domingo, 11 de noviembre de 2012

La buena educación. El buen corazón. El 11:11.


El Hacedor de milagros a lo van Gogh y Léger. Clip Art para Word. 2007. 

En un solo día se pueden perder cien mil años o ganar un millón de años. Así de increíble y elástica es la mecánica celeste.

Mientras pasan los años, las estaciones, las etapas, los ciclos, los cambios, las variables, más veo y entiendo cuán importante, trascendental y clave es la buena educación, el buen corazón, el buen uso de los valores reales de la vida. Cuán primario y necesario es ser perseverante y fiel a nuestras primeras y buenas impresiones. Y, como he dicho en varias ocasiones, no se puede ni debe separar la educación -en sentido general- de la instrucción y la cultura. Razón tenían Confucio, Lao Tzu, Protágoras, Sófocles, Platón, Aristóteles, Plotino y Agustín de Hipona o María Montessori, al igual que millares y millares de guías, profesores y gurúes desconocidos o ignorados: la sacrosanta educación es lo que distingue a un ser de otro y, si nos educan bien, entre los 2-3 años y los 11-12 años, antes de la llegada de la pubertad sexual y los cambios de voz y percepción es posible que el niño y la niña se salven, se enderecen como álamos y pinos o se curven como bejucos y bambúes y florezcan como rosas y nenúfares, útiles a la sociedad y la naturaleza de las cosas y nobles. Construirán en vez de destruir, serán puros y puras y no se corromperán ni oxidarán. Sus primeros maestros y maestras saldrán de su casa, su familia, su entorno ambiental cercano a sus juguetes, serán más espirituales que materialistas, más sensibles, elásticos, comprensibles, dulces y buenos de corazón, más inteligentes y originales. Serán buenos salvajes, buenas amas de casa, más abiertos y abiertas a las estrellas. Estos niños y niñas especiales cooperarán con el 11:11, o sea, con el magnetismo solar y el magnetismo terrestre, siguiendo instrucciones de la Autoría presente en los cuerpos celestes de la constelación de Hércules, uno de los cruciales focos centrales intergalácticos para nuestra Humanidad que pasará de la 3D a la 4D y la 5D en un futuro no tan lejano pero que ahora necesita con urgencia una superinyección de adrenalina cósmica y enteógenos que denomino K-Listo Plus.

Es lógico pues que se le dé tanta importancia a los primeros cariños, las primeras atenciones y modales, las primeras conversaciones con los padres y los abuelos, las primeras ternuras recibidas de parte de ángeles y arcángeles, las primeras vistas del campo, los primeros ejemplos bien dados, sin la violencia que acompaña a los niños ya  las niñas rechazados y repudiados por los mayores que se hicieron duros de corazón y obtusos de mente y sólo piensan en dañar, ensuciar, rayar paredes y criminalizar. Yo también, como millones de almas más, he reencarnado y no siempre fui un muchacho modelo o una muchacha virtuosa que tuvo la suerte de tener excelentes pedagogos y pedagogas que me enseñaran el Buen Camino. Me descarrilé y me enseñaron a guerrear, a matar y herir, a encontrarle placer al poder malhabido, a contemplar con sadismo y crueldad el infortunio de los demás, a perseguir, amenazar y asustar. A veces fui rico, afortunado, pertenecía a la aristocracia y la realeza, dirigí ejércitos, conquisté pueblos y vastas tierras, aunque no siempre fue así. También soporté la esclavitud, las cadenas, el desprecio y el destierro. Hasta fui antropófago y palero. Hace tiempo aprendí que la Gran Computadora de Sin Nombre te pone en situaciones disímiles y el objetivo es aprender de tus errores, handicaps y fallas, y conocer subidas como bajadas, felicidades y desgracias, las cosas buenas de la vida así como las malas, porque ese es uno de los temas esenciales de la 3D: la oscilación y la variedad. Pasar por iniciaciones y filosofías, conocer los grados y las responsabilidades, los aplausos y los silencios, los vestuarios del teatro, las victorias y los fracasos, y al final de un cierto estado del tiempo y del espacio querer de veras y saber servir, ser paciente y tolerante, no apegarse a nada en particular, respetar el conocimiento, usar las herramientas a nuestra disposición, bendecir la vida y por encima de todo agradecer y darle todo el amor posible al Supremo Hacedor quien en un momento dado, junto con su Media Naranja, lo dispuso todo con millones de colores y sabores. Esto resume en pocas palabras y líneas pensamientos, sensaciones, emociones y actos por los cuales todas las criaturas deben pasar y recordar pero sin atormentarse demasiado porque son parte de un proceso natural instituido hace eones por Almas inefables. Ergo, tanto mortales como inframortales e inmortales se necesitan unos a otros y en el fondo, sea lo que sea, suceda lo que suceda, nadie está por encima o es ajeno a ciertas molestias, dolores de cabeza, tristezas y rollos. En cada cosa que existe Dios está presente y cada cosa nos conecta con otra, nos conduce a otra, no hay pasado ni futuro sino un presente continuo, renovador, maravilloso, milagroso, cargado de potencialidad hasta el infinito por añadidura. Todo es Âtman

