martes, 22 de diciembre de 2009

2012. 20-12. 22-01. 22/1. 1/22. 20X12. 2012+20+12=2044=10=1. Prioridad. Premium. Alpha Plus. APOCALIPSIS.


Mandala2. En concordancia con el Buddha Vajrasattva. Obra de Jytten Hansen. Dinamarca. Crédito: www.jyh.dk/mandala2.gif


Multiplica, multiplícate, humano, y llegarás en un parpadeo al infinito, al reino de lo divino, a tu alegría y felicidad incontables e inenarrables, a tu excelencia, libertad, verdad, identiidad, señorío y dominio del espíritu y de la materia. Multiplica, multiplícate, y entenderás el milagro de ver en tu corazón en un santiamén lo Desconocido y Primoroso como, por ejemplo, la Nebulosa de la Hélice en la constelación del Aguador.


El Año 2012 o «2012» es una conjetura, un cálculo, una probabilidad. Una interfaz. Un considerable y novedoso valor y alcance biogenético. El momentum astrológico de una inusual y colosal colisión de hadrones y un máximo de psiones cromosféricos que afectará nuestro campo gravitatorio y nos llevará finalmente a una Nueva Era o Edad de Oro. Una combinación conceptual interdimensional. El estudio matemático que acabo de hacer confirma mis sospechas y deducciones de antaño. El «2012» representa simbólica y concretamente mucho más de lo que los medios de comunicación y la intelligentzia han discutido y publicado hasta la fecha. Apenas una porción ínfima de la razón de la atracción de la onda gravitacional en camino que impactará nuestro orbe ha podido ser medida y calibrada. Pero los altos ingenieros, matemáticos, pensadores y cosmólogos de la Gran Confederación Intergaláctica están muy enterados porque la han estudiado cabal y seriamente en sus santuarios y ellos saben muy bien que la mutación del «2012» es parte de un Vastísimo Plan Celestial. El «2012» es un acertijo, una adivinanza, un rompecabezas a nivel ordinario como extraordinario, un magnífico mândala-yantrâ que débese interpretar y aprehenderse y que irá revelando y desglosándose paulatinamente, no de un solo trancazo como nos quieren dar a entender monumentales documentales y películas y textos semieruditos. Si multiplicamos por 20 y por 12 los cuatro valores (nada fortuitos) del «2012» llegamos a una larga secuencia de dígitos que nos hablan de algo trascendental que a primera vista tiene que ver con una LONGITUD CÓSMICA EN AÑOS LUZ O UNIDAD PÁRSEC, una TREMENDA REVELACIÓN (APOCALIPSIS) y un MUY NOVEL CÓCTEL VOLUMÉTRICO INTERESPACIAL. Una de las respuestas significativas es que estas cantidades, cualidades e intensidades numéricas tienen que ver con la determinante relación Tierra-Centro de la Galaxia Vía Láctea y el simbiótico nexo entre el Grupo Local y el cercano supercúmulo Virgo-Coma Berenices directamente vinculado espiritual y culturalmente con nosotros y nosotras desde la Noche de los Tiempos. Si se producen cataclismos y alteraciones electromagnéticas en la Tierra, será como consecuencia de los montones de números inscritos (ver abajo) que representan secuencias, escalas y saltos rítmicos así como combinaciones y asociaciones de vibraciones y acordes pertenecientes al Sistema Universal de Unidades, Medidas, Relaciones, Proporciones y Perspectivas. La Tierra no hará más que responder automáticamente, en clave y en directo a unas series de notas, ondas, frecuencias y resonancias electromagnéticas, cuánticas, circadianas y meteóricas venidas en línea recta, oblicua y curvamente desde las mismas entrañas del iridiscente Universo #10 con una fuerza volumétrica y un tono de percusión y velocidad impensables, incomprensibles, indescifrables y hasta nebulosas, según nuestros criterios, estándares y cómputos demasiado limitados, primitivos y salvajes todavía, que hacen que su lectura sea inabordable para el común denominador de la Humanidad e incluso para algunas ‘élites’, ‘mafias’ ‘flores y natas’ y ‘cenáculos cerrados’, aún profanos a los ojos y oídos de los Altos Khorios en las colmenas de las Estrellas. Si no hemos podido resolver asuntos elementales y esenciales, como el control de la población, alimentar, vestir, acobijar, educar e instruir sabia, compasiva, digna y eficazmente a miles de millones de almas en el mundo, y brindarle un sentido religioso y razonable a sus existencias, es imposible que podamos acceder a la misma espiritualidad y desarrollo tecnológico que impera en ciertas esferas de luz más allá de la Tierra donde, por decir algo, no hay guerras, conflictos, crímenes, ni desigualdades patéticas y absurdas o abusos y corruptelas inmorales ni despiadados maltratos ecológicos, como los que han socavado, asolado y destruido nuestro mundo durante sopotocientos miles y miles de años. Por ello la Tierra está seriamente enferma y va a entrar en terapia intensiva. Ninguna parte se salva. No hay marcha atrás. Como he dicho en repetidas ocasiones, no es el Fin del Mundo ni de los Tiempos, sino más bien el Fin de un Ciclo Larguísimo de Locas Subidas y Bajadas de una montaña rusa fuera de control y predeterminada por un maquinista (o varios) demente, cruel, inhumano y foráneo. Es irreversible la gran purificación en ciernes, pero no todo terminará ahí. La Tierra resucitará cual Sol Invictus, cual Niño Dios, lindo, candoroso, regio y milagroso. Para cuando llegue el Año 2044 ya el planeta debería estar enrumbado, con nuevas directrices y misiones.

