domingo, 1 de septiembre de 2013

Las Partes y la Paz

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Las Partes y la Paz

Me veo obligado a reescribir este artículo hoy, sábado 31 de agosto de 2013, porque el texto que redacté ayer desapareció de mi escritorio y no he podido localizarlo. Esto jamás me había pasado antes y sigue siendo para mí un misterio. El escrito versaba o más bien versa (porque lo estoy reescribiendo) sobre el problema sirio y lo que significaría para el mundo, si los EE UU atacan a Siria porque su Comandante en Jefe, Barack Obama, dio el visto bueno a sus fuerzas armadas del Pentágono y es respaldado por su Gabinete y partes del Congreso y sociedad americana. Si esto pasare, sería catastrófico, se desencadenarían las mil y una cabezas de la Hidra y la respuesta musulmana y alauí se materializaría tarde o temprano con una ferocidad tan brutal que pocos se lo imaginan ahora. A estas alturas, es casi imposible o demasiado tarde echar para atrás el conflicto sirio, el carnicero de Bashar Al-Assad ha ido demasiado lejos y no se arrepiente pues la soberbia y la malicia lo están devorando. Pero cualquier decisión agresiva que tomen los EE UU producirá un mal tras otro, la violencia engendrará más violencia, un horror sucederá a otro horror: jamás fue posible que se haya llegado a una paz duradera por medio de la guerra y la fuerza bruta. La Historia lo ha contabilizado innumerables veces. Desde un punto de vista químico, biofísico, mental, vibratorio, astral, como se le quiera denominar y conceptualizar, la violencia engendra más violencia, creándose un círculo vicioso, y, si se llega a entablar una paz condicional u obligada, al rato, a la vuelta de la esquina de esta paz aparente, superficial, surgirá otro círculo vicioso de rencor y resentimiento, una ira tan grande, una sed de venganza tan desproporcionada que una sucesión de eventos demolerá lo que se logró conquistar en otras áreas de la sociedad a duras penas y con muchos sacrificios y esperas. Un hecho brutal, inhumano, puede destruir años, lustros, décadas de progreso y evolución. Capitular no significa sino una paz condicionada, obligada, parcial, insincera, sin mucha trascendencia. Y esta guerra de ahora que yo entreví dos a tres años atrás y catalogué de "catastrófica", cuando el conflicto libio arreciaba, puede ser el preludio a la Tercera Guerra Mundial o, si se ve desde otro ángulo, convertirse en un ataque al corazón del mundo y poner todo patas arriba de un modo tan poco amable, sincero, inteligente, gracioso, absurdo, nefasto y terrible como irracional en injusto. Toda guerra mina y destruye todas las partes. Como lo señalé, este tema no tiene excepciones.

El problema sirio es muy antiguo, el germen de la discordia se generó milenios atrás y proviene de la Antigua Mesopotamia que fue habitada y colonizada por una raza extraterrestre bastante ambiciosa proveniente de Nibiru, el planeta sumamente díscolo de nuestro mundo solar, que pasa cerca de nosotros cada 3.600 años aproximadamente, y que yo estudié al igual que varios otros investigadores liderados por Zecharia Sitchin, quien nos abrió una gran puerta del pasado de nuestra Tierra o Erra. Traigo esto a colación porque para entender el problema sirio de hoy es imprescindible ir hasta el fondo del pasado antediluviano, examinarlo muy diligente, meticulosa y concienzudamente, rastrear a fondo el complicado legado genético que la gente de hoy heredó de los antepasados extraterrestres y las primeras tribus que se asentaron en Mesopotamia, saber que ciertas características continúan sobreviviendo al paso de los años, décadas, siglos, milenios, catástrofes, las crisis y los severos trastornos geofísicos, porque pareciera que hasta en el mismo espacio-tiempo atmosférico que inhalamos hay partículas cargadas de acciones, sucesos, ideas, sentimientos, pensamientos precedentes y en no pocos casos perpetrados en eras muy antiguas que ni siquiera nos imaginamos o sospechamos y que no son precisamente cariñosas y civilizadas. Por eso y precisamente porque el cuerpo del aire que respiramos alberga buenas y malas ondas-partículas, vibraciones, densas y sutiles frecuencias en perpetuo movimiento que se pueden recoger o rechazar hay que entender que los seres humanos pueden hacer, pensar y sentir cosas que no tienen una explicación aparente pero que si se rastrea bien lo que pulula en la atmósfera, la biósfera y la ionósfera, es decir, por el aura y la magnetosfera que rodea nuestro orbe, se sabrá determinar lo que puede influir en los habitantes de un cuerpo celeste tan sintiente e hipersensible como el nuestro (la gran cantidad de materias verdes de todo tipo, como árboles, matas, montes, verduras, campos cultivados, océanos, mares, ríos y lagos, etc, ayuda ciertamente a que la variada fecundidad del planeta acreciente la interacción y reproducción de la función clorofílica tan esencial para que la vida se dé, se mantenga, sea prolífica y magnánima).