He querido hablarles de la buena educación porque hay que salvar a los niños y a las niñas que ya nacieron o vendrán al mundo y hay que ensayar nuevas posturas, nuevas modalidades y nuevas aproximaciones a la Santa Verdad. Me da mucha pena y lástima ver cómo vienen al mundo estos niños, jóvenes y adolescentes, algunos y algunas brillantes y refulgentes, que no recuerdan sus encarnaciones anteriores, que no se explican el porqué de sus dolores y sufrimientos, porqué nacieron en un planeta que sigue siendo tan primitivo, bestial, salvaje, desorganizado e incoherente, porqué los adultos que les tocan son tan poco amables, ilustrados y claros, porqué no pueden vivir en paz, entre bellezas, sin tanta agresividad y rompimientos o descalabros e interrupciones. En verdad que los compadezco, lloro a menudo por ellos y ellas, no termino de entender porqué los mayores no los pueden educar y orientar como es debido, porqué estos mayores se empeñan en afear sus ciudades y campos, porqué los líderes que eligen se vuelven tan corruptos, cínicos, falsos y deshonestos, tan bestiales y tozudos, egoístas y egomaníacos. Yo los entiendo cuando se rebelan. ¡Deben hacerlo! Les tocó venir a un mundo caótico que no entiende de armonía sino de calcinación, infección, sordidez y desaliento, simulación y odio. Este tipo de frecuencia deberá finalizar pronto porque sino el planeta estallará, se ahogará y sofocará, perderá la cabeza y se estrellará en medio de paroxismos y delirios que ningún psiquiatra sanará. Yo no entiendo porqué los humanos en la Tierra no pueden vivir en concordancia con los flujos y reflujos de la Madre Naturaleza y del Padre de Luz que lo observa y mide todo desde su Chevrolet Omniabarcante. Debe ser que perdimos la brújula hace tiempo y andamos entre sombras desesperados por la pesadez enrarecida. Habría que prohibir el 80% de las películas y series que pasan por la tele y el cine. ¿Será posible terminar con esta violencia sin sentido ni lógica, sadomasoquista y demencial, que tiene enferma a varios miles de millones de terrícolas? Eso sí no es buena educación sino una distorsión del tiempo y del espacio que conlleva a la distorsión mental, cerebral, psíquica y biofísica. Presiento que pronto habrá un gran cambio planetario, surgirá un nuevo Meridiano Principal, que no será el de Greenwich, anacrónico y desfasado, ya que las placas tectónicas chocarán y hundirán gran parte del Reino Unido y Escandinavia. Lo espero desde 1962 cuando vi en Suiza el próximo Diluvio Universal. 