Una intensa, inmensa, sobrecogedora emanación del rayo azul claro, oscuro, añil o índigo y violeta, tirando a magenta-púrpura, rodeará progresivamente a nuestro planeta, proyectándose hacia el sistema solar, hasta el plexo fotónico y radial de Orión, tras ser purificada, purgada y regenerada la Tierra por el medicinal y fotosintético rayo verde irradiado desde fuera de nuestra magnetosfera por meticulosos brujos-curanderos, ecólogos, jardineros e ingenieros agrónomos extraterráqueos. ¿Pero cómo lo harán? Ellos aislarán, desinfectarán, barrerán, chuparán, regurgitarán y reciclarán las miasmas acumuladas y flotando como larvas y flema en el medio ambiente desde quién sabe cuándo para que el aura de la Tierra deje de estar tan ennegrecido, sucio y pestilente. La clave está en el nitrógeno, el potasio y el xenón, elementos fundamentales para la reinseminación y la refertilización de tierras, océanos, cavernas, ríos, lagos, valles. Luego habrá que “insertar” diodos de oro en cajitas pentagonales en la retícula terrestre y esperar a que las aguas se llenen de nuevas algas (spirulina), corales, mamíferos y peces, hayan cesado los escapes de gases y ácidos sulfurosos y el dióxido de carbono haya sido evacuado y trasplantado donde no dañe la vida, porque así como 65 y 265 milones de años atrás el planeta fue sacudido brutalmente, nos llega ahora otro período de destrucción, exterminio y reconversión de muchas especies de vida y notablemente de buena parte de la actual Humanidad. Para que el planeta ingrese a un estadio jerárquico más elevado y destacado es imprescindible que sea curado e inmunizado precisamente con elementos, partículas, frecuencias, instrumentos y acciones mecánicas, eléctricas, electrónicas, biodinámicas, extrasensoriales, que atraigan, transformen, transmitan y difundan luz, claridad, pureza, transparencia, magnificencia, opulencia, profusión y difusión, en base a un marco esquiométrico justo, balanceado, arqueado y genialmente decorado o «alhámbrico». El silicio y los cuarzos abundan en muchas partes del planeta, así como el oro, la plata y el cobre, los corindones y los berilos, amén de los fosfatos, los feldespatos y los pertenecientes a la vasta familia de los carbonos, tales el grafito y el diamante. Desde la geología a la decoración y la astrofísica todo debe estar al servicio de una unificada, óptima calidad de vida. Ciencia, arte, metafísica, todo debe integrarse para que cunda la felicidad y el progreso emanado de leyes sabias mejoren nuestra hoja de ruta colectiva.