Pueden haber pensamientos y sentimientos originados milenios atrás que nuestra sensibilidad recoja, acepte o repudie, transforme o quede lastimada y debilitada, y debido a nuestra captación de lo que vuela por los aires es útil que cada cierto tiempo nos limpiemos el aura. Una manera de hacerlo todos los días es bañándonos y enjabonando nuestras partes privadas, yendo al campo y tomando sol, oxigenando nuestros movimientos con ejercicios rítmicos, meditando, bailando y divirtiéndonos. Hay muchos modos de purificar el medio ambiente que nos rodea y sostiene y una mano lava la otra, es decir, así como debemos respirar para oxigenarnos y metabolizarnos mantener los bronquios y pulmones, el corazón y la espina dorsal en forma, sanos y cepillados, es perentorio, vital, fundamental e higiénico hacerlo, por la sencilla razón que nuestro cuerpo u organismo es un laboratorio y éste debe ser cuidado a diario con mucho celo y cariño. Este tipo de magia la pueden realizar todas las personas en nuestro mundo, nadie debe ser una cápsula hermética, vaciada o vacía por dentro. Hay que educar e instruir a los niños y a los jóvenes para que lo practiquen diariamente y se cuiden mentalmente lo más posible ya que nuestro cerebro es igual a una central eléctrica, un observatorio, un domo con millones de antenas parabólicas y sensores de varios tipos y nuestro psiquismo es un sistema holístico de alta tecnología. Un buen pensamiento, una buena acción, pueden llegar a cientos, miles de kilómetros de donde estamos; asimismo, un mal pensamiento puede atravesar los aires, las esferas y las dimensiones. Orar, comunicarse con sinceridad con el Cielo, debe ser una tarea constante porque el Ser Supremo de las Galaxias Interconectadas Armónicamente nunca se cierra, apaga, oscurece, es indiferente a nuestras intimidades. Él es omnividente. ¡Ojo!

La Siria de hoy desciende del imperio asirio, hogar de gentes temibles, muy guerreras, violentas y crueles. Todos los pueblos mesopotámicos se destacaron en la ciencia y en el arte de la guerra así que nada ha cambiado hoy. Si no se resuelve y cauteriza el problema sirio con mucha diplomacia, tacto y sabiduría terminará creando una tormenta de arena que arrastrará a todos los pueblos a su derredor y el Medio Oriente, Próximo o Levante será la parte del mundo, el nucleolo que generará la Tercera Guerra Mundial porque por razones históricas Irán, Irak, Turquía, Israel, Palestina, Líbano, Egipto, Libia, Arabia Saudita, Rusia, no podrán permanecer neutrales y se verán contagiadas por el veneno que se esparcirá como una nube venenosa desde Damasco. Que sea Damasco donde se dice fue enterrado Juan el Bautista y cerca de donde nació Jesús no es casualidad. ¿Irán contra la Ley? Y seguro que toda esta brutalidad moderna causará asco, atrocidad, disgusto, horror y podría desembocar en el derrumbe de Occidente como de Oriente, si no se ataja a tiempo, porque a partir de un cierto punto ya no será posible evitar una reacción en cadena. No se hablará solamente de una guerra fratricida a nivel bacterial, químico, sino también pueda que las cosas lleguen a un punto tan sensible y fuera de control que alguna que otra nación cerca de Siria se vea dispuesta a hacer uso de un arma de destrucción masiva como sería la nuclear o los rayos gamma o se produzcan atentados, secuestros y extorsiones mafiosas.