Ya no es posible ver y soportar tanta pobreza y miseria, indigencia y delincuencia, tanta basura acumulada y regada con furia, tanto desconcierto y suspiros sin solución, tantos gobiernos y países sin visión de futuro, tanta matanza aberrante en Siria y el ex Congo Belga. ¿Será Assad un demente suelto como lo fueron Pol Pot, Hussein y Gaddafi? Tampoco Bush se escapa. Una diarrea o un estreñimiento colectivo paraliza progresivamente las tradiciones seculares. Nuestros niños están llorando demasiado, se quejan y tienen pavor, se sienten inseguros y abandonados no sólo en el Tercer Mundo sino en los otros dos igualmente, no estudian, no aprenden sus lecciones y no hacen sus tareas porque se aburren con facilidad. ¿Para qué? Es hora de verlos reir y sonreir más, como debe ser, para que puedan jugar con piedras, animales, nubes, aires, luces encandilantes y sientan que pueden salir bien parados. 

No permitiré que me hunda en esta depresión y melancolía que parece interminable. Si no hay más paz ni más amor ni más entendimiento y no se percibe una corriente renovadora, drástica, determinante, titánica, la Humanidad deberá ser desahuciada, desinfectada, inmunizada o curada y reemplazada a la larga para que nuestro orbe subsista. Ya no es posible esperar mucho más, estamos en la recta final, la mayoría de nuestros líderes no sirven más. Se quedaron en el aparato y se dejaron contaminar por la plaga capitalista y la plaga comunista. Hay que salvar a la Tierra en todos los sentidos posibles. Deben llegar a todas las instituciones y núcleos educativos maestros y maestras que le quiten las llagas a los menores de edad humanos y les devuelvan sus ojos preciados, sus pabellones de orejas magníficas, sus posiciones reales y dignas, etc, para que el Sol pueda soplar sobre ellos nuevos vientos y ánimos iridiscentes. Veo un vuelco grande en 2013 y de allí en adelante se dejará atrás lo que hoy deslumbra y enceguece por ser inconsistente. No entiendo cómo no naufragaría la economía mundial, incluyendo, en primer lugar, a China, los Emiratos Árabes, los EE UU y la Comunidad Europea, los grandes del momento, hasta los BRICS y sus afluentes económicos, financieros, comerciales y geopolíticos, amén del FMI o Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y Davos, porque la composición la toca la orquesta en pleno y me parece que los instrumentos se están echando a perder y los músicos se están enfermando y entumeciendo sus miembros. No veo tampoco por ningún lado al director de orquesta ya que la Organización de las Naciones Unidas está quebrada y sufre de impotencia: es decir, su semen se diluye cada vez más por cuanto los océanos se sobrecalientan y se desmineralizan, gracias a los gases de efecto invernadero, las selvas se carbonizan y talan indiscriminadamente y el aire se vuelve cada vez más irrespirable. La cadena alimenticia se fractura. La situación entonces es gravísima. ¿Qué se puede hacer? ¿Habrá que llegar a una solución intermedia porque, como lo he venido anunciando repetida y consecuentemente, el dinero dejará de tener valor, las bolsas se irán al foso, pues la economía mundial no puede seguir sosteniéndose a base de papeles que se pueden mojar, romper, mutilar, extraviar y volar por los aires en cosa de minutos. La economía debe fundamentarse en valores reales, verídicos, vivos. Luego hay que trabajar conscientemente con la Fuente Divina o Ceres la Infinita e Inmortal y eso va a significar que será la tierra que nos enseñará cuál será la tecnología que usaremos en adelante. No estoy hablando paja. Es pura ciencia, arte y religión pero avanzada e ilustre. Hasta el momento, y desde que los habitantes de este planeta dejaron de buscar lo divino su campo de acción y multiplicación se ha visto muy reducido, no van al grano, no comulgan con los elementales de las plantas y los animales, se encierran en sus cáscaras y no aprovechan las fantasías naturales. Los adultos se adulteraron. 

