jueves, 12 de noviembre de 2015

El Orgasmo de Dios y algunas reflexiones al respecto


  Andrés Ansolrâ Boulton 2014/2015

Es posible o muy cierto que El Orgasmo de Dios sea el fundamento de mi obra y acontecer literario, filosófico, esotérico y artístico, que los tres años de 1962-1965 constituyan la base de todo lo que hoy sé y soy, he sido y seré hasta que mi misión de vida se cumpla de acá a muchos años. Asimismo, es probable que las imágenes arquetípicas del Árbol de la Vida y del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal hayan ejercido una influencia determinante en mi universo cósmico desde que supe de ellos. Con el paso de los años uní estos árboles en uno solo que bauticé con el nombre de Arbolux o Árbol de Luz, iluminado, espléndido, maravilloso, poderoso, vibrante y mágico (hoy yo añadiría que es un árbol monoatómico, fantástico, parecido al árbol-obelisco-cohete o misil prístino saludado y regado por 2 Guardianes Alados o Grifones, como sale en el relieve babilonio-asirio en este escrito) que comencé a descubrir paulatinamente durante la época triangular y trinitaria. También, entonces, en París, di con mi sello simbólico (un triángulo equilátero rodeado por un círculo) que sigue siendo mi firma ideográfica. Luego, poco a poco, al ser orientado por espíritus y guías de grandes civilizaciones del pasado, como la sumeria-acadia-babilónica-asiria-hebrea, egipcia-protosinaítica-cananea, maya-tolteca, hindú-dravidia, nepalesa-tibetana, celta, etc, surgidas de las culturas madres de Mu y la Atlántida, desaparecidas en medio de cataclismos, logré ensamblar mi rompecabezas y hoy, en 2015, los cristales de mi cielo se pueden identificar y yo comprendo mejor lo que percibía cuando apenas era un carajito inquieto en Los Guayabitos, no lejos de los caballos de Sartenejas en la hoy Universidad Simón Bolívar, que serán alterados por los cambios geológicos, climáticos y sociales, que se verán de aquí a poco en toda la Tierra, y comienzan a preocupar a los científicos, ecologistas y almas despiertas. Sin embargo, no nos acongojemos en demasía. Lo que viene no significará el fin de la civilización. He visto en textos e imágenes la turbulencia que se avecina y algunos humanos, aun si sufren mucho, resistirán y seguirán evolucionando. El Sur de Venezuela orientará, eso sigue vigente. A continuación, algunos trozos de mi libro-báscula, en su segunda edición, publicada en 1992, poco después del golpe fracasado de Chávez que trastocó mi patria amada y la puso patas arriba. No obstante, el Ojo de Horus vigila. Leopoldo y Henrique deben sumar, así como el profesor Antonio, una milicia tricolor de muchos ámbitos. ¡Es hora!

El Orgasmo de Dios, Páginas 126-128. «La noche jeroglifica. La magia es diapasón y democracia. Por medio d’ella el espíritu recibe las ondas astrales, solares y sublunares, y, al quedarse inmóvil y transfigurado, maneja su vehículo lumínico por doquier. L’alquimia elabora los instrumentos y la manera armoniosa d’encauzar ese vehículo lumínico. El ocultismo es el espejo y el castillete donde el neófito cae desplomado sobre un ajedrez y se levanta de nuevo, atomizado y nimbado. ¡Râââââââââ! ¡Apúrate, Metafísica, que la eternidad está madrugando! 

                                         La Sibila le ha encerado un dardo a Sirius.

                                                                         III

«Gris, poder formidable, desgraciadamente no se desvela qu’en instantes intactos. Salud, al vigía, pues éste será vara de acero. ¿Qué importa el número d’eternidades? Un nonio bien sublimado perdurará hasta el fin de los 7 ciclos. ¿No lo vaticina así la piedra? Si el día negaba en blanco, si la noche afirmaba en negro, el alba neutraliza en gris. Y que se mantengan los kilogramos con firmeza. Un gris es un estiércol de camello. Un gris requiere extensas paradas en la noche: todo lo prescrito será adoptado a la letra. Los jefes no son huevones.

«L’Aurora es La Copa, La Vega, El Clarín Ulterior de las 3 fases a definir e interpretar: es tan rara como el unicornio. Ahora bien, la divisa abanica mito y baile, la inexplicable fuente d’enriquecimiento superhumano, adornos de pingas, hamacas en Canaima. Mucha, mucha siesta. Eternidad, disco índigo frontal, limbo y beso. Bailando en tus provincias, mis pies más ágiles que los de la Cenicienta, mis órbitas más penetrantes que las de un lince, oh, yo, devorado por las procesiones empíreas, portando sobre las clavículas onomatopéyicas la deidad arquera, cantaba las rayas rutilantes de las estrofas gozozas. Vértigos estrepitosos me llevaban embalsamado (mi pirámide estaba en la Cabellera de Berenice) hacia una esquina secreta y allá me fui dilatando y dilatando. A la fertilidad viajé en primera clase, sin abrocharme el cinturón, fumando hachich y medio durmiendo, sin voltearme jamás pa’ tras, carajo, ¡tronco de paseo! ¡Y qué motor tan potente! ¡La Cátedra! Para colmo no se imprimen cronologías, ni peñas que descubran latitud o longitud. Qué cambio con la ruleta nocturna. Allá las iguanas machucan de lo lindo y los tickets son demasiado caros. Además, l’aeromoza es antipatiquísima y nunca se lava las axilas. Los jets se estrellan a cero de visibilidad. Qué mierda. Los vértigos degradan, enseñando cavas, arácnidas, murciélagos marchitados (los tuyos, azucena, iluminan las 7 maravillas del mundo).

«Al día, la golosina imbecílica y superficial; a la noche, peligro y aquelarre; al alba, AMOR, bondad, caridad, dulzura, hongos quichés par excellence. Abeja renaciendo, pujanza matutinal inyectándole canela y macho incienso, sol despertándose y acompañando contentísimo. Progenitura sagrada. Atrás, lejos atrás, los occidentes dolorosos y bermejos; aún, a 500.000 leguas, las nebulosas y el fúnebre Plutón. Oh Ah Eh I U para extraviarse en el pabellón de la zanfonía. Vocales a los acordes del himno al grandioso e incomparable papagayo.

«El interregnum que transita entre amanecer y día fija sobre plataformas imponentes a mi sol extraordinario. Helios enjabona su corona picajosa mientras un escarabajo arroza los umbrales. Inspiración, dimensión primerísima, padre tigre de los aborígenes y semáforo toco-toco de apáticos y guachimanes mimados, ¡atiza! Contigo, 5:30 a.m., Kon-Tikis americanizan el Humboldt de las quintas desperezándose... ¡Alborada! Deleite divinísimo, albozor 4 cataratas oníricas, alianza de Janos, supra et summum, ápice del edificio, de plata a oro, brío rito riso, rijo rizo, prolongándose incesantemente hasta el foco dicha, amor, honor, sacrificándose en pro, oh, una palma superabundante, de médium plástico, un saber y a la vez un ser andrógino, ah, la v bemol. Provocando vivir y guarachear, fabuloseando abracadabra, sublevando esferas, cañoneando torchas de libertad, diría de nuevo, espoleando forever, yes, forever, con rosado el gris de obra limpia y concreta.»