El peligro no es para menos y si Francia respalda a los Estados Unidos de Norteamérica es muy posible que la onda destructora penetre Europa por las costas mediterráneas francesas y por otra parte llegue hasta el interior de los EE UU. Los árabes en conflicto querrán vengarse a como dé lugar de la humillación que los norteamericanos les infligirán. ¡Olvídense del oro, el petróleo crudo, el esquisto o los cereales! La devastación acaecida en territorio sirio repercutirá cual bumerán y entonces muchos se acordarán de las profecías del famoso clarividente francés, Michel de Nostradamus, que predijo la invasión mahometana a las tierras de Europa y Norteamérica. ¿Podrá frenarse este odio, esta ira, de fieles contra fieles, de pobres contra ricos, de pueblos que han tenido que quedarse atrás y no han podido disfrutar de los placeres y los lujos de unos cuantos países del Primer Mundo? La pobreza y miseria que aún conocen vastas partes de África, donde hay muchas gentes que profesan la religión del Islam va a seguir una corriente de destrucción y cólera que será muy difícil de calmar, parar y cambiar, porque muchos pueblos no han podido espiritualizarse suficientemente y viven precariamente por factores que no pueden gobernar. La indigencia recorre a muchos países de nuestro mundo demasiado fracturado o desunido. Aunque crea en milagros me parece que ya es muy tarde frenar lo que viene y no me parece una casualidad que esta guerra entre las partes se dé ahora en 2013. Todo esto es parte del Efecto 2012. Y vamos a ver señales en el Sol que nos van a impactar mucho en poco tiempo de atacar EE UU y de atacarse entre ellos Siria y sus vecinos.

Debimos actuar mucho antes, debimos comenzar a pensar que los grandes hombres y las mujeres fuera de serie, con sus descubrimientos, hazañas y legados, visiones y osadías, no suceden por azar y vienen al mundo por obra y gracia del Espíritu Santo a cumplir misiones benévolas y salvadoras. Cuando el gran químico y microbiólogo francés, Louis Pasteur (1822-1895) encontró cómo y porqué se debían y podían curar las infecciones y tantas enfermedades, induciendo a que se tomaran normas de higiene y salud necesarias, urgentes, para así aliviar el sufrimiento, el dolor, las malas costumbres y los patrones mentales que tanto daño y atraso nos han causado nuestros líderes sociales no notaron que debían y deben eliminarse también las malas conductas morales, éticas y psicológicas, las malas relaciones sociales entre los hombres y las mujeres, y que la infección bacterial también ataca a los corazones y sentimientos como al cuerpo y los procesos fisiológicos más fundamentales. Si le hubiéramos prestado más atención a la pasteurización, la asepsis, la esterilización, la limpieza y la purificación, la inmunización, el recato, etc, y se entendiera que la Naturaleza siempre opera en varios frentes a la vez, que todo está interrrelacionado, se hubieran podido evitar las Guerras Mundiales que nos han precedido, y que ésta, la Tercera, va en camino, a menos que hayan milagros, habiendo habido desde el siglo XIX un sinfin de luchas, conflictos locales como internacionales que nos hubieran debido alertar y reaccionar. Pero no pasó, no se hizo el examen de conciencia. Y ahora la descendencia desviada de los Annunaki nos puede causar más horrores de los que hemos visto porque, como dije, las naciones, los pueblos alrededor de Siria se verán infectados por el odio, el resentimiento, la ira, el miedo, la sospecha, el descontrol, la locura, la hipnosis colectiva, el veneno ideológico y fanático. Está claro que el Mal puede barrer con cualquier progreso si se le permite actuar a sus anchas. Nadie puede saber de antemano cómo puede terminar y en qué momento puede acabar un conflicto donde todas las partes se ven envueltas y arrastradas. Millones de personas tendrán que vacunarse contra muchos tipos de males. ¿Será posible?

