martes, 10 de septiembre de 2013

El lenguaje, la voz, la escritura y los signos y movimientos

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El Creciente Fértil. Fuente: www.mercaba.org/Cursos/Esser/Geografia/geografia.htm

El lenguaje, la voz, la escritura y los signos y movimientos

Soy Sem, hijo de Noé, y Andrés me conoce. De mi leche genital o esperma di nacimiento a la palabra milagrosa, semen, de donde salistéis como saltamontes, diversos como los híbridos sumerios, akkadios, amháricos, árabes, arameos, fenicios, ge'ezes, hebreos, malteses, para combinaros con el heroico pueblo rescatado del Gran Océano. Gracias a mi padre y a mí sentaréis las bases de la lengua más fértil y universal que ha habido, la cual abrazará la creciente y vasta familia humana. Semitas sois, criaturas perdonadas por el Gran Diluvio. Por tanto debéis hacer que resuene la voz de la Unidad y se estire la generosa mano de la Inteligencia Mayor. Amad el mundo, sed tolerantes, respetad la Voluntad de la Divinidad, cumplid por vuestro bien con Sus propósitos, frecuentad Sus templos que habitan en Uds. y en todas partes. ¡La Luz os oriente y salve!

Cuando comparo nuestra manera de comunicarnos alfabéticamente, vía oral o por escrito, con la ayuda de símbolos, signos, grafismos e imágenes, con excepción del chino (mandarín o no), el japonés, el koreano y otros idiomas actuales cuyos nombres se me escapan ahora le doy gracias a Dios que pudimos evolucionar tanto y dejar atrás incontables complicaciones y confusiones. Se pierde de vista lo que se ha alcanzado en los últimos 4.000 años atrás, a partir de la interacción entre los semitas cananeos y los fenicios, ambos descendientes de Sem, aquí en Occidente, al sentar las bases de nuestra manera de conectarnos vía la palabra escrita y oral, aunque también sea cierto que lo que se alcanzó en Fenicia y en todo el Creciente Fértil tuvo raíces, nexos y prolegómenos más antiguos provenientes de otras partes y ayudas de pueblos más al norte como Grecia y algunos pueblos indoeuropeos situados al sur de la Cordillera o Nudo del Pamir y de los Himalayas (en todas las épocas han habido viajeros y aventureros que han querido romper paradigmas y conocer tierras lejanas y exóticas) cuando los hielos de la última Glaciación se desbloquearon y aparecieron ríos y valles. En general, ayer como hoy y como lo será mañana, una lengua surge y se establece como cualquier fenómeno natural (panspermia eólica, acuática, meteórica, heterogénea) porque el idioma es la consecuencia de una multiforme impronta de la Naturaleza sobre el ser humano. Éste no sólo recoge y absorbe cual esponja marina cuanto siente a su derredor sino que transforma mágicamente en su cerebro estas impresiones sensitivas y sensibles y las organiza de tal manera que les da un cierto orden, colocación y distribución, una regla y secuencia mental, inteligible, asequible, como cuando se hace una obra de teatro, se programa un concierto, un ballet, un mito, un libro, donde actúan distintos actores y actrices. Esta obra, también de alquimia, no ha cambiado, sigue vigente, y da pie a una infinita variedad de estilos, sentidos y sutilezas, que impiden que nuestra civilización muera o desaparezca.