Y luego, unas líneas más adelante, al continuar con la lectura de mi descripción del alba, hallo esto que me ha dejado atónito pues confirma que la reencarnación, por más enterrada, oculta, ignorada y menospreciada, posee flores y perfumes cuyos rastros el alma no pierde. ¡Jamás, ni que querrámos!

«¿Y qué ambar y qué amarilis? Finas fincas en el Nilo. Do Re Mi Fa Sol La Si Do Musik. Coloritmo asemejándose al tintineo del campanario. Cerca, los canguros canonizan a los huevos del cocodrilo. ¡Arza! El banquete brilla a las mil maravillas y 7 velas consideran que los sapos y las langostas impregnarán a los convidados con piñatas azucaradas y muchísimos juguetes y tortas. ¡Paf! ¡Pof! Mermeladas campanudas pegan saltos entre las encías, dando así espacio al jugo de naranja que de lleno se lanza boca abajo igual a un volante. ¡Ding! ¡Dong! Enanitos aparecen por túneles metalífeos y alegran el simposio con aires metafóricos. Las vacas sagradas dan leche a los enanitos. Y doncellas cuelgan sus sostenes de pura cepa sobre alambres chispeantes. Las nubes derrochan olorosas tetas al dos aguacate. El sueño se idiosincracia. El eminente director de orquesta, Quetzalcóatl en persona, dicta versos a los canarios. Horus se calza unos mocasines que han babeado a los potricos de California y al chacal Anubis. Ramsés II tiene una paloma de 80.000 eternidades. Matusalén juega metras con José, cuya túnica espectral hechiza en arpegio los girasoles del Sinaí. ¡Inusitado! La eternidad acomoda solitarios encima de láminas de mármol, avanzando soldaditos, retrociendo cerditos. Toro Sentado enlaza una chiva que se ha roto la pata derecha y le cura la llaga en su pueblo. Comanches, apaches cherokees, iroqueses, mohicanos del 58-59 bailan reproduciendo alrededor de una hoguera las acrobacias de los muertos y ofrecen a la estrella de la mañana la frágil y muy valiente carne de un niño recién zambullido en los prestigios de la Naturaleza. En cuanto a él, piel roja y primer tenor, las llanuras se lo han repartido y sus restos granizados se pueden recalcar en cada pilar de humo y en cada nube de ceremonia dorada. [La semblanza del Horus, en el Museo del Louvre, que acompaña este párrafo, y que yo adorné, es la de un philosophos phosphoros oferente.]

«¡Aurora o halo o neblina! Proa de un inaudito barco de vela, diadema feérica de fé, nimbo hindú, tribu eclíptica. ¡Párense, pues, Edén, Nirvâna, Olimpo y Ártica y Antártida! Mejor dar que frustrarse recibiendo. Alas excelsas te virginarán como tulipanes en el dorso oliváceo. Los ángeles son eneagonales. Calígula lo cronometró con una clepsidra escandinava. Logaritmos en el cóccix. El Sol arreó La Iguana y Galápagos ha esbozado nuevos lares a ocupar. H de Catástrofes cerebrales en estructura de maremotos atropellarán a los escorpiones... ¡Todopoderoso, las distancias en pegaso las levitaremos! Palparemos la esponja. La Tuya. Y, en adelante, de la tierra evolucionaremos al aire. Se menciona en Arizona qu' el aire es bizarro. ¿Pero cuándo proclamaremos Tú y Nosotros el Titicaca del bardo desnudo y de oro? ¿Para cuándo la sal, maíz, la leña y cometas? Uno dos tres. Qu' el centurión se drogue con esplendentes albas y refleje sobre' l azúreo cielo su alma infinita y absoluta en forma de ceiba. Que la mujer sea Eva reencarnada y el hombre Adán reencarnado. ¡Vamos, a toda carrera!» Texto bosquejado en Prangins el 4 de noviembre de 1962, pulido en París, entre 1963 y 1965.

Otras partes del libro tocan temas esenciales del Misterio Triádico: 1. Día-Blanco; 2. Noche-Negro; y 3. Alba-Gris o Amarillo Oro, que para mí son indivisibles, principales, determinantes -netéricos-, para emplear la terminología nilótica. Llega el momento, cuando la Oscuridad se hace demasiado negra, ésta cesa o muere, y una trillonésima de segundo después comienza a verse una luz tenue, muy tenue, por el Oriente, y ¡milagro de milagros! al rato cae un rocío alquímico, fresco, fértil, perfumado y vitalizador, que acompaña la aparición del Alba. La Virgen del Rocío (Venus), rodeada de estrellas (Can Mayor y Cinturón de Orión), ha llegado trayendo en su regazo al sideral Niño Horus, el Niño del Nuevo Día o del Año Nuevo, el Niño de un Nuevo Ciclo Astronómico. Cuando el sol cruza la raya negra del horizonte se suceden y superponen, como en una cascada, uno tras otro, a gran velocidad, efectos de luz y sombra, difíciles de distinguir, separar la luz nueva proyectada de la sombra envejeciendo, ya que el paso a un nuevo día arrebata y deja sin aliento. De ahí que se diga que, al producirse los primeros rayos de luz, la tierra, en especial las montañas, valles, ríos, bosques y almas resucitan, bañados en encanto y esplendor, sacudidos por una poderosa fuerza telúrica que denominé Khristos-Âten. ¡En esos instantes, la Naturaleza es una y La Madre ama a su Vástago real en plena luz del día a la hora crítica y cuántica del amanecer! Pues bien, este tema crucial, ampliado en escritos posteriores, salió del libro.

El Orgasmo de Dios, Página 141. «Juego metras. El hombre ha sobrevivido hecatombes. Su antecesor directo es el ave fénix. De la nada al protozoario, al pez, al anfibio, al reptil, al mamífero, al pájaro, y, jonrón, al bodeguero, Mr. Stan Musial, compendio del rectángulo lleno o full.» El Orgasmo de Dios, Página 141.

