o federal y fiscal), no puedan costear sus gastos y se esté hoy y si no mañana o pasado mañana a tener por cierto que la nación más fuerte y opulenta del mundo, alrededor de la cual gira el mundo entero, incluso China que es el acreedor más grande de la gran nación norteamericana por ser la que tiene la mayor cantidad de Bonos del Tesoro de EE UU, esté al borde de un default general que echaría todo su estandard de vida por la borda y no pueda pagar y costear lo que posee o devolver lo que pidió prestado en un momento dado. Estamos hablando pues de la bancarrota al unísono del grupo de billonarios y billonarias con más poder e influencia sobre la Tierra. En verdad que no entiendo cómo un país inmensamente rico, con un sistema judical, legislativo y ejecutivo tan balanceado y bastante moderno y calificado, con tanta gente inmigrante y multinacional, brillante, educada, trabajadora, aplicada, metódica, disciplinada, organizada y rodeada de cuantiosos recursos naturales haya podido llegar a endeudarse tanto y que, por otro lado, el mundo haya sido su cómplice durante tantas décadas (desde el siglo XIX para comenzar), haya permitido que se hicieran gastos y gastos que rozan lo estratosférico y de paso se haya aprovechado vulgarmente hablando de su empuje, abundancia, innata generosidad e imperial sed de mando y que semejantes desequilibrios y desbarajustes la haya ido minando e infectando tanto gradualmente que a la larga pudiera convertir el torbellino tan irracional de su proceso y problema socioeconómico y comercial en uno inmanejable e incontrolable desde todos los puntos de vista y con ramificaciones en todos los continentes y todas las islas del planeta. Si los Estados Unidos de Norteamérica se van a pique y somos testigos de un crack o crash jamás visto antes en siglos -pues hoy vivimos en un mundo globalizado hasta los tequeteques-, el resto del mundo también se irá a pique más temprano que tarde, inevitablemente, por ley de gravedad e inercia. Eso es de cajón. Es escalofriante saberlo y además constatarlo a diario en todos los renglones porque todos y todas vivimos de Gringolandia de una manera u otra: Apple, Microsoft, Coca Cola, General Motors, Exxon, General Electric, NASA, Columbia Pictures, Oracle, etc, lo han demostrado. Incluso Nestlé y todas las bolsas de valores en el mundo dependen de la salud y vigor o debilidad del mercado norteamericano. Nueva York es la capital financiera de la Tierra, más que Londres, París, Frankfurt, Shanghái, Dubái, Moscú. Esa es la verdad, que lo aceptemos o no es irrelevante.


Si el descalabro ocurre, se habrá cumplido otra profecía más de las tantas que el artista e hipersensible Benjamín Solari Parravicini hizo bien en difundir desde Buenos Aires varias décadas atrás. El gigante gringo se irá de bruces al suelo, se desplomará, y el mundo se llenará de mendigos, miserias y tragedias muy difíciles de impedir y erradicar o superar porque ningún país tiene la tecnología, la coherencia, la infraestructura industrial y los recursos de los EE.UU. y sus socios que dependen de Washington D.C., Nueva York, el Valle del Silicio en California, etc, para hacer sus compras, irse a hacer turismo, estudiar y hacer sus doctorados.  Y por si fuera poco este programa está además diseñado, señalado e inscrito con precisión en los billetes verdes de sus dólares omnipresentes. Ninguna moneda está tan cargada y detallada con simbolismo y magia esotérica y funcional como la que hallamos en estos fértiles billetes verdes y en el oro monetario y espiritual que ellos delegan y gobiernan porque ni África del Sur con todo su oro y diamantes pueden existir sin los dólares que son nuestra base de transacción planetaria y referencia común. Es así y esta dependencia la forjaron con mucha visión e inteligencia los sabios, muy cultos, ordenados e iniciáticos Padres Fundadores y sus discípulos que constituyeron y lanzaron el gran poder diplomático, político, económico y sociocultural gringo a partir del siglo XVIII. ¡Hasta Nikola Tesla, ese gran genio visionario, se mudó a fines del siglo XIX, a los Estados Unidos de América a cambiar su suerte y destino. Lo siguieron años después Einstein, Fermi, Oppenheimer (aunque nacido en NYC), los nazis superaudaces de la industria aeroespacial y la investigación científica reclutados por los aliados vencedores. ¡Una nación tan adelantada cerca de la parálisis gubernamental, con las mejores escuelas y universidades del mundo! ¡Difícil de creer! A menos que le haya llegado la hora del declive, como le pasó a Roma, Atenas, Alejandría, Karnak, Córdoba, Persépolis, Nineveh, los imperios de Atlantis y Mu. ¿Será posible?


