miércoles, 25 de enero de 2012

El Vínculo genético, esotérico y simbólico entre Juan el Bautista y Juan el Evangelista



Esto que escribo hoy, miércoles, 25 de enero de 2012, día de Mercurio y Hermes, surgió ayer noche en mi mente. Ayer fue un día muy importante porque pude descifrar un Misterio y trataré de que esta apreciación sea lo más objetiva y neutral posible porque los Misterios no le pertenecen a nadie en particular sino a toda la colectividad y son de la potestad plena del Padre y de la Madre en los Cielos con el objeto de esclarecer y diseminar luz, conocimiento, felicidad y poder.


Hubo una conexión muy íntima entre Juan el Bautista y Juan el Evangelista y quizás, sin saberlo a conciencia plena, los francmasones o albañiles francos y sinceros, a la entrada y salida de sus templos y logias, como en los tiempos del rey Salomón y los antiguos faraones y antiguas faraonas –ambos pueblos, Israel y Egipto, están íntimamente conectados- rinden honores a los arquetipos que incorporan y simbolizan las dos Columnas que franquean el interior y/o exterior de sus recintos sagrados. En el fondo, a partir de Tutmosis III y Abrahán, son el mismo pueblo aunque con diferentes cachimbas y proveniendo de dos madres civilizaciones, la atlante-magrebí por el lado egipcio, y la lemuriana-india por el lado protosumerio y su descendencia. La misión del Bautista fue abrir y mostrar un camino cual heraldo, el de la Luz por supuesto, que Jesús siguó abriendo y desglosando hasta llevarlo a su plenitud y seguir encarnando el mismo patrón solar inmemorial de vida-muerte-resurrección o regeneración. Luego de la decapitación del Bautista, tan Christos como su primo hermano, y la desaparición de Jesús el Salvador la Buena Palabra Cósmica no se extinguó pues ello es imposible. La misma fue recogida unas décadas después por otro Juan, el Evangelista, a quien se le encargó de revelar con su gnosis algunas de las palabras más herméticas y fulgurantes del Mensaje originado en los Cielos –pues todo proviene de allí. Y esta es la razón porqué la Iglesia de Juan es la encargada de diseminar la Buena Nueva en todas las épocas aunque se disfrace de mil y una maneras.


Pienso que hubo una conexión estrecha entre los tres (los dos Juan y Jesús) con María Magdalena que es la cuarta pata del gato mistérico o perro fiel, astral y telúrico, que a su vez incorpora y simboliza el Eterno Femenino sin cuyo aporte el solilunar proceso alquímico, vitalizador y civilizador resulta falso e imposible que los gobiernos profanos no respetan ni estiman en alto grado con lo que precipitan a tierra cualquier cosa buena que emana de la Naturaleza. Cuando se afirma que las Columnas JB, por la cara de adentro, o BJ, por la cara de afuera, que tanto respetan masones y otros, representan al solsticio de verano por medio de San Juan el Bautista y al solsticio de invierno por medio de San Juan el Evangelista están, de un modo consciente, inconsciente o superconsciente, difundiendo una verdad pentecostal. Lo que el Bautista enseñó y arengó contra viento y marea el Evangelista lo escribió y reveló apocalípticamente en exilio de un modo sublime y fantástico. Eso lo descubrí ayer cuando entendí lo que se configuró tan simplemente, sin mayor alharaca, hace 68 años, mientras recrudecía la Segunda Guerra Mundial. Fue en la Basílica o Iglesia de San Juan Bautista, en la Plaza Capuchinos de Caracas, orden monástica a la que pertenecía el Padre Pío, llamada Plaza del León en 1776, que hubo esta sincronización y unión que, de un modo inesperado y plutoniano, me llegó y que develo ahora.


Hace siglos que los masones han estado siguiendo una tradición inmemorial que las antiguas escuelas mistéricas conocían por intuición y que honraban y veneraban. Por eso, digo que Juan el Bautista reencarnó en Juan el Evangelista y que Hieronymus Bosch, El Bosco, lo sabía. Él perteneció a una sociedad secreta así como Leonardo da Vinci, su contemporáneo. Jachín y Boaz o Boaz y Jachín representan los polos de atracción y repulsión, día y noche, ascenso y descenso, cara y sello, etc, que nos sujetan y también nos liberan e iluminan. Jachín es el cayado y Boaz, la teta. El primero guía y enseña, mientras que el segundo, fecunda y cuida. La unión de ambos por medio del Sello de Salomón o Divino Hexagrama, además conformando una hierogamia, hace posible que se siga perpetuando el flujo de la Vida y se siga obedeciendo las sublimes órdenes del Ser Supremo de las Galaxias Unidas, Abrazadas, Interactivas, Interdependientes e Interdimensionales que mora en las Alturas. En el cuadro que ilustro acá el Sello de Salomón lo configuran Jesús y María Magdalena o M∴M∴ que vendría siendo la Noosfera o Punto Omega donde se funden los opuestos para formar una síntesis y es el estado social hacia el cual estamos encaminados irrevocablemente por la fuerza del destino. Lo cual nos hace pensar que cuando Jesús y María Magdalena o María de Betania, la Beta, se unieron, besaron, abrazaron y copularon dejaron su simiente para que la vida continuara su desarrollo y evolución. Por lo tanto el legado astral no se perdió. Siguió su camino en Francia y de allí se regó por el mundo entero con guerras y masacres, dulzura y claridad meridiana. La corriente no ha parado. Seguirá en este siglo XXI y esperemos que la sensatez se apodere de la Humanidad.

Por último, que el amado maya Yum Kax encabece este escrito no es casualidad. Amor, conocimiento y sabiduría son emanaciones astro-telúricas que Dios deposita en la tierra y los demás Elementos para que la tierra abonada y negra nos sostenga, nutra, guíe, apoye y confiera valores y poderes tan eternos como maravillosos. La Madre Naturaleza puede salvar a los humanos. ¡Adorémosla entre Columnas! ¡Jamás nos arrepentiremos! ¡Y seamos tolerantes!

Opúsculo
Cuando el Merú del Nuevo Manú se instale
correrá el agua. Será abundante y no la van a poder parar
quienes no ven la luz y tampoco el arcoiris.
Se oirá a Aeoliah y las personas nuevas y frescas
se alegrarán mucho pues verán sus sueños realizados.
Esto se supo cuando se escribió y publicó la primera fase del libro Violeta Siete en Lutetia-París, en 1963, hace 48-49 años. Casi 7 veces 7.
Había que introducirse por el portal de Isis-Afrodita
para conocer el divino hexagrama que debió iluminar al visionario jesuita y paleontólogo Pierre Teilhard de Chardin.
No se estudia en el San Ignacio de Loyola en Caracas por una casualidad del destino.
Reina el Orden. Así son las cosas en la tierra negra muy abonada y trabajada que el Amado nos dispensa.

Sello de Salomón entre las Columnas Juan con Jesús y María Magdalena, componiendo juntos el Punto Omega, en el medio. Obra del Autor. Caracas. 2012.


Caracas, 25-1-2012, en pleno Efecto 2012

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