El Orgasmo de Dios, Página 165. «La estación en el infierno se liquidó (o muy pronto se liquidará) y el período gigante de las iluminaciones se ha posado sobre nuestras cabezas. El vientre de la mujer clama por una resurrección. Regresemos, regresemos a la tierra. Es la paz. La paz bendita.»

viernes, 6 de noviembre de 2015

Los políticos y la riqueza de una nación, región o planeta


 
En reglas generales pienso que cuanto crece en el subsuelo y la superficie de un país debe estar en manos del Estado, del Bien Público o Bien Común, porque sencillamente, en muy pocas palabras, cuanto produce la tierra no le pertenece a ningún humano en particular o en exclusiva. Le pertenece a Dios, el Supremo Hacedor o Terrateniente, a la Sociedad, y así ha sido y será siempre, gústele o no a un humano diminuto o microscópico, según estándares cósmicos. Esta reflexión y necesidad de expresar mi opinión me llegó al leer sobre la próxima elección en segunda vuelta en muy pocos días en Argentina. No entiendo a los políticos, así como a los empresarios, industriales, comerciantes, financistas y economistas en general y sus vanas, superficiales y estereotipadas discusiones sobre la economía privada y/o la economía estatal, que si capitalista o comunista y socialista o híbrida, que si de derechas o izquierdas. Discusiones vanas a mi parecer pues se ha podido comprobar que la corrupción, el robo, el abuso y la mentira no son exclusivas de un sector u otro de la sociedad. El problema está en la cabeza y en el corazón del político, del funcionario, que si roba, esconde dinero y se aprovecha, es porque en el fondo es un ser egoísta, sin escrúpulos, malandro, que hace lo que sea a su antojo para sacarle provecho a su posición y gestión, y eso lo puede hacer tanto un capitalista como un comunista o socialista, un militar o un civil, un académico como un analfabeta. Malandro y malandra es cosa de ADN-ARN y genética. Insisto que lo mejor del mundo debiera importarse, incluirse y adaptarse en Venezuela.

Lo único que posibilita que un humano en un cargo alto o mediano a nivel público no sea un corrupto y oxidado es que haya sido bien educado e instruido, sea un iniciado o una iniciada esotérica y espiritualmente hablando, o sea, una persona buena y generosa con valores éticos y morales suficientes, que lo ayudarán y esclarecerán y le harán ver que al Estado (su Familia Mayor, en dos palabras) se le debe servir y no sacarle la leche a como dé lugar y esconder lo que hace a los ojos y oídos de los demás. Como dije, el problema está en su cerebro y su alma y no en un fajo de billetes con el cual comprar a un representante del Gobierno. ¿Cuándo entenderán esto los políticos, los ideólogos, quienes hacen negocios y escriben sobre economía y finanzas, planes y programas de Gobierno, hacen edificios, construyen centros comerciales, avenidas calles y autopistas? Y que no se crea que la tierra no nos observa, no se da cuenta de lo bueno o malo de nuestras intenciones, sabias o deshonestas, progresistas o negativas, altruistas o cicateras. Eso forma parte de la educación e instrucción, la cultura inteligente y general de los pueblos: creer que NO estámos ligados con el espíritu de la tierra y los elementos en general es otra ilusión más, otro ejemplo más de amnesia e ignorancia. Sepamos que todos y todas estamos formados por los mismos metales y minerales de la Tabla Periódica de los Elementos y eso significa que hay un vínculo común, invisible y visible a la vez, entre todos los seres que pueblan un mismo cuerpo celeste. Pero, claro, este conocimiento no lo comparten los humanos en general que pretenden ser superiores en todo. ¿Porqué tanta arrogancia y fatuitad, tanta ignorancia y miopía, tanto cinismo y echonería? ¿No vemos los resultados, no están a la vista? El progreso es savoir-faire.

Así que para ser un buen político habría que ser ante todo un servidor, una servidora del Bien Personal General, porque mientras más cultura haya en un país, una nación, una región, más esclarecimiento, riqueza, abundancia, felicidad, paz, evolución o progreso colectivo, mejores comunicaciones y gremios más eficaces. Si un político no se esmera en desarrollarse interna y externamente, peor será su actuación o desempeño, más hueco será su verbo, más pobre será su fama, y tarde o temprano lo tumbarán de la palestra. La respuesta a los problemas del mundo yace en la calidad de nuestras escuelas, liceos y universidades, familia y hogar, profesores, maestros y doctores, mientras más nutridos y a la mano, mejor, mil veces mejor, mientras mejores zapateros, mejores zapatos tendremos. Cuando esto -la riqueza común y la excelencia- abunde todo el mundo lo disfrutará y será bien visto. No sólo lo percibirán y sabrán los metales, los minerales, los animales, las plantas, las nubes, los soles, planetas y lunas, todo lo registrará al pelo el mismo Dios y la misma Diosa, cuanto mueve, agita, dinamiza y sostiene nuestro planeta y cosmos. Habrán compensaciones.

Es hora que se sepa y entienda que la política sí es una cosa pública que nos atañe a todos y todas y con razón, eso sabía Platón. Los bienes, los productos, las riquezas de nuestra Madre Tierra y sus alrededores (atmósfera, biósfera, magnetósfera, ionósfera y demás) no le pertenecen a ningún humano en particular, ningún presidente, senador, ricachón, magnate o científico puede pretender ser el amo de cuanto existe y hay o ha estado creando desde la eternidad el Supremo Hacedor y sus ministros plenipotenciarios. Basar nuestra fortuna y caudales de papel moneda en cánones, reglas, leyes y premisas completamente imaginarios y falsos de paso es absurdo pues crea confusiones, arbitrariedades e injusticias o desigualdades de todo tipo, como el odio entre clases, enfrentamientos, rivalidades y guerras interminables. Hay que poner los pies en la tierra: la realidad de los procesos naturales nos hace o debería hacer ver que si pudiéramos darnos cuenta que todos y todas somos producto de un solo y colosal centro de producción planetario, solar, local, incluso galáctico, si pensáramos más en el Bien Común, el Bienestar General, sin tanta hipocresía, egoísmo, egocentrismo, egotismo, amargura, nuestros problemas se evaporarían más rápido y se reciclarían eficientemente. Como ese invento falaz del dinero que sólo sirve para confundir y distorsionar que un día aboliremos cuando seamos más racionales y usemos más la telepatía, la visión astral. El problema está en el poco o peor aún muy mal uso de nuestras neuronas, neurotransmisores, enzimas, genes, gama y línea hereditaria que debiéramos limpiar y sanar lo más posible porque para eso está la medicina cuántica, neural, tradicional, divina. Sin embargo, sé que vamos a progresar mucho más, tenemos tiempo todavía, debiéramos mejorar y regenerarnos, la Humanidad seguirá su curso. No estamos solos y solas. La Madre Naturaleza aguarda. Buenos y buenas extraterrestres también. Nuestros amados difuntos igualmente pues sus energías bioastrales, biodinámicas y biodiversas comparten nuestro aire, radiaciones, vibraciones, ondas y frecuencias de longitud astral. Tesla (acá en una foto) lo sabía y sus descubrimientos prueban que los seres humanos producen chispas y emiten y reciben luces, pueden hacer maravillas, si se lo proponen y se ponen de acuerdo en lo fundamental y práctico. Ciencia al servicio del Bien General y Común. Los políticos del futuro serán científicos, artísticos y filósofos, amarán la madera y los frutos de los árboles, cuidarán los ecosistemas. Habrá riqueza a manos llenas. Regresemos a la tierra. Lux. Pax. Amor. Veritas. Fraternitas.