Si la Tierra no fuera tan pletórica y magnética creeríamos que no tiene futuro o al menos un futuro mediocre, pero este no es el caso. El planeta es riquísimo, de una diversidad notable. Por eso lo que le viene, aunque se desmaye, le den convulsiones y espasmos, hable incoherencias y necesite uno o varios trasplantes y oxigenaciones, lo vencerá y saldrá fortalecida de las pruebas en su avatar. Algo más. Los sanadores extraterráqueos también emplearán un sistema parecido al proyecto denominado HAARP (High Frequency Active Auroral Research Program/ Proyecto de Investigación de Alta Frecuencia de la Actividad de las Auroras Boreales) de los EUA, pero más perfeccionado y sofisticado e instalado en tres lugares distintos, cerca de los polos y del ecuador, y los circuitos se coordinarían por consiguiente según la pirámide y el cono recto espiralado. De ahora en adelante, la energía del planeta será trifásica y triangular; materializaremos la Trinidad sobre la Tierra, haremos que se instale acá. Eso traerá ecuanimidad, equilibrio, contrapeso, equidad, justicia, para que ninguna frecuencia y polaridad perturbe las funciones de la Naturaleza y animalice a los bípedos humanos, siempre tan inarmónicos, desestabilizadores, atropelladores, dominantes, fácilmente condicionados, mesmerizados, programados y teledirigidos por las Fuerzas del Mal. El plan extraterrestre se llamaría: HAARPAAHKM3M (High Frequency Active Auroral All-around Holistic Kadosh Mantra Three Masters Research Program/ Proyecto Holístico de Investigación de Alta Frecuencia de la Dinámica Actividad Kadosh Mantra de las Auroras Polares de Tres Maestros en Triángulo Equilátero) porque tratará de crear, mediante oscilantes vibraciones sonocromáticas inteligente y balanceadamente distribuidas de un modo invisible, discreto y profundo, un gran portal de paz, armonía, amor, unión y cultura a nivel general, con lo que sí podremos darle la bievenida a una superlativa Edad de Oro que sabrá manejar adecuadamente los rayos cósmicos, rayos X, rayos gamma, la radioactividad, el cobalto, el plomo, cualquier sustancia capaz de destruir, corromper, oxidar, envilecer. Los nuevos seres humanos tendrán que aprender a vivir entre frecuencias extremadamente altas, tomar lecciones de gigahercios y seguir modelos estelares. Llega la época dorada cuando el terrícola dará un paso gigante y volverá a su nido original: la esfera tornasolada e irisada de prodigios, portentos, milagros, maravillas, y lo real luminiscente y fantástico sea su pan de maíz, cebada y trigo integral de todos los días. Navidad en la Tierra, como lo vaticinó el gran poeta galo, Jean-Arthur Rimbaud, en plena adolescencia, en el siglo XIX. Llega la tan esperada hora de Aurora
, anunciada por un gallo de oro, que prefiguré en El Orgasmo de Dios, en el otoño de 1962.

