viernes, 21 de noviembre de 2008

El Cáncer de Venezuela es curable (21-5-1982)

Nos están avisando otra vez. Ayer cayó sobre Caracas y el centro del país un palo de agua que duró varias horas y causó muchos destrozos. Este es el tercer aviso que nos envía la Madre Naturaleza (el primero fue en julio de 1967; el segundo, en diciembre de 1999) justo antes de las Elecciones Regionales. El tercer aviso a los caraqueños y caraqueñas y sobre todo al Gobierno y a los representantes y funcionarios públicos para que se den cuenta de lo que ya está en marcha. ¿ENTENDERÁN QUE TODA LA CIUDAD ESTÁ EN PELIGRO, ABSOLUTAMENTE TODA?

Desde el punto de vista geológico, geofísico, telúrico, hídrico, y aunque algunos lo duden y se pongan a hablar zoquetadas, hasta sulfúrico y volcánico (Lagunazo), Caracas puede ser destruida muy pronto, poco a poco, barrio por barrio, urbanización por urbanización, sector por sector, hasta que llegue el gran terremoto-maremoto y estallido o erupción fisural y entre deslaves y deslaves le penetre el mar por el Ávila y su subsuelo, por donde ya se han ido colando el agua salada mezclada con agua dulce, gases y vapores fétidos, y sólo quede a flote parte del Sur Este de la metrópolis y se caigan como resultado los viaductos que la comunican con Vargas (que desaparecería), Oriente y Occidente. Tengo un mapa, que apenas mostré, que levanté en 1973 de la Nueva Karakas y la situación ahora se ha puesto grave porque el cambio climático va en aumento y seguirá agudizándose. En vista de lo cual creo firmemente que sólo un Gobierno Nacional, bien preparado, eficiente, eficaz, resuelto, rápido y previsivo, podrá tomar medidas urgentes y necesarias. Ya lo dije antes, hay que evacuar por lo menos a 3 millones de personas del área metropolitana y decretar cero nuevos desarrollos habitacionales, cero crecimiento, cero ecocidios, cero abusos y cero corrupción. Todo esto significa que el actual régimen está completamente incapacitado para acometer esta salvación y debe ser puesto fuera de orden.
De lo contrario no tendremos futuro.

¿Es que nuestros gobernantes y representantes tienen que ser necesariamente ciegos y sordos, obtusos, incrédulos, tan poco intuitivos e imaginativos, con sus instintos y reflejos por el suelo, porque no perciben más allá de sus narices, tan inclinados a venderse a Don Dinero por un puñado de bolívares debiluchos o de dólares y euros? ¿Por qué no despierta el país? ¿Estamos malditos y malditas? ¿Cuándo mudarán la capital al centro del país, como lo venimos señalando más de 35 años atrás, como lo señalé con pelos y señales en 1973, en la primera edición de "El Pulso de mi Tierra"?


A VENEZUELA LA ESTÁN DESVALIJANDO


Caracas, 21 de mayo de 1982

A Venezuela la están desvalijando los políticos y funcionarios mediocres y corrompidos, puyados por ambiciones desmesuradas y vulgares, así como por faltas elementales de cultura. ¿Sabrán ellos (y ellas) que por no resolver sus neurosis y psicosis nos están conduciendo a un desorden y una confusión cada vez mayor y endiablada? A Venezuela la están desvalijando los políticos y funcionarios deshonestos y mentirosos, incapaces de resolver sus abusos psicosexuales y vacíos sentimentales y culturales, y que, seducidos por la soberbia, la arrogancia, la ira y la vanidad, se dejan ahogar en el miasma de la plaga burocrática y la indiferencia social.

¡Nuestro país va derecho al caos! Y va así porque nuestros intereses no se sustentan en la cooperación y la participación, sino en el más craso egoísmo y la apatía patológica y suicida. Por ejemplo, no querer ni poder resolver el aseo y el mantenimiento estéticos de nuestras ciudades, campos, playas y ríos, significa que como pueblo damos lástima y que nuestros bizantinos Concejos Municipales (supuesta y directamente ligados a las comunidades) no sirven para gran cosa. Venezuela está repleta de funcionarios kafkianos que les importa un pito que una playa esté cercada e inundada de basura y latas de cerveza (como las de Margarita, Falcón, Miranda y Vargas) o que los Ríos Tuy y Guaire parezcan 2 cloacas que dan vergüenza.

No puedo comprender por qué nuestro país debe continuar eligiendo individuos que no son ni educados para guiar a los demás, ni sanos moral y mentalmente. Nuestros partidos políticos se han fosilizado y salvo ciertas excepciones nuestros mejores hombres y nuestras mejores mujeres no desean inscribirse en un partido político porque sencillamente les da asco. Si nos dejáramos de tonterías y amáramos más nuestra patria, ¡qué no haríamos!

No puedo comprender por qué deseamos seguir titubeando en la oscuridad como ciegos cuando pudiéramos vivir en plena luz, paz y armonía. Venezuela necesita de un nuevo y poderoso influjo o de una transfusión de sangre que le renueve sus órganos cansados y maltrechos y, por lo tanto, necesita modificar sus leyes y sus miras. El espíritu reside en la visión, la visión depende del entrenamiento y el entrenamiento depende de la atención y la observación. Observar sin rechazar a priori, sin prejuicios, con humildad, amor y curiosidad, es propio de quien quiere aprender. No seremos nunca una gran comunidad de venezolanos y venezolanas si antes no aprendemos o estudiamos más. ¡Debe haber un colegio, una universidad, un centro de estudios, un taller de trabajo, en cada esquina, ciudad o pueblo! ¡Y yo moveré montañas para que esto sea realidad un día no muy lejano pues a mis hijos e hijas (y sus amistades) yo no les voy a legar un desierto!