Ideas para que un país se adelante, su población crezca más y mejore, su poder se incremente, su nivel de vida ascienda:
Un país digno no debiera retroceder por nada del mundo. Si se cae hay que darle la mano.
Un planeta no puede darse el lujo de desechar buenas ideas y técnicas nacional e internacionalmente ya que la cooperación es asunto de inteligencia y sabiduría.
El ingenio, la invención y las novedades deben ser puestas al servicio de los pueblos.
Nadie y en ningún lugar del mundo debe estar desempleado, segregado, abandonado y desdeñado porque todos y todas tenemos algún talento y don, alguna enseñanza que recibir o transmitir.
El trabajo creativo y remunerado es esencial pues así se elevará el coeficiente humano, su genio e imaginación, y toda la Tierra se beneficiará de un modo u otro tarde o temprano.
Los seres humanos no fueron hechos por Dios para matarse entre sí sino para ayudarse y fraternizar. Ponerlos a pelear es lo más estúpido y nocivo que hay.
El buen consejo y la diplomacia obran maravillas.
La discriminación a cualquier nivel es perjudicial y destruye patrimonios y matrimonios.
Nada más insensato que un líder necio y arrogante o petulante e hipócrita.
        
Caracas, 6 de noviembre de 2015

miércoles, 17 de junio de 2015

Acerca del Eón del Colibrí o Tucusito


"... sólo el kolibrí liberará al manvantara. Sólo el krepúskulo anaranjado, rosado, violeta. Sólo el gas azul del matroyoma."
Andrés J. Boulton Figueira de Mello, alias Otumamboya Kilimanjaro, La Máscara Mística de Yeso Espectral, París, México D.F., 1965-1966-1967
Tucusito morado o Zafiro golondrina (Thalurania furcata). Ejemplar macho. Vive en Sur América, al este de los Andes, siendo nativo de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Trinidad y Tobago, y Venezuela.

Por los vientos que soplan, al revisar mis gustos, aficiones, intereses, dedicaciones literarias, estéticas, filosóficas y esotéricas, publicaciones, escritos e ilustraciones me doy cuenta que mis ideas han girado siempre alrededor de temas como la fecundidad o fertilidad, Eros/Amor, las delicias terrestres, gozos y disfrutes, néctares y ambrosías, el éxtasis, lo superior y lo sublime, cuanto conlleva a un altísimo estado de plenitud, felicidad, satisfacción sensorial o suprasensorial, mental, espiritual, psíquica y artística. Si no hubiera estado desde que vine al mundo tan influenciado por la dionisíaca y venusina constelación de Tauro, tales influencias no se hubieran precipitado con tanta fuerza, insistencia e intensidad, tan repetida y prolíficamente. Claro, ha influido tener a Venus cerca del Ascendente y ya que Venus es el co-dispositor de Urano-Saturno-Mercurio-Luna en Tauro la bovina carga vibratoria es indudable y poderosa. Al igual que los astrólogos hindúes, pienso y siento que la Luna representa nuestro co-Ascendente o co-Lagna. Basta conocer dónde se halla la Luna natal y/o solar, cuál es la casa que ocupa, cuáles son sus aspectos fuertes para tener una buena idea de la persona y sus intereses más próximos. Estos sabios de la India y del Tíbet tienen razón. La Luna es el órgano astral más cercano a la Tierra, el más rápido de todos, mucho más íntimo, personal, preciso que el Sol. Hay que darle preeminencia en los asuntos del alma y del corazón.

También ha sido crucial que desde chiquito mi oído musical, abierto a los sonidos y las notas musicales (estudié piano a los siete años y mi primer gramófono me llegó a esa edad crucial), me haya dado cuenta que no puedo vivir sin la compañía musical y artística. Hasta el momento nada ha cambiado en mi interior y predisposiciones innatas y por lo tanto es lógico que el mundo de las aves me llegue tan hondo y halle que los pajaritos, más que las aves de rapiña, rapaces y depredadoras me parezcan tan interesantes, curiosas, pintorescas, hermosas y atractivas, y las haya usado tanto en mis escritos y pinturas filosóficas. Nada ha sido casual, producto del azar o accidental, ya que con mi imaginación ingenua y prístina he buscado entender, descifrar, el mundo mágico que rodea a las avecillas e incluso a los periquitos, loros y guacamayas que me causan tanta hilaridad. ¡Y qué tesoro es Venezuela!

He hecho del colibrí o tucusito el símbolo de una futura Edad de Oro sobre la Tierra. Mientras más estudio a este animalito tan curioso, extraordinario, bello, singular, servicial y franciscano no creo haberme equivocado. Aun diminuto es el símbolo de una colosal evolución que experimentará nuestro planeta cuando deje atrás el período de Kalī Yuga a menudo tan nefasto y sórdido que nos ha tocado vivir hace varios miles de años -desde que aviadores del espacio exterior muy mal encarados, gárrulos y codiciosos llegaron a la Tierra para apoderarse de sus bienes, riquezas naturales y esclavizar sus poblaciones. Al lado de unos animalitos tan trabajadores como ecologistas vinieron también seres tenebrosos y despiadados de otros planetas con el fin de robar nuestras pertenencias, desequilibrar nuestros ecosistemas y dar cabida a sus fines egoístas, crueles, maltrechos e insidiosos. Es hora que los echemos fuera ya que siguen manipulando gobiernos, multitudes, eventos y planes.

Debemos aprender de la Madre Naturaleza cómo comportarnos civilizadamente y ver cuánta sabiduría abunda en nuestro mundo. Ciertas avecillas e insectos han estado acompañándonos desde tiempos antiquísimos, dicen que desde el período Devónico. No sé cuán cierto es el dato, sólo sé que mucho antes de que aparecieran los primeros humanoides y humanos ya Dios había hecho su tarea, la había expuesto un millón de veces, estaba como se dice establecida, organizada, ordenada, funcionaba, existía realmente, y cuando pusimos por primera vez los pies en la Tierra habían seres de distintas formas y reinos naturales en otros mundos esperándonos con su sabiduría y conocimiento, sus tradiciones, actuaciones, deseos, emociones y peculiaridades. Eso significa que hay mucho del Universo no humano en los terrícolas humanos, muchas piedras, cremas, yacimientos metálicos, matas y árboles, mucha fiera o renacuajo, flor y polen, cobre, silicio, magnesio y calcio en nuestras venas, arterias y huesos. No podemos escapar o deshacernos de las cadenas, nexos y vasos comunicantes que nos vinculan con el mundo natural tan cercano como distante y del que formaremos parte hasta que Dios quiera. Ese mundo tan vasto como cambiante y diverso, como ya dije, está dentro de nosotros, nos entró por los cuatro costados cuando fuimos engendrados la primera vez in illo tempore, en un lugar o ente cósmico, que sólo conocen Dios y su Diosa, el arquetípico Ser Supremo de Todas las Cosas.