Esto es lo que veo con claridad hasta el momento pero sé que me quedo corto: la penetración, calor e intensidad del rayo azul violeta-magenta-púrpura y la calidad de su admirable constitución será tan profunda, acentuada, cargada, compleja y ramificada que, a ciencia cierta, producirá mutaciones en todos los órdenes habidos y por haber: humanos-no humanos-elementales, físicos-metafísicos, densos-sutiles, espaciales-temporales, microscópicos-macrocósmicos. Los gobiernos actuales en la Tierra no van a percibir esta creciente magnitud y calidad tonal ya que están a muchos años luz de anhelarlo y detectarlo debido a su inconciencia. El 99% de todos ellos caerá dentro de poco porque basta ver sus direcciones y tomas de decisión para deducir que el sector militar, sociopolítico, económico, religioso y mediático le dará la espalda al Gran Kambio en ciernes porque se criticarán y juzgarán sus intereses creados y mezquinos. La magnitud de las probabilidades e interacciones cósmicas será en esencia a una escala que parecerá descomunal, sobrenatural, monstruosa, fantástica, extraña, anómala. Las gentes en su mayoría tendrán que renacer para determinarla, aceptarla, comprenderla, digerirla y participar activa y conscientemente en su tonalidad musical. No es por capricho que yo enfatice y recalque a menudo la importancia que tienen los músicos, compositores, autores y artistas en general en la preparación del Gran Kambio venidero. Pienso que el Sonido –el Grande OM- y sus infinitas y sutiles ramificaciones están presentes en el quehacer humano y cósmico. Si conocemos y amamos la partitura y el parte príncipe, éstos pueden ser comandados a volición en una acción conjunta con el UNO TODO. Al comenzar a escribir y filosofar, hacia los 19-20 años, llegué a la conclusión que el oído era en verdad, en esencia, un ojo, un Gran Ojo, que mientras más agudos se volvían el oído y la oreja más penetrante y clarividente se tornaba este Gran Ojo. Porque Oir es Ver. Y viceversa. Sigo pensando igual a mis 66 años. Por eso, respeto, aprecio y admiro tanto a los artistas y músicos de todas partes y todas las épocas porque ellos escuchan y ven a Dios, están en sintonía con Dios, el Gran Espíritu que lo mueve y dirige absolutamente todo. Esto es especialmente cierto de la música ambient, deep ambient, atmospheric, space, new age, meditative, ethnic, chillout, progressive rock, world fusion, relaxing, yoga, electronic, etc, que no me canso de escucharlas y quedar extasiado. Amén.

En conclusión, el Año 2012 o «2012» significará muchísimo más que una nueva serie de increíbles destrucciones y recomposiciones planetarias cuando leemos los órdenes numéricos publicados abajo. Y a otro nivel, es muchísimo más que el fin de una Gran Ronda Zodiacal, como señalan algunos ocultistas de habla inglesa. Tampoco es por azar que este análisis surja en pleno solsticio de invierno 2009 tratándose de una fecha solar muy significativa ya que el Gran Kambio incluirá la ‘aparición’ de un Sol de Soles a una escala no vista en nuestra dimensión desde que surgieron nuestros lejanos ancestros protohumanoides sustituidos en un nuevo ciclo por semipensantes, simiescos, híbridos homínidos mezclados con esperma galáctica. La presente entrada explica y continúa lo descrito en la entrada precedente en este blog. Las dos ilustraciones que escogí representan dos tradiciones: la tibetana, que heredó buena parte de la sabiduría ancestral dejada por los gigantes de la Lemuria de la Era Segunda; y la moderna, que con la ancestral espiral logarítmica policromática y el heptágono interior señalan el nuevo camino de luces y reencuentros que vamos a trazar y nos conducirán al Sexto Sol-Ahau de Or::. ¡Adelante, pues, a crecer!
OR-SHALOM. OR ADONAI.


Maiaa. Obra de Carolina Correa Llobet y Ezequiel Blomberg. Creative Commons. Argentina. Crédito: mandaliquantikas.blogspot.com


Base 20 multiplicada 12 veces.

20X12= 81.920.000.000.000.000 (ochenta y un mil novecientos veinte billones).


Base 12 multiplicada 20 veces.

12X20= 1.258.291.200.000.000.000.000.000.000 (un mil doscientos cincuenta y ocho cuatrillones doscientos noventa y un mil doscientos trillones).

Este estudio lo escribí conjuntamente con mi Yo Superior, quien me inspiró y alumbró en todo momento para que cada vez más, de un modo inexorable, puliera y perfeccionara mi estilo, redacción y pensamiento, y al que le agradezco de nuevo su presencia ditirámbica venida de los recónditos del Universo. Terminado en Navidad, un 25 de diciembre del 2009, mientras oía la Sinfonía No. 13 "Babi Yar" del gran Dmitri Shostakovich, uno de mis compositores favoritos desde mi adolescencia.