sábado, 27 de febrero de 2010

La Fuerza K (continuación de la ilustración anterior)





















Termino en esta entrada lo que comencé publicando ayer que se concibió y generó aproximadamente hacia el 17 de febrero en diferentes escritos en simultáneo (en las minutas del manuscrito hecho en Word aparece la fecha del 25-2 como la terminación del collage, La Rehabilitación e Iluminación del Homo habilis o primera parte de La Fuerza K, que presentaré mañana domingo 28 de febrero) pues toda esta semana y pico he estado trabajando a millón en los efectos de la Prehistoria y de la Protohistoria en nuestra Era Moderna. Esta investigación no ha sido fruto del azar. En la presente Revolución Lunar tengo a Saturno en la Casa 1 y una oposición Saturno-Urano y he tratado por consiguiente de transmutar lo negativo y oscuro. Trabajar para cambiar y mejorar el pasado remoto es positivo, extraer lo mejor de él es inteligente y llevarlo refinado al futuro próximo y lejano es lo que debemos hacer si queremos sobrevivir los años venideros y no repetir los mismos errores para NO REGRESAR A LA EDAD DE PIEDRA. ¡Lo que debe hacer un alquimista moderno para no caer en el abismo! En resumen, en la próxima entrada trataré el tema del dinero y los bienes y recursos materiales que como se verá también los encararon los australopitecos y sus descendientes pero a un nivel muy elemental, crudo y primario, cuando sus mayores lejanos decidieron bajar de los árboles y aventurarse.


En suma, he expuesto el panorama de la Fuerza K, el cual no es nada otro que la colosal correlación de fuerzas cósmicas que anidan en la descomunal energía del Gran Sol de Todos los Soles. Esto de la letra K y la Fuerza K no es nada nuevo. Mi interés en la letra K surgió hacia 1962-1963. Llegó un momento que mis revoluciones semánticas fueron tan lejos que debí pararlas porque si no nadie hubiera entendido lo que escribía. Ahora, poner una “K” en vez de una “C”, no es nada del otro mundo y hacer del español o castellano una lengua más fonética, puntual y versátil es algo que se ha planteado mucho últimamente gracias a las nuevas tecnologías y los medios de comunicación influenciados por el inglés y tendencias hippie y punk. Pero en los años ’60 se consideraba un horror insertar a cada momento una “K” y recuperar esta letra preciosa y energética que el idioma español ha puesto de lado tras desmarcarse del griego y las lenguas celtogermanas. No obstante, mi investigación no tocó solamente el campo sonoro-auditivo y visual sino que me fui hasta la biología molecular, la astrofísica, el arte, el simbolismo, las lenguas vivas o muertas, eruditas y exóticas (naacal, egipcio, sánscrito, hindi, tamil, vasko, uighur, pashtun, turco, uzbeko, etc) y lo paranormal y desconocido y llegué a la conclusión que la letra “K” es una letra archisolar –una invocación al Sol y su red en línea- y en el caso del collage mostrado en estas dos últimas entradas la Fuerza K es una alusión a la energía divina originada en las entrañas megasolares, actínicas y aténicas, o mejor dicho aténikas y minérvikas del Universo y, en consecuencia, a causa de la onda expansiva de una resonancia magnética tan potente y avasallante como creadora e inteligente, si un sector del cielo entrara de frente, en línea, de un modo muy particular, con el diapasón de un cuerpo celeste, como es el caso nuestro actualmente, recibiría los rayos de la Fuerza K de un modo total y quedaría expuesto directa y panorámicamente a sus descargas, emisiones, proyecciones y frecuencias. Y esto precisamente es lo que está aconteciendo ya aunque los científicos no lo puedan y sepan explicar y aclara porqué los cambios geológicos y geofísicos están subiendo de tenor, magnitud o proporción y alcance. La Tierra ha entrado en el perímetro de la Fuerza K proveniente del Sector Alpha Rêtis en las profundidades del Cosmos y hay que ver entre líneas el porqué y el para qué.


Es difícil poner en palabras profanas o comunes y corrientes e inteligibles lo que significaría exponerse a las radiaciones multiplicadas a la potencia NK de la Divinidad y primera sefirá Kéter, la Corona (o Krepúskulo). Y eso es precisamente lo que le va a pasar a la Tierra próximamente así como a todo el sector del que forma o es parte nuestro planeta azul. La nueva línea temporal que rodeará a la Tierra va a estar bombardeada por los iones de la Fuerza K. Es el Sol de Soles que se va a alinear con la Antena Mayor del Khristos-Âten en el Centro de la Tierra y cada vez que tenemos una gran sacudida telúrica o erupción volcánica es porque las placas tectónicas se están reordenando y, si los campos magnéticos terrestres cambian y se modifican, no debe extrañarnos que eso nos afecte psicosomáticamente porque existe una interacción entre los pensamientos, las emociones y los actos de los humanos y la Madre Naturaleza. Actualmente la Tierra se está reordenando o reorganizando, está siendo depurada y liberada a todo los niveles, desde el político y social hasta el místico y biológico y no es posible dejar de trazar un gran campo electromagnético de círculos concéntricos que no afecte a todo el ecosistema planetario.


El Gran Cambio para toda la Humanidad va pá' lante y se va a ir intensificando porque el nivel vibratorio y la frecuencia de emisión y recepción de ideas-ondas-partículas así lo indican: el corazón humano debe ser sensibilizado a un nivel jamás visto antes porque es necesario, urgente y vital, que los humanos se tornen más compasivos y amorosos amén de sensatos. Lo que ocurrió en Haití no hace mucho no fue por casualidad pues esa isla ha sido un foco de perdición y miseria hace ya muchísimas décadas. Hay mucho egoísmo, mucha crueldad en el corazón de demasiadas gentes y la Naturaleza está resentida con tantos abusos y desmanes. Si esta tarea de reconversión se hace patente y multiplica, será posible entonces que todos los reinos en la Naturaleza a su vez puedan ascender y evolucionar; si este trabajo en colectivo procede, se cumple, es auspiciado por fuertes y grandes organismos e instituciones mundiales, habrá mucha más paz, concordia y progreso en adelante. Los grandes calores, los grandes fríos, las grandes inundaciones, los grandes desprendimientos de icebergs en la Antártida y el Ártico, los grandes huracanes, tifones y terremotos y los que faltan, no están sucediendo por pura casualidad, son hasta cierto punto parte de la pésima siembra y cosecha hechas en los últimos tiempos y pareciera que los humanos se han olvidado de lo que destruyó a Mu y Atlantis. Hay un orden en el cielo como en la tierra, un orden que se comparte, equilibra, justifica, es simultáneo, sincrónico y real, y la Gran Fuerza K va a redireccionar esta serie de eventos y situaciones para que los átomos que se desprendan del choque en el corredor fotónico no muy distante de la Tierra (en Orión, por ejemplo) nos impulsen y concientizen siempre más. Cuando haya más conciencia lumínica y prístina seremos testigos de cosas que parecerán fantásticas y fabulosas. Eso es correcto hasta la médula de los huesos. Los terrícolas deben prepararse a ser más parte de lo maravilloso, grandioso y sublime. ¡Que la Fuerza Estelar de la “K” esté con ustedes, los ilumine y los vuelva superhombres y superhembras! ¡Adelante, pues!

El Amorka. Obra del Autor. Caracas. 2006.

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