Durante el Eón del Colibrí los terrícolas humanos aprenderán a nutrirse a diario de néctar divino o ambrosía, de exquisiteces y delicias, de cuanto fabrica y dispone la Naturaleza a nivel culinario como espiritual, material, astral, fotosintético, místico-religioso, etc, porque a fin de cuentas no se hizo al Hombre y a la Mujer para que vivieran apaleados, humillados, atomizados y anulados. Por eso, cuando los humanos quieren surgir de abajo o de las cenizas deben buscar a su Hacedor y Hacedora para que entiendan que al cumplir con los dictámenes religiosos y místicos del Ser Supremo de las Galaxias Unidas, Interactivas e Interdependientes, sacarán las patas del barro y voltearán la tortilla. Y eso es más urgente que nunca en los tiempos que vivimos. Nos necesitamos todos y todas para crear mundos.

Si los terrícolas humanos supieran cuánto tienen de valioso, maravilloso, mágico, prodigioso e inmortal procederían a cambiar su vida radicalmente, no se asesinarían y herirían, no se destruirían tanto y enloquecerían, harían las paces con sus adversarios y enemigos, harían lo imposible para llegar a entenderse entre sí, construirían millones de escuelas, universidades y anfiteatros, cuanto pueda unirnos estaría de primero en nuestras agendas, apuntes, libros y novelas, leyes y decretos, teorías y teoremas, cuanto une al mundo y lo encarrila hacia estados de cultura más civilizados, inteligentes y agradables, cambiarían de raíz pueblos, ciudades, campos y balnearios para que la mayor cantidad posible de cosas, artefactos, útiles y diversiones hagan felices a los demás. Pero como ese no es el caso hoy día vemos que el 99% de los gobiernos gastan más dinero en armas de guerra que en servicios médicos e institutos educativos, recreativos, tecnológicos, filantrópicos. ¿Cómo parar esta locura, este suicidio masivo, este horror planetario, esta esquizofrenia galopante que embarga a justos y pecadores? ¡Será la Naturaleza que pondrá orden y disciplinará a la Humanidad, reordenará su corazón perverso, cruel, carcomido, carente de fe y amor! No hay otra salida, si buscamos bien con lupa, brújula, radar, sonar e intuición. 

Colibrí Garganta roja. Los troquilinos (Trochilinae) son una subfamilia de aves apodiformes de la familia Trochilidae, conocidas comúnmente como colibríes, quindes, tucusitos, picaflores, chupamirtos, chuparrosas, huitsitsili (idioma náhuatl), mainumby (idioma guaraní) o guanumby. Conjuntamente con las ermitas, que pertenecen a la subfamilia Phaethornithinae, conforman la familia Trochilidae que, en la sistemática de Charles Sibley, se clasifica en un orden propio: Trochiliformes, independiente de los vencejos del orden Apodiformes. La subfamilia Trochilinae incluye más de 100 géneros que comprenden un total de 330 a 340 especies. Son los pájaros más pequeños del mundo. Originarios del continente americano. Antaño se les mató por miles a fin de decorar los sombreros femeninos, lo que posiblemente llevó al exterminio de varias especies.

Los colibríes están entre los pájaros más pequeños que existen. La especie de tamaño más reducido es el colibrí zunzuncito o elfo de las abejas (Mellisuga helenae), que con su pico y cola mide apenas unos 5,5 centímetros, exclusivo de Cuba. La especie más grande, el llamado colibrí gigante (Patagona gigas), mide unos 25 cm. La mayoría de los colibríes presenta un plumaje muy colorido, generalmente de color verde metálico. El cuello de los machos es frecuentemente rojo brillante, azul o verde esmeralda. Una característica especial de los colibríes es el pico, que diverge casi siempre de especie en especie. El colibrí pico espada (Ensifera ensifera), por ejemplo, tiene un pico casi tan largo como el cuerpo, de unos 10 cm de longitud.

Creo que no estamos muy lejos del Apocalipsis de Juan y de lo anunciado en sus líneas e imágenes tan impactantes como desoladoras. Debe haber un fin a toda la insana actuación de los gobiernos sobre la Tierra, empujados por líderes, representantes, funcionarios y militares crueles, hipócritas, maniáticos, megalómanos, malintencionados, duros de corazón, sedientos de poder, fortunas, depredaciones. Si no hay un cese a conflictos y odios, la Madre Naturaleza reaccionará y será con violencia, por causa y efecto. Estoy convencido que esto sucederá en el siglo XXI y la liempieza durará hasta el siglo XXII. China, EE UU y Europa sufrirán muchísimo. Cuando me puse a escribir mi primer librito amarillo, Violeta Siete, en 1962, veía venir este arreglo de cuentas cósmico. Veía la Destrucción, el frío glacial recorriendo el planeta, las noches de miedo y espanto, lo que no se puede ni debe decir en voz alta pues es causa de mucho dolor y sufrimiento y da mucha pena y vergüenza. Pero así será en casi todas partes. Se salvarán quienes huyan de las costas y las grandes urbes ya contaminadas, las centrales nucleares en Europa, Norteamérica y Asia. Se salvarán sólo unos cuantos, quienes hayan oído y visto al Colibrí, al Tucusito, al Elfo de las Abejas (Mellisuga helenae), el pájaro más chiquito del mundo, aletear y picar flores que las abejas, los abejorros, las mariposas, las libélulas y los gusanitos completan en su faena franciscana y recorrido diario. Los terrícolas humanos escaparán a las olas gigantes, las lluvias copiosas con truenos, rayos y relámpagos, y verán desde el aire señales en el suelo (agrogramas) si le prestan atención a ángeles y profetas. Y sabrán dónde ponerse a resguardo, dónde conectarse con hermanos y hermanas más sensibles y sutiles, sensatos y juiciosos. Esta monumental y pavorosa Destrucción (que muchos no quieren entender ni aceptar por ser tan inconscientes) sucederá, viene pronto, lo sé desde 1964, cuando Dios -la misma Naturaleza- tan paciente como gigante nos lo indique y se advierta que ya no se puede parar más la debacle porque el globo de aire se desinfla y ya no se puede evitar que avance el calentamiento global y ciertas anomalías geomagnéticas y geotrópicas. Hasta que ocurra habrá que aprender mucho, corregirse mucho, amar mucho y esforzarse mucho, actuar con cautela, previsión, astucia y santiguarse. Todos y todas tenemos algo que dar y recibir. No estamos a la deriva al menos todavía. La tierra, el pasto, los olores de la lluvia, el salitre, todo lo que respira y siente nos llama a su lado, y si hacemos caso habrá una paz bendita a diestra y siniestra. No solamente eso: hay almas adelantadas, comprometidas y multidimensionales que nos ven y oyen, pendientes de todo lo que transpira entre los polos y en el Sol.