Gracias a San Francisco y Los Ángeles, la Meca del cine, la televisión y las Artes desde antes de la Primera Guerra Mundial, y luego Las Vegas, la Meca del juego y el turismo banal, la nación norteamericana contó con una serie de aparatos de difusión, fantásticos e ilimitados, que aún se mantienen a pesar de la competencia india, china, italiana, francesa, etc. El dinero verde proveyó a los EE.UU. de medios de comunicación de masas geniales, talentosos y potentes, para que su visión de la vida llegara a todas partes del espectro social y cultural. De irse a pique los Estados Unidos de América, la economía y en general las sociedades en el resto del mundo se irán a pique por efecto dominó, en cascada, y es lógico concluir que el difícil y complicado equilibrio ambiental, ecológico, climático, meteorológico también se degrade o agrave paulatinamente (antes del 2050) pues hay una interacción e interdependencia tácitas entre el mundo de los humanos y el orden natural aunque nuestra percepción miope y materialista no lo vea así -pero unos países actualmente muy ricos y soberanos, como Noruega y los petroleros árabes del golfo pérsico, podrían proponer y sufragar ciertos rescates. Lo cierto es que sin el respaldo geopolítico y económico de los EE.UU. no se podrían mantener por mucho tiempo y mejorar con mayor eficiencia las metas que las Naciones Unidas dicen ser de primera importancia ya que las condiciones ambientales se están volviendo cada vez más difíciles y delicadas de proteger y conservar, si se desea intensificar y acelerar el desarrollo integral del género humano y la provisión de sus ecosistemas en vista de que los hombres y las mujeres aún no se han dado cuenta de este sine qua non: para sobrevivir, lo elementalmente posible por lo menos, van a tener que alternar sus prioridades y librarse lo más pronto posible de todo lo que huela a armas bélicas y pueda provocar guerras, batallas, conflictos, peleas, riñas y antagonismos, que no sólo sirven para desunir y dividir sin que solucionen nada a corto, mediano y largo plazos, sino que en el 99% de los casos el armamento bélico se traga buena parte de los presupuestos e inversiones de cada nación y territorio. A mi juicio, la solución debe ser diplomática y humanista o altruista, nunca militar, y tampoco meramente política, tecnológica o científica. Si el mundo quiere resolver sus numerosos y cuantiosos problemas, cada vez más desproporcionados y complicados, la vía pacífica es incuestionable y fundamental; pero para eso los negociadores deberán ser individuos de gran talante y honorabilidad, con visión de futuro y largo alcance, objetivos y neutrales, abiertos y cultos. ¿Los veremos actuar? ¿Preferiremos poner al frente de los gobiernos nuestros mejores hombres, nuestras mejores hembras, en vez de la misma camarilla de siempre, arrogante, despótica, deshonrada, abusiva, corrupta, mentirosa, negligente, poco profesional?


Seamos realistas. Las calamidades se podrían multiplicar por una reacción en cadena. Si la Humanidad no se inmuniza y le pone coto a tanta enfermedad de la mente y del espíritu como del cuerpo (los virus y microbios no se detectan de inmediato y son más inteligentes de lo que muchos se imaginan, al igual que las grasas saturadas y las azúcares blancas o sacarosas) no estará en condiciones de atajar y modificar los graves problemas en curso y se verá en la necesidad de apelar a un S.O.S. planetario y solar. ¿Podrá encontrar la tabla de salvación? ¿Podrá trazarse una lista de prioridades y transformar su instinto criminal, su materialismo galopante, su atracción hipnótica por lo negativo, mortalmente peligroso, desquiciante y malvado antes de que sea demasiado tarde? No se trata de destruir armas químicas solamente en Siria sino de destruir todo lo malo y pernicioso que está atacando a nuestra sociedad en general, las armas biológicas, nucleares, el mal uso del HAARP, el narcotráfico, el tráfico de niños y niñas, el tráfico de órganos, el consumo desenfrenado, la comida chatarra, etc. Lamentablemente lo que más perjudica al género humano es su grado de inconsciencia y frivolidad, la enfermedad de su mente atrapada en un mar de intereses creados y conflictos ideológicos como religiosos o más bien irreligiosos. Los más irresponsable en todos los países son los ricos, los de clase alta y media alta, sin distinción de raza, color, religión, nacionalidad, género y sexo. Les siguen los de clase media y media baja y por último los pobres que son de lejos el sector más numeroso, aporreado e ignorado, que se mueve por inercia ante la egoísta respuesta de muchos gobiernos y grupos plutocráticos de poder e influencia tan metálicos y fríos como apartados, despiadados y descarnados. Mientras más fortunas y privilegios tiene una persona o un grupo en nuestro mundo más egoísta, inconsciente, codicioso y avaro se torna con el tiempo. Como en todas las épocas hay excepciones por supuesto mas éstas no siempre tienen el poder y la dirección en sus manos y son una minoría a menudo perseguida, relegada por la clase enchufada y descompuesta de turno. ¿Podrán los muy afortunados y afortunadas a nivel material dar el ejemplo? Lo dudo. Nadie aprende sin sangre, sudor y lágrimas. Para el espíritu nada es gratis.   


El reto por delante es inmenso mas no imposible de acometer y salir adelante. Será necesario una toma de conciencia primero a nivel de los jefes y líderes sociales, políticos, religiosos y culturales, porque si ellos dan el ejemplo y levantan las referencias es posible que el resto de la Humanidad los siga o emule. Pero la Tierra no podrá hacer este salvamento por sí sola, necesitará de la ayuda del Cielo. Si se llega a un Acuerdo Mayor General, será posible que tengamos un amanecer pronto. Todavía hay tiempo para revertir la tendencia suicida, el harakiri de toda una Humanidad a causa de su ignorancia, egoísmo, tozudez, materialismo y narcisismo. No estoy exagerando. Vean las señales, están en todas partes, en todos los rincones y en todos los centros de decisiones del planeta. El calentamiento global no es sólo un asunto biológico, botánico, marino, atmosférico y magnetosférico, es asimismo psicomental, psicofísico, emocional, sentimental, espiritual, neural. ¡Humanos, despierten antes de que sea demasiado tarde! ¡Arrepiéntanse, busquen la luz y la dulzura divinas, abrácense más, ámense más, sean más solidarios unos de otros, unas de otras! Somos una familia.

Caracas, 16-17-18 de octubre de 2013