Por una razón u otra fue finalmente en Fenicia y también en Hellas o Grecia donde cuajó el viejo invento de la conección entre humanos, que apasiona a filólogos, linguistas y semánticos, y donde se hizo la síntesis del idioma que hoy hablamos mayoritariamente en Occidente y gran parte de Asia, África y Oceanía. El Mediterráneo ha unido al mundo, este simbiótico recipiente de agua fecunda, dulce y salada a la vez, ha sido el árbol, el crisol, la caldera, la cocina que ha logrado que por medio del Verbo y la Palabra naciones de todos los confines puedan interactuar y darse la mano o hermanarse contra viento y marea a pesar de sus diferencias y desigualdades ideológicas y culturales. Este trabajo de amalgama y síntesis lo lideraron en un sentido, Fenicia, Grecia, Etruria y Roma, y en otro sentido, Egipto, los territorios más occidentales del Norte de África y ciertas islas del Océano Atlántico que escaparon al hundimiento de la isla de Atlantis. Los fenicios lo lograron porque fueron grandes, osados y curiosos navegantes y comerciantes y se dieron cuenta que intercambiar productos por otros era un paso importante para conocer otras tierras y pueblos y ampliar y mejorar su nivel de vida. Eran visionarios. Es de esperar que esta guerra siria, tan absurda como irracional, no eche al foso lo alcanzado por los barcos y las velas de sus barbudos y cosmopolitas antepasados que hasta fueron a parar a los EE UU y las Américas. ¿Podrán los viejos tiempos volver razonables a los actores principales de hoy? ¿Podrán las mujeres sensuales calmar, apaciguar y encantar a los machos que no saben cómo emplear mejor su testosterona? Ojalá.

El invento de la letra y posteriormente de la multiplicación mecánica, como la imprenta, la máquina de escribir y ahora la mecanización digital, cibernética y electrónica que reproduce e imprime los caracteres alfabéticos y las imágenes, son algunas de las hazañas más importantes, cruciales y profundas realizadas por nuestra sociedad a lo largo de los milenios. Haber llegado a inventar, basar y elaborar un cuerpo de letras divididas en consonantes y vocales con y sin acentos de un tipo u otro, que estén en capacidad de interpretar, traducir y materializar ideas, conceptos, pensamientos, sensaciones, emociones, sentimientos y un supercúmulo de cosas, sucesos y hechos es sencillamente fantástico, maravilloso, asombroso y yo diría que mágico. Lo que parecía muy difícil o imposible de hacer como poner al alcance de cualquiera que es alfabeta, pensante, sintiente o culto hace cientos, miles o millones de años atrás, es una bendición, un bálsamo para nuestra Humanidad tan sufrida, alocada, distorsionada y confundida a ratos.

Pienso que el hábito de la lectura a través de cualquier medio y especialmente del audiovisual es muy estimulante y regenerador. Pero siento que en el futuro el audiovisual será sólo un medio más que se ampliará para estimular los demás sentidos y sensores y motivar para que otras ayudas psíquicas nos trabajen más a fondo Esto es muy importante y necesario porque de esta forma nos podremos conectar con seres de Otros Mundos muy rápida y nítidamente. Hay que leer, hay que escribir, aunque sean notas, apuntes, recordatorios o memorias, poemas, cuentos, novelas, ensayos, artículos, etc. Cada persona debiera poner por escrito sus ideas o pensamientos, vivencias y ocurrencias, no tienen que ser publicadas, basta con que desnude o desvista su alma y corazón ante una hoja en blanco para que esto le sirva de terapia y catarsis. Hay que sacar afuera, revelar las fotografías internas y espirituales, Si lo hiciere, eso le ayudará y lo preservará de muchas cosas que lo podrían perjudicar negativamente porque comunicarse con uno mismo es fundamental. Si las personas más agobiadas por problemas en el mundo (no hay nadie que no tenga problemas, es más, éstos son necesarios por un sinfin de razones) se comunicaran más con su Yo Superior verían la luz más a menudo, agudizarían más su percepción de las cosas. Nuestro aliado más grande o enemigo mayor está bajo las costillas, arriba del occipital, en la madeja del sistema nervioso, en la circulación sanguínea y actuación del sistema neuroendocrino, et cétera.