Hace cinco décadas que sé que posiblemente más de la mitad de la población actual no podrá escapar con vida a la Destrucción que cada vez más se nos viene encima. Pero sigo pensando que no estaremos solos y solas ante la grave situación causada por estos extremos de temperatura: sea que nos tueste el sobrecalentamiento global o se riegue el frío polar la Tierra no podrá resarcirse de un serio desbarajuste telúrico, marítimo, volcánico y astral, o impedirlo así a secas; o habrá algo más devastador: que vivamos una supertormenta solar, conjuntamente con una tormenta geomagnética, peor que la de 1859, ya que hoy dependemos más que nunca de la energía eléctrica a todos los niveles y aunque muy modernizados podríamos en cuestión de semanas retrotraernos a épocas tan pretéritas que creíamos superadas. Este escenario puede suceder perfectamente. Seré preciso, enfático: la mayoría de nuestros gobernantes y políticos son unos descreídos, ignorantes e incapaces, no quieren dar su brazo a torcer. NO CREEN y punto, ni en ciclos ni en repeticiones. Solamente creen en el poder del dinero, las transacciones financieras y las armas, son amos y esclavos de la fuerza bruta. Tratar de convencer a estas gentes es perder el tiempo. Pero basta estudiar cientos de agrogramas para darse cuenta que algo muy serio se aproxima ominosamente. Y, si se les dice que América es el continente del futuro pero que América del Sur llevará la batuta y será el subcontinente, la región del futuro, se reirán a carcajadas y nos mentarán la madre. Ya me pasó una vez cuando dije en un avión estadounidense, antes de aterrizar en Puerto Rico, que el español (hispanoamericano con más precisión) es la lengua del futuro, no el inglés. Ya veremos en cien años si estábamos en lo cierto o meando fuera del perol, como dicen en Venezuela. Aunque parezca increíble las corrientes fluviales, marinas, continentales y bipolares moverán al planeta de cabo a rabo. Otros y otras lo vaticinaron hace rato. Ya veremos, hermanos y hermanas, mientras tanto no se crucen de brazos. ¡Trabajen como abejas, sean indestructibles como diamantes y precisos como centellas, para que sus propósitos se cumplan y colaboren con el porvenir del Dharma! ¡El Futuro es de los despiertos y las despiertas!

Caracas, escrito alrededor del 17 de febrero de 2015. Revisado y pulido el 11 de junio de 2015.

Honor al Colibrí por parte del egipcio. Obra del Autor. Caracas. 2015.

Como señalé anteriormente: ¡el Futuro es de quienes despertaron! Y precisamente por ello me veo precisado a poner por escrito un cálculo que he estado haciendo en vista de lo que percibo y que tiene que ver con la salud y el porvenir de nuestro planeta a corto y mediano plazos. He sido un ecologista y un seguidor de catástrofes, cambios violentos telúricos, marinos, geofísicos, desde mi juventud y me preocupa mucho lo que puede acontecerle pronto a nuestro planeta. Veo lo siguiente: a lo largo de una gran franja gris horizontal del hemisferio boreal, que va de Canadá y Estados Unidos de Norteamérica a Europa, Rusia y China, que cubriría desde el Polo Norte al paralelo 40ºN aproximadamente, percibo que esta franja padecerá y será presa de un gran cúmulo de alteraciones geofísicas que podrían ser incontrolables y gravísimas. Esta franja boreal podrá verse inundada, sumergida, alterada por efectos mayormente de las aguas, deslaves y depresiones geológicas porque los vientos tormentosos cambiarán y se volverán huracanados. Si esto sucediera, vastas porciones de tierras continentales, islas, cabos y penínsulas, corrientes, mares y playas cambiarán de forma y dirección muy rápidamente y las tierras boreales que se hundan causarán por oscilación magnética que al sur del ecuador vastas porciones de tierras suban de altura, choquen y se cambie la geografía y los ecosistemas violenta y asombrosamente, sísmica y volcánicamente, e incluso la actual Antártida verá desaparecer su gruesa capa de hielo y se volverá tropical de nuevo como lo fue en épocas muy pretéritas. América del Sur cambiará de forma y un clima más frío alterará la selva y los bosques actuales y sería inimaginable poner acá por escrito cuanto pasaría si las costas con sus urbes, como Caracas, Río de Janeiro, Cartagena, Recife, Pernambuco, Buenos Aires, Valparaíso, etc, fueran a desaparecer.

Así que el colapso de Europa, que intuía décadas atrás en los libros escritos en París a mediados de los '60 del siglo pasado, será cierto, los actuales polos de desarrollo industrial en el hemisferio boreal podrían dejar de serlo pero a la vez los países emergentes o subdesarrollados actualmente en el hemisferio austral serán los nuevos polos de desarrollo industrial, tecnológico, agronómico y social. No entiendo cómo es que hasta el momento no se haya construido un depósito de granos y semillas en el Sur como se ha hecho en el Norte, en Noruega, por ejemplo. No entiendo cómo nuestros científicos y futurólogos, además de los políticos casi siempre tan mediocres y mal informados, no han pensado en esto porque en América del Sur debe centrarse el futuro de la Humanidad, también en África del Sur, Namibia y sus alrededores, Australia y Nueva Zelanda, que verán su actual conformación geológica. El único país europeo que por tradición histórica es excepcional y genial por su alto rendimiento espiritual y físico-material es y ha sido Alemania desde la época celta y aria. Los suramericanos debieran tener todos mucha comunicación y colaboración de parte de los alemanes y austríacos o suizos. Adelantarían mucho y se podrían ahorrar muchos dolores de cabeza. Los alemanes fueron los que propulsaron los grandes adelantos en los Estados Unidos de Norteamérica. Pero si Europa decae, se contrae y desaparece, será una gran pena, porque es ahora el lugar más civilizado en el mundo. No obstante, el planeta seguirá evolucionando y viejas razas, algunas originalmente antediluvianas, volverán a reaparecer y orientar a futuras generaciones porque Gaia será un sitio mucho más adelantado, saludable y prometedor pues contará con nuestros hermanos y nuestras hermanas extraterrestres que aportarán su conocimiento, información y espíritu solidario. En unos cuantos años lo perdido se recuperará. Así son las cosas.

miércoles, 21 de enero de 2015

El problema con el dios Dinero es que genera malsanas ilusiones y nos esclaviza, embrutece o enajena; si lo eliminamos podremos llegar a conectarnos con energías y potencias muy superiores de vida