Si hay algo que fascina, alegra y renueva, es poder caminar a nuestras anchas por una ciudad. ¿Es que acaso se puede hacer esto hoy en día en Caracas sin tener que tropezar con un hueco, un árbol tumbado o una acera levantada? A Caracas, donde nací y me crié, le quedan tres salidas a corto plazo a su presente descalabro: 1) o la dinamitamos total o parcialmente; 2) o la abandonamos total o parcialmente; 3) o un terremoto-maremoto la destruye entre 1998-2020. De cualquier modo, seguir atados a Caracas política, histórica, económica y sentimentalmente es fatal y hasta pueril. Es una cruel ilusión. Por ejemplo, la urbanización El Paraíso, donde di mis primeros pasos, es hoy un infierno, y lo mismo está sucediendo con las demás urbanizaciones por más nuevas que sean. Vivir en Caracas se ha convertido en un horror que se mitiga haciendo yoga, trotando, nadando en una piscina, escalando el Ávila, leyendo un buen libro, estudiando, y yendo al interior lo más posible. ¡Sobrevivir en Caracas se ha convertido en un reto, en un gran ejercicio de autocontrol e imaginación!

Caracas es una ciudad condenada que seguirá empavándose. Y lo mejor sería construir otra capital donde haya espacio de sobra, agua limpia y clima primaveral. Esta ciudad la veo cerca de montañas o tepuis. El gobierno que se aboque a esta tarea magna y salvadora ganará mi respeto y aprecio. Al menos sería un gobierno realista.

La nueva capital debiera estar situada al sur del Orinoco. Y su ubicación debiera ser calculada científicamente, o sea, tomando en cuenta el geomagnetismo de la planicie o del valle grande en cuestión, la fertilidad del suelo, los recursos naturales del lugar, las constelaciones y las estrellas que aparezcan en el horizonte oriental justo antes de la salida del sol, que aparezcan en el horizonte oriental justo después de la caída del sol y que estén en el cenit a medianoche en un día dado del mes como sería el de un plenilunio, los astros que salgan por el este durante los solsticios y los equinoccios, los sueños, las visiones, las profecías, los mitos y los cuentos indígenas y no indígenas en relación al lugar. Las urbes grandes y los templos importantes de las cimeras civilizaciones del pasado (que hoy en día visitan maravillados los turistas) fueron diseñados con ayuda de la Geometría y las Altas Matemáticas, la Geomancia, el Biomagnetismo, la Geodesia, la Astronomía, la Geografía, el Hermetismo, la Filosofía, las Bellas Artes, en suma, por una Ecología Integral. Es más. Inclusive “todos los pueblos primitivos utilizaron la geometría práctica. La construcción de chozas, la excavación de cuevas y la erección de tiendas son todas ellas operaciones que dependen de una buena noción intuitiva de la geometría”. (La Geometría en el Arte, Dan Pedoe, Editorial Guatavo Gilli, S.A., Barcelona, España, 1979). En cambio, nuestras ciudades y poblados actuales dependen del capricho y del lucro y resulta lamentable que por desidia tengamos que desembocar en este pathos social en que estamos.

París es de lejos la más bella, completa, interesante y estimulante de las capitales de nuestro mundo contemporáneo. Sus grandes avenidas y decorados parques, sus centros de cultura y tiendas elegantes, sus restaurantes y edificios, son todos un placer para la vista. ¡Lo que más me gusta de París es su amplitud, funcionalidad y articulación! ¡Todo parece caber en esta capital admirable y efervescente!* ¿Cuándo tendremos en Venezuela una ciudad donde los valores del pensamiento priven sobre todo lo demás?

Por eso aquí no podemos achantarnos. Debemos hacer la revolución espiritual y debemos regresar a la tierra y reciclarnos. Debemos fabricar las llaves que abran las puertas del futuro y que solucionen los problemas sociales y económicos, pues como decía el insigne santo y místico hindú, Sri Pâramâhansa Râmâkrishna: “no se puede enseñar religión a barrigas vacías”.

En Venezuela jamás podremos heredar el gran sueño de Bolívar si antes no desaparecen los ranchos de las ciudades, el dolor de nuestras mujeres preñadas por machos irresponsables y egoístas (¡tenía razón Sor Juana Inés de la Cruz!) y el materialismo feroz de nuestros banqueros capitalistas, burócratas, comerciantes, urbanistas, funcionarios públicos y esclavos de las transnacionales poderosas. Porque de seguir así seguro que vienen la ruina y la emigración en masa y a la fuerza.
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* Pero París no es perfecta. En ella existen –debido a una inmigración africana y asiática muy alta y de bajos ingresos económicos- problemas de hacinamiento, suciedad, promiscuidad e inseguridad. Los bajos fondos de París son criaderos de drogadictos y antros de mafias y terroristas internacionales. No todo en París huele a perfume fino y sabe a vino noble…

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