Si el alfabeto ha resultado ser una bendición, un gran y potente invento humano y divino, cualquier aspecto de la comunicación de masas y de la información es crucial para la mente, el alma, el corazón, el cuerpo. Si una invención tiene la capacidad de comprimir en un circuito integrado o cerrado, un microchip, muchísima información, y eso es lo que es una palabra, una frase, una letra, porque eso es lo que es una consonante o una vocal, una gramática, una regla ortográfica, etc, hay que aplaudirlo y sacarle provecho ya que mientras más simple y rápida es una idea y un pensamiento más excelente y penetrante será su recepción y su entendimiento. Es necesario que las mentes se puedan comunicar entre sí a la velocidad de la luz y hasta más allá. Mas no todo es cosa de tecnología e infrastructura, no es suficiente hablar y hablar, escribir y escribir, si aún guardamos en la cabeza un clóset, una bóveda, un almacén de confusiones, una montaña de basuras, un desorden de ideas, nociones, palabras y frases. Es lo que Platón catalogaba como los sólidos. Son cinco los sólidos platónicos, poliedros convexos cuyas caras son polígonos regulares iguales y en cuyos vérices se unen el mismo número de caras: el tetraedro, el cubo o hexaedro regular, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro. Convexidad y regularidad.

El estudio de la geometría indudablemente ayudó a que se consiguieran formas o figuras específicas y cónsonas entre sí que pudieran describir y dar a entender las complejidades de la mente y del espíritu y de ahí a que se pensara que era necesario diferenciar las mayúsculas de las minúsculas y crear reglas de ortografía, puntuación y redacción, para que la respiración y los ejercicios que debía realizar el cerebro se pudieran armonizar y combinar y facilitaran lo más posible la sincronía y la simultaneidad entre procesos biológicos, químicos y físicos o fisiológicos diferentes. Y aunque todavía no nos hemos puesto de acuerdo en el número de letras que un idioma debe tener para ser coherente y servicial, por cuanto eso es imposible dictaminarlo, en vista de nuestras diferencias raciales, étnicas, genéticas, históricas, geográficas y culturales, por lo menos nos hemos dado cuenta de que debe existir a la vez una lengua universal, cosmopolita, culta, que una y unifique más las personas y las ideas más allá de sus diferencias y distinciones innatas o locales y complemente la lengua local o regional que heredamos de nuestros ancestros. En este sentido ahora que la ciencia y la religión se acercan cada vez más y que la tecnología se vuelve más rica, variopinta, ágil y maravillosa, es más fácil que antes llegar a un entendimiento sinérgico basado en la unión y la síntesis que será cada vez más mística y mirífica. Pero como lo indiqué: también es importante y vital que crezcamos interna y espiritualmente para que cada una de nuestras palabras y frases sean excelentes y apropiadas.

Conectarse intelectual, mental, real y realísticamente es esencial. Habría que educar e ilustrar a las personas desde el preescolar para que puedan y sepan cómo y porqué deben saber informarse y comunicarse y de paso saber escuchar, ser receptivos y permeables. No es suficiente hablar y escribirle a los demás, es igualmente muy importante poder escuchar a los demás y ser humildes e interesados o interesadas en lo que se recibe de los demás. Por ello pienso que la pintura, la escultura, cualquier acción creativa e inventiva que requiera el uso de nuestras manos y pies es fundamental y útil porque esta modalidad, variada en sí misma, sirve para balancear, emparejar el trabajo intelectual o mental que tanto esfuerzo requiere. Trabajar con colores o con materias de distintos tipos, como es el caso de los metales, la cerámica, el barro, la madera, la plastilina, etc, incluso barrer el piso y atender nuestros objetos más queridos, ayuda a que se ejerciten áreas del cerebro que el habla, la escritura, no tocan y emplean a fondo porque nuestro cerebro es masculino y femenino a la vez debemos armonizarlos lo más posible. Cada vez que pienso cuán importantes son las Tres Is, educación, instrucción e iluminación -bien hizo el filósofo Pitágoras en ir hasta la India para continuar su aprendizaje formal- éstas deben ir siempre codo a codo. Cada vez me doy más cuenta que los problemas del mundo podrían resolverse y desaparecer (al menos los más graves y complicados) si fueramos educados y educadas de un modo diferente. La base nuestra se comienza a pautra y medir entre los 3-7 años o, si se quiere ir más a fondo, desde la etapa fetal hasta los 12 años o antes de llegar la pubertad. Si antes de nacer nuestros padres nos prepararan bien para cuando naciéramos y creciéramos, y no tuviéramos taras mentales o físicas terribles, seríamos más felices, creativos e inteligentes, en paz con el mundo y el cosmos. La Nueva Era tendrá que poner a la educación, la instrucción y la iluminación en el sitial más alto, en la meta por alcanzar por excelencia, para que así la Humanidad pueda hacer de este planeta un sitio celestial, paradisíaco. Menos ni hablar.