El problema con el dios Dinero es que genera ilusiones, también esperanzas, vanidades, sueños que se cumplen o fracasan por una razón u otra, ad infinitum. Esto nos dicen los economistas el 20 de enero de 2015 en la página web de BBC Mundo: "La economía se ha vuelto vacilante, inconsistente, no parece tener un rumbo claro. Por el momento no nos queda otra opción que entenderla como tal y convivir con ella, concluye el documental de la BBC. Y no podemos repetir la remanida frase de que el resto es historia, porque la historia de la crisis global se sigue escribiendo. Ni siquiera los economistas más lúcidos vislumbran un fin y esto es algo que "los mantiene despiertos de noche", según reconoce el propio Foro Económico Mundial (Davos)." Al respecto he opinado durante años y sigo pensando que el dinero ha sido una maldición más que una bendición aunque aclaro que este problema es de muy vieja data. Yo, como todos los humanos en este planeta, he vivido del dinero de mis ancestros, mis padres, mis socios, mis descendientes, mis esposas, mi propio peculio y trabajo, mis vecinos y desconocidos, etc. No escapo a la ley de la oferta y la demanda y a las teorías y prácticas puestas en marcha por economistas y políticos o por mafias, narcotraficantes, militares y perros de la guerra que viven del infortunio ajeno. Sin embargo, siento que llegará el día cuando esta manera de ver la energía cósmica (de donde procede el dinero y todo lo demás) será visto, tratado, apreciado y reproducido de otra forma, una más acorde con la constitución, esencia sutil, expedita, directa y democrática de la riqueza y el cuerno de la abundancia de lo que ahora llamamos, con más o menos torpeza, "dinero" y acceso a los bienes de la materia, lo concreto y visible, que por lo que constato es infinito, ilimitado, fantástico y fabuloso en su origen y está ligado de una forma u otra con los vientos, los volcanes, el humus, las rayas de los tigres y el vaivén de las olas marinas. O sea, pensar maliciosamente, con mucha o poca ignorancia acerca de las cosas, que hay un techo para la riqueza y variedad de las materias primas, renovables y no renovables, existentes o por descubrirse, locales y foráneas, visible e invisibles, es pura miopía o misantropía. La Naturaleza es esencialmente prodigiosa y opípara, se renueva de mil y una formas y maneras, evoluciona, como dice la cuña televisiva, se recicla y regenera incesantemente, así ha sido durante milenios, distintas edades geológicas e históricas, mientras que el humano vive poco en comparación, debe adaptarse obligatoriamente a sus variaciones y sorpresas so pena de desaparecer de la circulación y no tiene ni granito ni basalto ni magma debajo de la piel o en sus venas y arterias. Ergo, el humano es un ser sumamente endeble, frágil, no muy consistente que digamos, vacila mucho y ni tiene olfato de perro o la rapidez de gatopardo. El problema son sus egos, su soberbia, arrogancia y echonería, nos falta demasiado conocimiento, filosofía, sabiduría y comprensión para entenderlo y aceptarlo y adecuar con suficiente inteligencia y humildad nuestro sistema particular de vida y encarar con acierto, eficacia y eficiencia lo que nos ocurre a cada momento para no ir en contra de lo divino y formidable de la circundante Madre Naturaleza tan extraordinaria y viva desde todo punto de vista como sabia y práctica y de paso aprender de ella como niños y niñas grandulones que aún somos.

Sé que llegará el día, en la próxima ronda de civilización global, bastante más adelantada, rica y prometedora que la civilización que nos ha tocado vivir, así como aquéllas que nos precedieron, que el humano podrá acceder a las maravillas y riquezas de la Madre Naturaleza de un modo distinto, rápido, directo, superior, sin que tenga que experimentar tanto dolor, sufrimiento y miserias (que él mismo ha causado a menudo sin premeditarlo). El hecho u obsesión de querer vivir mejor y ganar más dinero por consiguiente hace que se manifiesten avaricias, codicias, egoísmos, robos y hurtos, violencias y arrebatos o gazmoñerías de todo tipo, engaños y embustes, ambiciones sin control, etc. Son más las desilusiones que la esperanzas ciertas y claras y durante millones de años los humanos en Gea no han podido resolver sus necesidades correctamente. Eso ha significado tristemente que hayamos tenido que involucionar tantas veces y empezar de nuevo. ¿Podremos evitarlo muy pronto? Ojalá, no estoy tan seguro, dependerá de una pila de factores, incluso de algunos más allá del planeta, del sistema solar.

Los economistas, unos más lúcidos que otros, han ideado o imaginado todo tipo de teorías y esquemas para saciar la sed y el hambre de los pueblos, apaciguar miedos y carestías, porque éstos no han podido todavía vivir adecuada, armónica, pacíficamente alejados de los ruidos y destrozos escalofriantes y sangrientos provocadas por las guerras, los conflictos armados y pasionales, las rencillas, las injusticias y desigualdades, las calamidades naturales que a veces provocan los mismos humanos (como el actual calentamiento global y la polución ambiental). Y, en consecuencia, el tema del dinero, la riqueza y la abundancia, ha variado una y otra vez y no ha sido constante ni fija nuestra perspectiva y manera de analizar y encarar la paz y la guerra, la saciedad y la satisfacción, el bien y el mal pues nuestro universo es Uno e interdependiente e interactivo. Nuestro modo de ver y adaptarnos a los vaivenes naturales y sociales no ha sido el mejor y seguimos pensando que para vivir mejor es necesario agredernos y atacarnos, un sine qua non, y esto es realmente tonto, una necedad, un tremendo infantilismo que nos sigue atados a un animalismo y salvajismo irracional que debimos superar hace mucho tiempo cuando nos fuimos de África en calidad de australopitecos aventureros. Hasta que los seres humanos no aprendan a respetarse mutuamente y quieran cohabitar en paz en este mundo que Dios les cedió o prestó, no se establezcan territorialmente en armonía con su medio ambiente o ecosistema y existan de acuerdo con normas y cánones platónicos, aristotélicos, musicales, elevados, seguirán dependiendo y de muchos modos para todo del dios Dinero, un dios materialista tiránico, dictatorial, despótico, limitado por su visión entrópica, mezquina y miserable de las cosas de este mundo y de otros, o como lo llamo yo, de Saturno Mala Leche, a quien le chifla comerse a sus hijos e hijas para luego vomitarlos.

El día que los terrícolas despierten de veras harán magia para que los prodigios, portentos y lujos de la Creación estén a su alcance y llegue a todos y todas y no solamente a un grupito de superricos y superricas que viven a cuesta de los demás -en el comunismo y en el capitalismo-, posiblemente tan egoístas y malintencionados como ellos y ellas mismas a quienes explotan porque se valieron astuta, inmoral, pervertida y abyectamente, para engrosar su peculio personal y sus arcas que tratan de ocultar lo más posible. Esta situación ha sido la misma durante añales y parece una pesadilla de nunca acabar. Una y otra vez a lo largo y ancho de la Historia se repite una misma situación: los pobres, débiles y desamparados copian lo que hacen las falsas élites, los criminal e irreflexiblemente beneficiados en un período u otro, empecinados en esclavizar a los menos favorecidos. Esto es lamentable pero sucede porque a menudo quienes pudieran hacer avanzar y dar conocimiento a los pueblos son perseguidos y ajusticiados. La Historia está plagada de estos Abeles y Mahâtmas o Libertadores a quienes se les impidió dar sus luces y quebraron demasiado pronto. ¿Cuánto tiempo más seguirá este círculo vicioso y fatal? Hay demasiados asesinos del espíritu multiplicándose como conejos y basta ver la prensa y los canales de televisión para escandalizarse y alarmarse. Pero ¡ojo! esta pesadilla es muy antigua.   