Por otro lado, sabiendo que en la Naturaleza nada existe sin una contraparte, un aliado, otro cuerpo afín, un asunto de correspondencias, paralelismos, combinaciones, convergencias y confluencias, pienso que esto del conflicto sirio, a nivel terrestre, telúrico, geotérmico, material y profano tiene su contraparte a nivel celestial, espiritual, astral y sacro. ¿Tendrá que ver en todo lo que está produciéndose y se producirá en nuestro mundo algo que ver con la constelación del Can Mayor, la Estrella Perro Sirius y su sistema solar con varios soles por cierto? Es posible. No lo descarto. Y, si es así, no es casualidad que los EE UU y sus líderes masones lo hayan tomado en cuenta y estén especulando. Si este fuere el caso, entonces el Rey del Mundo, un enviado de Sirius del Can Mayor intervendrá y posiblemente esta guerra atroz sirva para purificar el orbe y se pueda implantar después una nueva y buena semilla que sirva para generar armonía y concordia. ¡Pero a qué precio! Pronto sabremos si la operación siria habrá servido para un fin noble y muy urgente dada la situación del orbe, tan díscola, confusa, vulnerable y poco dada a las cosas y procesos del cielo y lo divino. Porque en verdad que hemos sido hechos por la Chispa Original que surgió del Fuego Primero y como Éste se ha reproducido una eternidad de veces todas las criaturas que habitan en este plano y en los otros, seamos buenos o malos, puros o impuros, conocedores de verdades o ignorantes de ellas, fuimos forjados por el acero candente de los filos de ese Fuego Original y Sempiterno. Sólo nos queda saberlo, ser conscientes de ello, honrarlo y bendecirlo. No todos y todas lo hacemos y haremos. Esa escogencia debemos tomarla.

La tarea por delante es difícil y pesada. Tenemos que limpiar al planeta de un cúmulo de inmundicias, porquerías y basuras.  La Tierra está llena de espinas y pocas rosas, por la sencilla razón de que aproximadamente dos tercios de la Humanidad está hipnotizada, no ha podido evolucionar como debiera ser, no ha tenido a la mano manuales de purificación e ilustración, no ha sido entrenada y orientada por las cúpulas que lideran, administran, supervisan nuestro mundo demasiado profano para que puedan ascender y liberarse. Le faltan ejemplos luminosos. Son pocas las personas que se rebelan y no se conforman y se enfrentan con sus escudos al Mal que las rodea y nos rodea, acechándonos y poniéndonos todo tipo de trampas. Cuando vemos qué películas están pasando en la tele y en el cine asombra la cantidad de basura que se le está enviando al subconsciente y al inconsciente del público y de paso, queriéndolo o no, toda la Humanidad que ve estos entretenimientos o espectáculos engrosa el peculio de los actores, las actrices, los productores, directores, cineastas, compañías, etc, que son parte de los estudios de cine, televisión, discografía, fotografía y edición. Como en un circo romano somos parte de una película que nos vomita o distrae y adormece y es imposible no caer una u otra vez en esa red o guión o al menos ser tentado por ella. Llega el momento que uno se pregunta, ¿dónde está la ficción, la verdad, la realidad objetiva o subjetiva, dónde comienza y termina la distracción, alucinación, viaje psicodélico, el encuentro con seres fantasmales o abismales, las peleas y matanzas indiscriminadas e interminables, la decapitación y tortura? ¿Y si será posible pasar a otra dimensión y ver la vida desde otra perspectiva, más cuerda y sensata, sin tantas contradicciones, donde reine la alegría, la felicidad, la caridad, la maravilla, el prodigio, el beso?