Ahora bien, ¿cómo se comunicaban nuestros lejanos ancestros prehistóricos? Pues cuán difícil y entrecortada ha debido ser la comunicación en ese entonces. Si no existía un sistema oral y escrito probado que conocieran las tribus, los clanes, los pueblos, ¿cómo era posible que se entendieran en la Edad de Piedra e inclusive hasta no hace tanto en el Neolítico? Pienso que debió haber un lenguaje sonoro y gráfico, aunque muy simple y primitivo, rápido, que ligara a nuestros antepasados y los estimulara sexual, emocional, sentimental, psicológicamente, para hacer tareas y relacionarse grupalmente, para cazar, pescar y cultivar la tierra. La Naturaleza ha debido enseñarles los medios de hacerlo como le sucedió a los animales, las plantas y las piedras, los vientos y los ríos. Siempre he pensado que nuestra Gran Madre Universal debió hacerle ver y sentir a los distintos seres de nuestro mundo que se podían interrelacionar y estimular de una manera u otra porque cuando se creó el planeta y se instalaron los primeros humanoides, híbridos y homínidos debió haber una corriente energética que los electrizara y magnetizara a la vez y los ligara a los mundos visibles e invisibles o fenoménicos y cósmicos. Es indudable que para entender mejor lo que pasó hace varios miles de años atrás cuando emergieron los pueblos mediterráneos del Creciente Fértil hay que suponer que los primeros linguistas y calígrafos aplicaron su inteligencia para que el sonido de la voz, las exclamaciones, las expresiones faciales, los gestos, los movimientos del cuerpo y lo que mostraba la Naturaleza en toda su extensión se pudieran caracterizar, definir, comprender y aplicar, si se reproducían las formas y las figuras que los impresionaban tanto y los ponía a pensar. Si lo que les impresionaba tanto ellos podían impresionarlo y presionarlo a la vez en sus cuevas, grutas, guaridas, refugios, o sobre los objetos que ellos utilizaban entonces podían comunicarse mágica e instantáneamente con el mundo a su alrededor y entenderlo mejor sin tanto misterio y/o aprehensión, terror o desconocimiento. Estarían a la par con la Naturaleza y participarían en su hechura.

Pintar, reproducir lo que veían y escuchaban fue para estos lejanos humanos una manera de interactuar, absorber o asimilar por medio de la representación la fuerza de un bovino o felino, la soltura de un ave, la belleza de una fémina, la fortaleza de un hombre, la energía del sol o de la luna, etc. Creo que así fue cómo poco a poco el humano más inteligente, perspicaz y observador se dio cuenta que podía entrar en contacto con el mundo natural y con sus semejantes si copiaba o reproducía lo que veía, escuchaba, gustaba, palpaba y olía a su alrededor. Cuando fue logrando entender gradualmente con su mente lo que había o tenía a su alrededor, arriba como abajo, y comprendía mejor el arreglo cósmico general supo que podía ser copartícipe de su mundo y supo de paso que podía dirigirlo hasta cierto punto si conocía sus normas, sus reglas y leyes, sus mecanismos, variaciones y misterios. Hasta que codificó y anotó con trazos y señales lo que notaba por medio de los sentidos y la mente que debía tener muy aguda si quería sobrevivir. Este proceso duró millones de años. Y así fue cómo nació la ciencia experimental que no termina nunca.