Como ha sido y será siempre eso de querer materializar a toda costa y por encima de lo demás el fruto del trabajo, la rendición y las expectativas del mismo, termina oscureciendo el panorama mundial y satanizándolo. No se puede hacer de la Materia el fundamento de la economía, la geopolítica, la ciencia y el arte, la religión,  la ética, la justicia y la sanidad. No es posible que se crea y piense que la salud, el impulso, la creatividad, el ingenio, el fundamento de lo que hacemos tenga que tener su base y lógica en la Materia porque eso es contranatura, va en contra de las leyes universales, del mismo sistema como opera o funciona el Universo del que nosotros y nosotras somos apenas una porción más. La Materia es solamente un reflejo, una consecuencia, un resultado del Logos. Cuando entendamos que el Espíritu, el Ser, la Idea, santa en esencia, por antonomasia y excelencia, rige, administra, impulsa y activa todo, incluso nuestro aliento, ser y vida, hallaremos las respuestas que tanto nos eluden y atormentan. Si no nos conectamos con el Espíritu Santo que lo mueve y ama todo, si no vamos al grano y vemos a través de las apariencias, no dejaremos nuestra situación tan incierta e insegura, como bien están constatando nuestros economistas y académicos, nuestros gobernantes y líderes sociales. Hay que alterar y reajustar nuestra filosofía de la vida que aún se focaliza y revolotea alrededor de la Muerte y lo precario. Mientras no veamos más allá del horizonte no vamos a salir del hueco negro supermasivo que nos debilita y nos reduce a un círculo vicioso de alzas y bajas impredecibles y fatales que rebotan y desencadenan horrores y eso, como ya señalé, significa cambiar muchos aspectos de nuestra filosofía, psicología, psiquiatría y psicoanálisis, tan poco religiosa o atea en esencia. Y eso por supuesto significa que debemos dejar de matarnos, así de simple, porque no respetamos la vida.

Nunca se podrá hacer justicia matando, degollando, decapitando, fusilando, esgrimiendo insensateces, estupideces, arengas llenas de odio visceral en nombre de una Idea o un Ideal envenenado, torcido, impuro e iconoclasta. Pero los islamistas fanáticos así como los budistas, católicos y judíos furiosos no cambiarán su manera de ser y actuar a menos que se vuelvan hacia la Divinidad, a menos que entierren sus hachas de guerra y cesen de fabricar armas de guerras y dilapidar dineros que hubieran podido servir para levantar escuelas, universidades, granjas, carreteras, hospitales, clínicas, manicomios, spas, centros de cultura, arboledas, bosques, jardinerías y canchas deportivas. Si me preguntan cómo llegar a un mundo mejor, responderé que si las grandes y pequeñas potencias del mundo no comienzan triturando y estallando sus arsenales de armamentos y fábricas de muerte, todo lo que huele a crimen, masacre, carnicería y desolación es imposible que haya una sola semana o mes de paz continua en el planeta. ¡Una ilusión, una mentira, más de lo mismo, pensar que dejaremos de matarnos unos a otros por ideas, cultos y programas que nos devolverán el uso de la razón! Mientras se inviertan millones de dólares, yuanes, euros, en máquinas de la muerte será menos probable que la economía sea rentable, una cuchara para alimentar a millones de almas y devolverle la esperanza a padres y madres sollozando y sufriendo inclemencias climáticas, ansiando liberarse de infecciones, pestes y pandemias, et cétera.

Entendámoslo de una vez para siempre: todos los países del mundo, con algunas excepciones, viven para alimentar y engordar la barriga de la odiosa diosa Muerte y Desolación y creer con sorna e hipocresía que la economía se masajea y lubrica para beneficiar a la Humanidad; pero así como están las cosas ahora y lo fueron ayer y anteayer eso es caerse a mentiras, engaños y ridiculeces. Cuando los EE. UU., China, Francia, Israel, Japón, Rusia, la OPEP, el FMI, el BM, la ONU, el Estado Islámico o ISIS, etc, decidan hacer un alto solidario en su carrera suicida y homicida, ponerle fin a su autismo, ceguera y sordera, y lancen las armas y las municiones al fuego y al barranco de una vez por todas comenzaremos a salir del matadero global y usaremos nuestros ahorros en cosas y actividades menos demenciales o lunáticas. Tenemos que quitarnos con un martillo de sabiduría los clavos, las espinas y cuanta arma de tortura tengamos enloqueciéndonos, hiriéndonos, amputándonos y matándonos en nombre de unas ideas completamente trasnochadas, absurdas y putrefactas en esencia. Todas las guerras han destruido, ninguna construye, renueva y salva. Pensarlo que no es así ha sido parte de nuestra inmoralidad o desequilibrio hormonal, orgánico, mental, psíquico. La guerra mata a la religión, sea cual sea. Y el dinero, sobre todo el mal habido, es nuestra fuente de perdición y tarde o temprano lo pagamos bien caro, como lo comprueban la Mafia, las organizaciones político-sociales que viven de enojos, odios y venganzas y desaparecen sin dejar huellas. Una y otra son parte de nuestro malestar como raza cósmica y por eso debemos purificarnos e inmunizarnos porque acá al planeta han llegado muchos seres malévolos del espacio exterior que se empecinan en corrompernos, esclavizarnos o controlarnos a como dé lugar. Ellos están detrás de todos los movimientos alienantes y terroríficos. No caigamos en sus trampas. ¡Astar Sherán, socorro! ¡Afrodita, rescátanos!

En mi obra, El Orgasmo de Dios, escribí el 3 de marzo de 1963 que: "La civilización se engendró malsanamente con el dinero. ¡Al pelotón con Midas!" La falsa civilización la inventó este loco de atar que llegó a ser rey. Idiotas que hemos sido al seguir su prédica, su concupiscencia, sus fechorías y ardides. En la Era de Acuario-Leo nos irá mejor. La desazón y la incertidumbre actuales nos están indicando que a la casa de bolsa de nuestros valores en decadencia se acerca una tormenta perfecta, un rumbo nuevo se le está augurando a nuestra civilización moderna, postmoderna, antropocena en decadencia, como se le quiera designar. Una nueva arquitectura de la vida va a emerger sin duda alguna de las cenizas. A su manera, Nietzsche y Teilhard de Chardin o Beethoven lo imaginaron y vaticinaron hace décadas o siglos. También lo hicieron Henry Miller y Maria Montessori. Muchos místicos y metafísicos a lo largo de los años. Incluso economistas arrepentidos convertidos en alquimistas, inventores, jardineros y agricultores del Nuevo Reino de los Cielos, como Nikola Tesla, entendieron que debíamos adquirir una brújula nueva. Ojalá tengamos suficientes humanos con más de dos dedos de frente para erigir una tabla real de salvación que nos proyecte y emocione, cure nuestros miasmas, complejos y virus del carrizo. ¿Resucitaremos pues estamos casi muertos de miedo o nos dejaremos pasar por encima como troncos de madera talados? OM.

Caracas, 20-21 de enero de 2015