 ¡Cuidado! La merengada local no da abasto y, si los consumidores no pueden llegar al abasto de la esquina, el suelo se levantará súbitamente y habrá un efecto dominó difícil de controlar que tocará y agravará todas las fibras, todos los conductos, todas las ampollas. Habrá que pedir socorro a los mundos habitados más evolucionados fuera de la Tierra donde moran millones de hermanos y hermanas. Sólo así el planeta ascenderá, rectificará su curso, y podrá mejorar la calidad y la cantidad; pero esto tomará mucho tiempo porque psicológica y fisiológicamente nuestra especie está herida, traumatizada, desequilibrada, desorientada y desunida. La vainilla que se produzca no sabrá tan mal al final del proceso, el helado de oreo y mantecado gustará, mas habrá que reparar la cocina y los electrodomésticos y objetos electrónicos se podrían haber echado a perder y habría que repararlos y reciclarlos, desmagnetizarlos y remagnetizarlos. Creo que una parte por lo menos de lo que se ha predicho a nivel catastrófico o cataclísmico puede ocurrir –yo mismo lo vi muchos años ha- y no hay suficientes técnicos que puedan componer los equipos dañados y arreglar las vías de comunicación, además de calmar y serenar al auditorio que vino a oir esta orquesta con músicos de todas partes, algunos de ellos sobresalientes y muy estudiosos. ¿Qué harán Verdi, Puccini y Bizet? ¿Podrán las vacas seguir dando leche? ¿Cuántos milagros deberemos esperar? ¿Bastarán dos soles, más lunas? Ahora hablan mucho de eso por internet pero yo lo intuí en París hace décadas y vi la llegada de los hermanos y las hermanas a bordo de sus naves espaciales, algunas magníficas y divertidas. La magnetosfera terrestre pide a gritos que la socorran en la magnetopausa. Y acá adentro el magnetismo terrestre es cada vez más débil. Eso no está bien, no es sano. No hay balance ni reciprocidad intercósmica. Hacen falta por lo menos diez millones de Mesías, veinte millones de buenos monjes y buenas monjas que se dediquen cuerpo y alma a la gran regeneración terrestre, treinta millones de enfermeros y enfermeras, cuarenta millones de artistas y jardineras que pongan a valer melodías, ritmos y armonías áureas y le den lustre a nuestra atmósfera demasiado ácida, cuatro mil a cinco mil millones de bebés geniales, etc. 

Por último, por más que sea, no puedo dejar de pensar e imaginar que viene una nueva tonalidad, una escala nueva, un Robert Schumann fantástico. El dadaísta y sordo de Beethoven tendrá un piano nuevo que le encantará y le revolucionará el tímpano, el yunque y el estribo. En suma, que el Salvador del Mundo haga bien Sus correcciones y no nos confundan Sus efemérides siderales. Que Su Santidad y Alteza nos reúna, nos haga ver buenas películas, nos enseñe a rezar juntos pero sin superstición ni terrores infernales, nos presente una pizarra coherente, bien hecha. Basta de truculencias y pesadillas de mal gusto. Imaginemos el OM. ¿Será que el mundo está loco? ¿Cómo puede valer 480.000 dólares un vestido de Judy Garland y venderse? ¡Descabellado! ¡Con millones de niños y niñas en África sin un plato de comida en la barriga! ¿Qué les sucede a los ricos, a los políticos, a los terroristas, a los funcionarios, a los comerciantes? El mundo necesita un nuevo eje ético. Cane mondo. ¡Qué pasticho!

El Destructor se acerca. Lo siento bufar desde el miércoles pasado. ¿Querrá Caronte llevarnos a Linditi y a mí? ¿Lo acompaña el próximo eclipse solar y la masiva alineación de diciembre 2012? 

Caracas, 10-11 de noviembre de 2012