Estoy seguro que en tiempos de la Lemuria y la Atlántida se pudo codificar un lenguaje, una escritura, que unió a estos pueblos pero con el hundimiento de sus territorios la esencia de este saber desapareció casi por completo aunque no del todo porque algunas comunidades lo pudieron preservar a medias aquí y allá (todo está en el éter si logramos canalizarlo). Lo que hizo más dificil su conservación fue que tras cada gran catástrofe los grupos humanos que quedaban debían primero salvarse y curarse mental y físicamente y prácticamente recomenzar de cero su ascenso evolutivo. Estos períodos de lucha y dura supervivencia duraron demasiado tiempo hasta que los dioses y las diosas decidieron que podían llegar a la Tierra de nuevo y transmitir los conocimientos que se habían perdido en medio de los desastres naturales. Este vaivén genético y social lo ha conocido el planeta demasiadas veces y sus consecuencias no las hemos podido remediar aún de un todo. Organizarse, ordenarse, sacarle provecho al caos, armonizar diferencias y desigualdades sigue siendo una acción cotidiana en todas partes del mundo y si no se hace la selva y el desconcierto penetran todos los rincones de la familia, la ciudad y la mente, tan vulnerables y permeables como siempre. Por eso, hago hincapié en la trilogía de las Tres Is principales: educar, instruir e iluminar que deben ser nuestras primeras necesidades, equivalentes a civilizar al salvaje dentro de nosotros y nosotras para divinizarlo y hacerlo un ciudadano cósmico. A las Tres Is se le pueden anexar Diez Is que cual acólitos soportan las Tres Is principales: inteligencia, idealismo, inmanencia, imaginación, intuición, inspiración, introversión, instinto, inocencia e impecabilidad. En total tenemos pues Trece Is, una por cada mes del año, etc, que varían su comportamiento frente al Astro Rey, como doce son los apóstoles más un Cristo Sol o Trece en el centro.

La primera vez que hallé cuán importante y trascendental es la letra "I" fue en Madrid, en enero del año 1992, al componer el poema "Or Adonai" en casa de mi mamá. Allí me di cuenta que esta letra (iota, en griego) describe muy bien la elevación, la dignidad que representa una autoridad religiosa (también civil si viene al caso). Con este ejemplo doy a entender cuán ágiles, flexibles y concretas son las letras del alfabeto que usamos mayormente en Occidente gracias al aporte de los cananeos semitas, fenicios y helenos que juntos heredaron y lograron mezclar con sabiduría y acierto lo mejor del patrimonio de sus antepasados mesopotámicos y mediterráneos que a la larga, gracias a las lúcidas meditaciones de los filósofos helenos e implementaciones e ingenierías latinas o itálicas se ideó un conjunto, una combinación de consonantes y vocales simplemente dibujadas que pudieran orquestar y regularizar todos los pensamientos, emociones, sensaciones y sentimientos que anidan en nuestro ser interior, cuerpo mental abstracto o metafísico. Y, sin embargo, hubo que esperar varios cientos años más para que en el Bajo Medioevo, en los albores del Renacimiento, el alemán Johannes Gutenberg (1398-1468), seguramente sumerio o akkadio o asirio o babilonio milenios atrás, pues éstos habían inventado con sus cilindros de metal una manera inteligente de reproducir textos e imágenes, inventó la imprenta de tipos móviles moderna o tipografía (que conocí muy de cerca) la cual en un dos por tres puso al alcance de la población lo escrito sobre papel. El bien que este hombre ilustre trajo a la Humanidad es incalculable. Considero el invento de la imprenta tipográfica y móvil de Gutenberg como uno de los 100 inventos cruciales de nuestra sociedad desde la Noche de los Tiempos. Cuando se inventó la computadora u ordenador en el siglo XX y especialmente la computadora de mesa el brinco que dimos fue para coger palco; pero para perfeccionar el arduo trabajo de los antiguos egipcios, mesopotámicos, levantinos y monjes cristianos ¡cuánto sacrificio y dedicación, cuántas horas interminables para reseñar lo que se quería y había que hacer! Por eso, el trabajo del escritor debería ser más compensado y retribuido, más honrado y respetado, sobre todo el del creativo como también del no tan imaginativo y poético, porque a fin de cuentas tan importante como el alimento espiritual es el alimento material o básico y utilitario. En cada palabra leída o escrita, de ser limpia, sin haber sido profanada, va un mensaje de Dios, es sacrosanta. No hay pele.