En consecuencia, esta guerra contra algunos elementos en Siria no puede pasar desapercibida por los seres del Otro Bando. La acción gringa y posiblemente gala y turca creará una reacción y nadie puede prever cuán enredada será, cuanta complicación resultará y si será posible un cese de repercusiones a corto o mediano plazo. Si todos los actores del Consejo Supremo de la Organización de las Naciones Unidas se pusieran de acuerdo y votaran por la paz inmediata y el  alto el fuego, la destrucción de las armas químicas, bacteriológicas, nucleares, metálicas, etc, etc, si millones y millones de personas decidieran darse las manos y pidieran por la paz, si todas las partes quisieran vivir en paz amistosamente, entonces yo diría que habremos dado un gran paso adelante, seguro y confiable. Pero mientras lo básico a nivel geopolítico y filosófico al más alto nivel, y lo político no se vea infectado y degradado por lo económico y financiero, no suceda una real pasteurización de los planes pensados por nuestros jefes políticos y religiosos, lo que emprenda EE UU en Siria no servirá de nada, sólo complicará más la situación en el Medio Oriente y luego a nivel mundial al poco tiempo. Los anillos concéntricos sucederán y se constatarán los efectos tras caer los primeros cohetes gringos aunque se destruyan focos sensibles, críticos, neurales, en suelo sirio o cerca. Por último, ¿cómo no pensar en la inhumana doble moral de las grandes y medianas potencias que desde comienzos del siglo XX se las han ingeniado para inventar y cultivar en sus laboratorios secretos cepas, bacterias venenosas, gases tóxicos de todo tipo, con el fin diabólico de fabricar y ensamblar en masa epidemias que luego venderán a los países? ¿Por qué se lamentan por los desastres y horrores causados por ellos mismos en primer lugar? Es una locura que no tiene nombre pero sí incontables víctimas.

La tarea que tenemos por delante pareciera desafiarnos a todas luces. Si nos comprometemos a buscar y sembrar la paz, recogeremos la cosecha, la siembra no se perderá, el mal tiempo, las heladas, los vientos fuertes, la lluvia ácida no la tocarán. Pero, si sembramos tempestades, recogeremos huracanes y tifones, tsunamis y deslaves, y es posible también que inundaciones y desastres mayúsculos incalculables, inenarrables, como ya pasó en el Mar Muerto siglos atrás. La Naturaleza quedará expuesta a nuestro descontrol pues es una caja de resonancia. Ella está sujeta a nuestras vibraciones, nuestro odio, desamor, o amor y dulzura, nuestras lágrimas y pesares, mantras y rezos. Espero de todo corazón que los líderes y jefes de estado sean muy responsables y nos orienten correctamente y no nos lancen por un despeñadero, precipicio o abismo, un Abzu al estilo mesopotámico. ¿Llegó la hora de parar esta degradación que algunos nibiruanos crearon y no enmendaron? ¿Podremos subir la cuesta y ver un panorama bellísimo? ¿Podremos abrazar a los sirios y a las sirias y quererlos como hermanos y hermanas? Ojalá los iniciados y las iniciadas verdaderamente logren influir en los mandatarios, militares, jefes religiosos y las poblaciones en general y lograr que éstos recapaciten y se echen para atrás. Ojalá todo y cuanto sea por el bien del planeta y de todos sus moradores se lleve a efecto. Sólo el Amor, el Perdón y la Tolerancia salvarán.

El crimen no paga. Y toda guerra es criminal, mismo si hay excusas para hacerla. Tarde o temprano todos los actores involucrados de cerca y de lejos se convierten en víctimas y victimarios y no hay forma de impedir que se paguen los platos ratos. Es preferible mover antes cielo y tierra para impedir el horror y no terminar petrificados y petrificadas por la Medusa.

Caracas, domingo, 1 de septiembre de 2013