Cuando veo lo malas que son las escuelas en los países subdesarrollados donde hay mucha pobreza, miseria y atraso me pongo muy triste y deprimido. ¡Cuántos genios desperdiciados! ¡Cuántas maravillas sin explorarse y explotarse! ¡Cuánta hambre y sed de conocimiento asoladas, inutilizadas y frustradas, porque el gobierno de turno está en manos de ignorantes o de aprovechadores y ladrones de energía empecinados en armarse hasta los dientes, matar gente y oprimir a como dé lugar a quienes disienten o no están conformes! No obstante, todavía hay tiempo para mejorar el mapamundi, no hemos dinamitado y atomizado cuanta tierra buena queda, todavía hay árboles, bosques, selvas, lagos, ríos, playas, islas, golfos, penínsulas, montañas, praderas, altiplanicies, vestigios monumentales del pasado, animales, rocas, casas, museos y bípedos que quieren proteger los ecosistemas, los subsuelos, los corales, las nubes, las abejas, las capas atmosféricas cerca y más allá de la Tierra y del sistema solar.

Por eso no pierdo las esperanzas de un todo. Aunque se ataque Siria unilateralmente hubiera sido preferible que todas las naciones entraran a Siria, le quitaran a sus gobernantes todas sus armas, millones de personas del mundo entero entraran a Damasco en son de paz y se obligara a EE UU, Rusia, China, Francias, Turquía, Irán, Líbano, Israel, etc, etc, a pulverizar sus armamentos bélicos y tan profanos, llámense como se llamen y sean del tipo que sean, con tal de que reine en la Tierra la lucidez y la armonía y no el horror y la locura total. Ya basta de políticos, militares, líderes religiosos y sociales, mercaderes de la muerte y de órganos que quieren obligarnos a creer que una guerra santa traerá la paz sobre la Tierra. Imposible. Suponerlo o esperarlo es sencillamente una estupidez más.

Así como el spray de un arma biológica no hace que una mata retoñe, no es posible que una cabeza piense mejor si se le hace tragar un gas venenoso como el sarín, una nube radioactiva, un tonel de cianuro de potasio o barriles de curare. Creo que hay que comenzar por el principio: NO MATARÁS. AMARÁS A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. NO ADULTERARÁS Y CORROMPERÁS TU FAMILIA Y TU PUEBLO. HONRARÁS PADRE Y MADRE. AMARÁS A DIOS POR ENCIMA DE TODAS LAS COSAS. GUARDARÁS TU MUNDO ASÍ COMO EL GRAN ESPÍRITU TE HA GUARDADO POR LOS SIGLOS Y LOS SIGLOS. AMÉN.

Antes de hablar, escribir o comunicarse, incluso por signos, piense bien lo que pondrá a circular. Que su círculo cause una buena onda. Todos y todas necesitamos buenas notas. Hay demasiados males en este mundo y Ud. debe ayudar a que se alivie y sanee lo más pronto posible. Y, si ofende, pues pida perdón de todo corazón. Ame y apacigue. Es un buen signo. Somos Familia.

Caracas, 8-10 de septiembre de 2013